Junto a peligros mortales
Estando por salir, un tirón le regreso a su lugar. JiMin rió ante la insistencia, sobre todo cuando el cuerpo del mayor se colocó frente a él, tan cerca en el incómodo pequeño espacio.
YoonGi aprovechaba cada oportunidad, como en esa, en la que apegó sus cuerpos y acercó su rostro al del menor para admirar el rostro del muchacho, quien parecía ir perdiendo la pena. El peli gris le sonrió sabiendo lo que buscaba, levantando un poco la mandíbula al tiempo que abrazaba al hombre colocando sus manos en la espalda y acariciando lentamente.
Si se les preguntaba, ninguno de los dos podría explicar exactamente de dónde salían todas esas ganas de besar al otro, quizá era por la poca experiencia dentro de ambas partes que les incitaba a hacer más, a desear más. JiMin poco a poco perdía la pena, se atrevía a hacer más como en esa ocasión.
Su lengua pasó por su labio inferior, acercándose más al rostro contrario para que la punta también acariciara el labio ajeno, causando un escalofrío en ambos y un abrazo más fuerte para mantenerse apegados. Para sorpresa del peli blanco, JiMin le empujó suavemente para incitarle a que ocuparán uno de los catres, causando que el mayor sonriera gustoso y ansioso por colocar el cuerpo del marinero bajo suyo.
Se movió rápido, sin tirar al cuerpo, simplemente recostándolo mientras él se iba apoyando en el delgado colchón admirando los bellos rasgos del joven —¡Eh! —ambos dieron un brinco y se apartaron (YoonGi poniéndose de pie y JiMin sentándose tan lejos se le permitió) volteando a ver a quien entró inesperadamente, el controlador de aire, mirándolos con desprecio— No sé qué es lo que traen ustedes estos últimos días, pero esto es suficiente ¡Yo duermo ahí con los niños! Oh por favor, deténganse de una vez.
—Es la envidia hablando por él, no le hagas caso JiMin. —YoonGi aseguró guiñándole un ojo y escuchando su risa maravillosa, mientras que el más alto entre los presentes bufaba.
HoSeok había preferido no entrar, sospechaba ya cómo podía encontrárselos después de que por los últimos 3 días habían estado dándose besos cuando podían. Si bien al principio le sorprendió, ya había aceptado que era algo que su compañero quería hacer así que no iba a entrometerse, no hasta que su vida estuviese en riesgo como en ese momento.
» JiMin, NamJoon y yo queremos que veas esto. —el nombrado asintió levantándose, acomodándose la ropa antes de seguir a HoSeok hacia el exterior, escuchando los pasos flojos de YoonGi detrás suyo. Al salir comprendió el qué sucedía, el clima cada vez se ponía peor, pero lo que venía a continuación parecía monstruoso.
El cielo estaba pintado de un gris semi oscuro, todavía podía saberse que en realidad era de día. El barco se mecía ante las agitadas aguas, esas que se mostraban alteradas por la ligera lluvia que caía, no suficiente como para empapar a las personas bajo ella. Viendo eso no había mucho problema, pero todos los ojos se fijaron en el lado izquierdo del barco, lugar desde el que podía verse un centenar de nubes negras y relampagueantes, el temor de cualquier marinero.
JiMin caminó por la cubierta hasta tomar una de las sogas que se conectaban firmemente con las velas, observando a la distancia el clima amenazante —¡JiMin! —se giró ante el llamado de NamJoon, quien se encontraba junto al timón. El marinero había enseñado levemente a los tres criminales a cómo conducir la nave, por lo que en ese momento el de cabellos castaños aferraba sus manos al timón observando con preocupación al cachetón—, ¿Qué hacemos?
—Yo podría mandar aire y desviarnos para evitar la lluvia. —propuso HoSeok.
El cachetón negó, gritando para que también escuchara NamJoon —¡Es imposible evitar la tormenta, nos atrapará! ¡Aparte de que ESA es la ruta más rápida! —aseguró, comenzando a andar para dirigirse hacia el líder, siendo seguido por los otros criminales— Solo queda atravesarla, la manera más segura de hacerla es permaneciendo en el interior del barco.
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"DDAENG" YoonMin
FantasyHace demasiados años atrás, más de los que se pueden contar, el mundo era otro y los dioses obsequiaban la elección al hombre y a la mujer de ser humano o animal. Dividido en reinos, los seres que vivían en el agua no podían hablar con los que habit...