— Golden, viejo amigo — Saludó alegre el castaño al acercarse a la mesa.
— Freddy ¿Cómo te trata la vida? Veo que nada mal — Respondió con ironía.
— No me quejo, veo que a ti también te va muy bien, hasta una linda amiga te has traído — Respondió el pelinegro ahora en control del cuerpo, con un toque de picardía en sus palabras.
La rubia se ahogó un poco con el cóctel que estaba tomando en el momento, trato de disimular pero ya era evidente.
— Discúlpenme, es que la idea es muy rara — Se excusó cubriendo la sonrisa en su boca.
— No, es mi culpa — Reafirmó Golden — Freddy, ella es Joy, mi prima — Presentó a la rubia poniendo énfasis en la última palabra.
— Oh, ya veo, lamento el mal entendido.
— No hay problema, siéntate pide algo — Invitó la rubia con gentileza.
— Gracias — Agradeció acatando la invitación.
— ¿Qué quieren tomar? La primer ronda la pago yo — Ofreció el rubio mayor.
— Yo paso por ahora, aún me queda del último cóctel.
— Tan solo una michelada ¿Qué dicen de unas botanas? — respondió con esperanza de que accedieran.
— A mí me gustaría, mí primito solo quiere alcohol y ni unas papas invita — Se burló la rubia dándole golpecitos con el codo al mayor.
— No soy alcohólico, tan solo debías pedirlo — Justificó.
Pasados unos minutos se les entregó el pedido y continuaron platicando por un par de horas sobre variedad de temas desde asuntos del filme próximo a grabar, hasta la música que se escuchaba en el ambiente.
En un momento se comenzó a escuchar el rasgueo de una guitarra en los altavoces del lugar, en la gran pantalla se comenzó a reproducir un vídeo, los dos rubios identificaron lo que se venía.
— Oh no — Murmuró la menor nerviosa.
— ¡Oh si! — Dijo el mayor embozando una sonrisa.
— ¿Qué pasa? — Dudó el castaño confuso.
— Se viene la mejor canción de mí primita — Exclamó abrazando a la menor.
— ¿Por qué hoy? ¿Porque ahora? — Se quejaba por lo bajo la rubia.
— ¿Qué te ocurre? — Volvió a dudar el oji-azul al notar la actitud de la chica.
Freddy dirigió la mirada hacia la pantalla y contempló atentó mientras escuchaba la armoniosa voz que cantaba la letra de la canción.
(Multimedia)
Durante el transcurso de la canción los ojos de Joy se cristalizaron, e intentó ocultarlo cubriendo su rostro con sus brazos. Freddy estaba impactado con el repentino cambio de humor de la joven.
— ¿Joy? ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? — Intentó intervenir apenado.
— ¡Joy! Lo lamento, tranquila primita, ya olvidalo porfavor, tú más que nadie sabes que él es un idiota — Comenzó a hablar con extrema delicadeza mientras ocultaba a la menor en su pecho y ella soltaba sollozos ahogados.
— ¿No vamos? — Sugirió el castaño.
— Sería lo mejor — Accedió el rubio.
Pagaron la cuenta y los tres jóvenes se retiraron, la menor cabizbaja y con la mirada perdida. Comenzaron a caminar sin rumbo aparente, hasta que finalmente tomaron un taxi que los llevaría a él hotel.
— Joy, no quiero entrometerme pero ¿Qué fue lo que pasó? — Interrogó preocupado por la joven. Esta estuvo apunto de responder pero Golden se adelantó.
— Ella está mal por su reciente ruptura — Respondió el mayor.
— Pero entonces ¿Porque escribiste esa canción que tanto te hace daño?
—Realmente no quería hacerlo, era algo para mí, algo personal, pero mi representante afirmaba que la canción era demasiado "hermosa" como para privarle al mundo el deleite de escucharla, me seguí negando y cuando menos pensé la canción ya era pública, él la había publicado sin mi autorización, en vista de lo bien que le fue me vi obligada a grabar un vídeo musical, aún recuerdo como me desplome aquel día — Explicó con voz depresiva.
— He hecho lo posible para que lo olvidé, pero la herida aún no sana — Adicionó el rubio.
— We have arrived, hotel home of kings — Interrumpió el chófer totalmente ajeno a la conversación de los jóvenes, pues no comprendía el español.
— Thank you — Agradeció y pagó Golden después se bajaron del auto y caminaron hasta el umbral de la puerta.
— Lamento haber arruinado la noche, se que es tonto lo que me pasa — Se disculpó la rubia menor sin levantar la mirada.
— No te preocupes, sé bien por lo que estás pasando — Respondió comprensivo el castaño.
— Vale, nos vemos mañana Freddy — Se despidió el mayor dirigiéndose al interior del lujoso hotel.
— ¡Joy! — Llamó el ojiazul antes de que la nombrada siguiera a su primo al interior del hotel.
— ¿Sí? — Respondió respondió girándose para poder estar de frente con Freddy.
— Solo te quería decir... No llores por quien no lo merece ¿Sí? — Dijo con una sonrisa comprensiva.
— Lo intentaré — Dijo en respuesta con convicción.
— Otra cosa — Agregó — tu voz es hermosa.
Y tras la última palabra se despidió de la rubia y se retiró.
— Su voz y todo en ella — Dijo finalmente el pelinegro junto a Freddy.
— Fred, ya lo hablamos, no hemos venido hasta aquí por otro romance fallido, además ella está herida, no creo que quiera salir con alguien tan pronto — Argumentó intentando mostrarse serio.
— ¿Me vas a negar que es guapa? Además nosotros podríamos ser el apoyo que ella necesita par olvidarse de ese imbécil.
— Nunca lo negué Fred, ella es hermosa, pero no debemos presionarla, tú no sabes lo que en verdad duele un rompimiento ya que nunca has amado de verdad, pero yo sí y duele — Afirmó el castaño parando un taxi para es dirigirse al hotel en el que el está hospedado.
— Vale galán, tú eres el experto en el amor — Cedió finalmente el pelinegro con un tono sarcástico.
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Trabajo, Nada Más // Freddoy //
RandomTras superar las duras circunstancias de su trastorno psicológico, Freddy Fredbear finalmente aprendió a vivir con su segunda personalidad llamada Fred. Pero por sobre todo logró ganar una gran popularidad en el mundo cinematográfico, siendo bastant...