Alejarte no podrás
JiMin se sintió al final del día bastante agradecido, con ayuda y el apoyo de los criminales terminaron las tareas en el barco mucho antes de que lo él lo hacía estando solo, y vaya que se sintió muy contento por eso, sobre todo porque existía en él cierto dolor punzante que no le permitía moverse como si nada.
Terminó agotado de llevar cajas de un lugar para otro, por lo que se sintió muy contento cuando NamJoon tomó la decisión de que pasarían una noche más en el pueblo para salir al alba hacia el mar de nuevo, en esa ocasión con destino al pueblo del que zarparon, aquel que quedaba tan cercano a las tierras de la realeza. Prácticamente quedó dormido en cuando tocó la almohada, apenas y sintiendo cuando el mayor le apegó a su cuerpo para dormir ofreciéndose mutuo calor, prometiendo una noche calmada y cálida.
Una promesa que quedó rota cuando la puerta fue tocada con tremente insistencia, casi rompiéndola —¡ARRIBA! —YoonGi reconoció la voz de HoSeok, así que se paró en seguida abriendo la puerta mientras JiMin se levantaba también, deduciendo que se trataba de una emergencia. Cuando el controlador de fuego abrió la puerta, se encontró con su amigo mirándole con el ceño fruncido— Han escapado, ¡Rápido YoonGi! ¡Hay que alcanzarles! —se dio la vuelta para salir corriendo hacia las escaleras como NamJoon había hecho con anterioridad.
YoonGi maldijo sin tener la necesidad de cambiarse de ropa, debían moverse rápido para alcanzar al príncipe y al guardia, aunque realmente tenía dudas que HoSeok no se detuvo a responder, fue detrás de él, escuchando a JiMin imitarlo.
En la planta baja, detrás del mostrador donde se encontraba siempre el hombre que les rentó los cuartos, no había nadie lo que por supuesto puso en alerta a los tres. Salieron de la casa de huéspedes encontrándose con la noche helada, dirigiendo sus ojos a la ropa en el suelo que pertenecía a NamJoon —Será estúpido, si lo ven —empezó a decir HoSeok recogiendo la ropa cuando escuchó algo desgarrarse a su lado. Apenas y tuvo tiempo de voltear cuando el leopardo de las nieves salió disparado siguiendo al águila que volaba en el cielo—. No me la creo.
—¿Sabes a dónde van? —preguntó el marinero con preocupación a lo que HoSeok guardó silencio pensando, dándose cuenta al mismo tiempo que JiMin de la respuesta por la dirección que había tomado los otros dos— ¡MI BARCO!
—Debemos apresurarnos, odio esto. —gruñó HoSeok comenzando a quitarse la ropa con molestia. JiMin no había visto hasta el momento qué forma tomaba HoSeok, no lo sabía, así que se apartó y le dio su espacio mirando a otra parte, no regresando a mirarle hasta que escuchó un bufido. El corcel de color negro era enorme, y sus ojos completamente obscuros miraban a JiMin haciéndole temer, eran tan imponente que asustaba.
Un segundo resoplido le hizo saber que estaba enojado al tiempo que se agachaba lanzando una invitación para que se subiera a su espalda. Ambos sabían que se moverían más rápido de aquella manera que si corrían como humanos, sin embargo JiMin temió por su vida apenas se subió y notó la gran altura que le separaba del suelo y aparte de que no estaba seguro de dónde sujetarse, tuvo que hacerlo del cabello negro ondulado del corcel frisón —Lo siento. —susurró JiMin temiendo que aquello molestara a HoSeok. Y así era, él odiaba sentir que se encontraban sobre su espalda pero por Jimin le dejó pasar y se apresuró a cabalgar por las calles calladas en medio del pueblo y de la noche.
JiMin jamás había estado montado sobre un caballo, sentía que se iba a caer ante cada galope, así que solo podía aferrarse con fuerza a los cabellos ondulados mientras se agachaba negándose a ver la velocidad a la que iban, una que sentía era demasiada. Sus pesuñas golpeaban el suelo a un ritmo rápido mientras respiraba sonoramente tratando de ir tan rápido como podía, alcanzando a divisar a YoonGi a algunas calles adelante, soltando un fuerte relinchido para llamar su atención.
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"DDAENG" YoonMin
FantasyHace demasiados años atrás, más de los que se pueden contar, el mundo era otro y los dioses obsequiaban la elección al hombre y a la mujer de ser humano o animal. Dividido en reinos, los seres que vivían en el agua no podían hablar con los que habit...