"DDAENG" YoonMin

CAPÍTULO VEINTISIETE

En nuestras manos el tesoro es tomado

     El fuego se extendió con una impresionante velocidad, el caos se desató y morir envuelto en las llamas ardientes no era la principal preocupación del príncipe. Corrieron por los pasillos del castillo, escapando de algunos guardias y enfrentándose a otros, pero huyendo de varios guardias que habían querido atraparles.

En cierto punto, TaeHyung temió que se alejaran de donde el amo del lugar, de su habitación, y que este pudiera escapar, algo que era bastante probable pensando en el desastre que estaban envueltos. Por ello, cuando reconoció un pasillo que les llevaba directamente hacia donde estaba su habitación, ese cuarto en el que sufrió tantos tormentos y fue escenario de sus pesadillas, frenó tirando de HoSeok —¡Es por a ¡Ahhh! —gritó cuando una flecha se encajó cerca de su cabeza, haciéndole encogerse volteando atrás. Un hombre les apuntaba y otro se acercaba con su espada.

—¡Ven! —HoSeok tiró del cuerpo del príncipe y lo colocó detrás de él, observando con dureza a sus atacantes, apretando sus puños a la espera de que volvieran a apuntarle y esperando el momento indicado para actuar.

TaeHyung tembló observando sobre el hombro del peli negro, viendo con sus grandes ojos preocupados, la flecha que estaba apuntando al pecho del mayor, atentando con atravesar su pecho.

La flecha salió disparada viajando hacia ellos, pasando al lado del guardia que mantenía su espada lista para atacar, ambas armas puntiagudas sin poder llegar a su destino cuando HoSeok levantó su mano, tan simple pero con tanta decisión que el hombre cayó y la flecha se desvió completamente. Ahora debían seguir corriendo.

Fue claro el crujido pesado que se escuchó, en un principio pensaron que era producto de la habilidad del controlador de aire, pero continuó escuchándose y HoSeok alcanzó a ver que el techo estaba hundiéndose. Caería sobre ellos.

Abrazó protectoramente al príncipe antes de tratar de escapar de esa zona, pero le fuego ya había consumido parte del piso superior a ellos y continuaba extendiéndose sin consideración. Los trozos de madera ardiendo cayeron sobre los hombres, sacando gritos de dolor y exclamaciones de ayuda. HoSeok y TaeHyung acabaron tropezándose, fuera del peligro ardiente, pero el humo alcanzándoles y haciendo toser bruscamente a TaeHyung, sintiéndose ahogar.

Cuando comenzó a jadear, HoSeok removiéndose adolorido luego de la caída y buscando al hombre a su lado, preocupándose al verle tan afectado. Se hincó y usó sus manos para ventilar el lugar, y permitiéndose ver con mayor claridad al hombre de cabellos dorados, colocando una mano en su pecho » Respira TaeHyung, necesitamos seguir antes de que se siga cayendo el techo.

Sus ojos irritados ya estaban lagrimeando, agitado por respirar, y negó, negó con su cabeza, asustado. Ya no se sentía tan seguro —N-no puedo... nos vamos a morir aquí... no vamos a poder salir de aquí.

—Basta TaeHyung, levántate —HoSeok le pidió esperando que no se rindiera, haciendo que se levantara junto a él—, tú puedes, te dije que confiaba en que podrías acabar con él, ¡Tienes que hacerle pagar!

—Hay demasiado fuego. —jadeó abrumado.

Rodeó su rostro con ambas manos, apretando ligeramente para hacerle saber que estaba ahí, para él —No lo permitiría, tú no vas a morir.

—¿Por qué he de confiar? —susurró esperando apartarse, pero HoSeok le dio un beso rápido, acercándolo más a él antes de bajar sus manos y tomarle por la muñeca.

Confundido y aturdido, TaeHyung se dejó llevar por HoSeok unos pasos, hasta que preguntó el mayor —Vamos, dime por dónde ir y te llevaré.