En el interior del edificio, los jóvenes presentes estaban carcageandose, incluso Foxy, quien al principio parecía ser un cascarrabias, todo gracias una corta anécdota contada por Freddy (Quien en su momento realmente era Fred) hasta que todos, a excepción del joven, se callaron de manera cortante.
Él, extrañado, dirigió mirada hacia el punto que todos miraban, no sin antes lanzarle una mirada furtiva a la rubia, quien estaba petrificada y en su mirada perdida se lograba reconocer melancolía y cierto dolor.
Finalmente, al buscar con la mirada al causante de la extraña actitud de todos, se encontró así con un joven bastante peculiar, vestía un traje extremadamente elegante, que a plena vista era evidentemente de diseñador, su cabello considerablemente largo era de un color morado mientras que en las puntas era verde, en su rostro una sonrisa pícara pero sobretodo despreciable. Sus ojos, uno de un azul Aqua mientras que el otro era verde, dándole así una pinta curiosa, y en su mirada un sentimiento de superioridad y egolatría.
El extraño caminaba lenta y pacíficamente, como si tuviese todo el tiempo del mundo, con sus manos ocultas tras su espalda manteniendo una postura imponente, y su mirada clavada en una sola persona, de tal manera que parecía no percatarse de los demás presentes, esa persona era la rubia ubicada junto al castaño, quien permanecía inmóvil y con la mirada gacha.
En ese momento una idea vino a su mente cual balde de agua fría "Su ex novio..." No quería creer tal cosa, no podía saberlo con tan solo verlo, pero los que vino a continuación no dejó la menor duda.
Pues "él bastardo", como decidió llamarlo Fred en el momento, terminó su paseó junto a Joy, y al estar a su lado la abrazó por los hombros de manera posesiva, pero todo menos cariñosa. Acto seguido le susurró al oído con esa maldita sonrisa, más sin embargo Fred escuchó perfectamente "Aún no me has olvidado ¿Verdad princesa?"
Aquellas palabras le hirvieron la sangre al pelinegro, y afortunadamente antes de apenas mover un músculo, el castaño tomó el control sin previo aviso, y comenzó a esforzarse por contener a su enfurecida contraparte.
Todos miraban atentos cada uno de los movimientos del de pelo morado, pero de entre ellos sobre saltaba la mirada asesina del rubio primo de la joven. El de ojos bicolor remarcó su sonrisa triunfal e hizo lo que ya era tan obvio pero no estaba dicho, la besó de forma"pasional", mientras que la rubia se lo permitía sin poner fuerza pero de igual manera sin corresponder.
La expresión de los presentes no logró más que causar un sentimiento de auto suficiencia en el pelo morado, y por su parte, el pelinegro maldecía enfurecido mientras era retenido por el castaño. Un descuido y se desataría el infierno en la tierra.
En su lugar, Golden se encargó de acercarse amenazante hacia el bastardo y atentar con borrar esa estúpida sonrisa con un puñetazo, más sin embargo eso no fue lo que lo que pasó, sino todo lo contrario. En cuanto el rubio levantó su puño con el fin de golpearlo, el de ojos bicolor se separó de la rubia y detuvo el puño. Golden guardaba una mirada de coraje y cierto temor mientras el bastardo clavaba sus dedos en su puño y lo amenazaba con la mirada. En un rápido movimiento, el de ojos bicolor jaló del brazo al rubio, acercándolo de repente hasta él, y una vez suficientemente cerca habló:
— Tienes suerte doradito, hoy no vengo a jugar contigo, así que te ahorraré el agotamiento de tratar de golpearme y tan solo te pediré un pequeño e insignificante favor — Dijo con su sonrisa y un tono de voz que pretendía ser intimidante, pero que tan solo incitaba aún más al pelinegro a golpearlo.
— Estas demente si crees q.... — Comenzó a hablar sin poder continuar al ser interrumpido por el mayor.
— Shhhh... — Lo calló — Ahora escúchame, lo único que te pido es que me incluyas en el filme — Pidió, más bien exigió mientras sujetaba al rubio con firmeza.
El de ojos grises se mantuvo en silencio por un minuto, en un momento miró como se aproximaba Fox a las espaldas del mayor, con la intención de abatirlo, aparentemente, pero de forma disimulada, hizo un ademán con la mano, indicando que no lo hiciera y él a regañadientes obedeció.
— ¿Y bien? — Replicó impaciente el de ojos bi color ahora con fastidio.
— V-vale — Accedió el rubio mirando con impotencia a su prima, realmente no quería aceptar, pero sabía bien que sus opciones eran limitadas de cualquier modo.
— Así me gusta — Dijo el mayor soltando al rubio de ese agarre amenazante, reemplazándolo por un abrazo "fraternal"— Ahora para concluir.... Firma aquí — Ordenó al instante en el que apareció un hombre de quien sabe dónde con contrato y lapicero en manos.
El rubio trasladaba su mirada de los papeles al sujeto con cierta incredulidad.
— ¿Qué? — Dudó el peli-morado burlón — ¿Enserio pensabas que sería tan ingenuo como para no hacerte firmar un contrato? No nací ayer mi amigo.
— Bien... — Suspiró resignado y tomó el lapicero con el fin de firmar el contrato, no se tomó el tiempo de leerlo ya que sabía perfectamente de que iba, además puede que aquel joven de ojos bicolor sea un bastardo, pero no era estafador, siempre era juego limpio, y por esa razón era intocable.
Rendido, posó la punta de la pluma en el papel, pero antes de concluir con la firma, se detuvo al ver como de la nada, el peli-morado estaba derribado en el suelo con un golpe marcado en la mejilla, y frente a el estaba Freddy con una posé amenazante y una mirada asesina.
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Trabajo, Nada Más // Freddoy //
RandomTras superar las duras circunstancias de su trastorno psicológico, Freddy Fredbear finalmente aprendió a vivir con su segunda personalidad llamada Fred. Pero por sobre todo logró ganar una gran popularidad en el mundo cinematográfico, siendo bastant...