"DDAENG" YoonMin

CAPÍTULO TREINTA

Pero ni así de tu lado me arrancarán

     No parecía ser de importancia el que estuviera en el suelo, inmovilizado y rodeado, no parecía ser motivo suficiente como para saber que no se movería, no, debían de golpear su cuerpo con fuerza, azotarlo sin piedad, desquitando con el ya débil cuerpo toda la furia contenida por ver el palacio arder en llamas. JiMin recibió la mayor cantidad de golpes que había recibido en su vida, no quería respirar más, no quería moverse a la espera de que se detuvieran pensando que ya estaba muerto, pero eso no les detenía.

Al tener sus manos atadas en su espalda, no tenía oportunidad alguna de defenderse o por lo menos intentar proteger su rostro de los golpes, lo único que pudo hacer fue girar la cabeza hacia el suelo, llorando mientras esperaba al final que no parecía llegar. Tirando de sus cabellos, fue levantado del suelo, torciendo el cuello mientras el lado derecho de su cabellera dolía a fuertes punzadas, aunque nada comparado con el estómago que fue pisoteado y pateado, y las heridas abiertas que dejaron las rocas arrojadas contra él.

Abrió los ojos con lentitud y cuidado, dificultándosele ver por las lágrimas acumuladas. Sin embargo no necesito de ver muy bien para identificar el puño que se dirigió a su rostro, sintiéndolo primero impactar antes de que lo hubiera identificado. Violentamente regresó al suelo, escuchando un zumbido aturdirle y más sangre tocar su lengua, jadeando antes de que volvieran a levantarle de otro tirón de cabellos, solamente para escupirle en el lastimado rostro.

—No ha cambiado, creo que es de esos inútiles incapaces de tomar su forma animal. —le pareció oírlo de lejos, pero en realidad lo pronunció quien más cercano estaba a JiMin. Fue entonces que entendió, estaban tratando de provocarle, de forzarle a cambiar seguramente para medir el peligro que representaba, o para matarle como animal.

Alguien dijo algo más, algo sobre llevárselo, pero no podía asegurarlo. Al menos no lo hizo hasta que sintió que le arrastraban, el césped bajo su cuerpo siendo una caricia sutil a sus heridas que chillaban de dolor incluso por el suave contacto. Sus ojos se abrieron lo máximo que pudo luego de apretarlos, buscando reconocer algo, ver a HoSeok acercarse, a YoonGi, a NamJoon, quien fuera para rescatarle, pero todo lo que pudo ver fueron borrosas figuras que se movían a su alrededor, fuego de fondo, y sin hallarle forma hasta que fue tarde, vio nuevamente a un pie alzarse antes de impactar de lleno contra su mejilla, esta vez, golpeándole tan fuerte que no hubo más que un estallido de dolor y obscuridad. JiMin perdió el conocimiento sin saber a dónde le llevaban.

Y no duro mucho así, o es sintió.

Con dificultad y dolor abrió sus ojos encontrándose en el suelo, solo en un principio, tan acabado que no se sentía con la fuerza como para sentarse y ver en dónde estaba. No, no podía. Se quedó recostado, sintiendo la sangre en su boca y en su nariz de una manera tan fuerte que quería vomitar, se movió un poco por la arcada que tuvo, descubriendo que su cuerpo podía dolerle todavía más. Jadeó por aire tratando luego de no moverse en absoluto, solo sus ojos, fijándose en las rejas delante de él. Celda, estaba en una celda, eso era.

Había alguien recargado, observándole desde arriba, exclamando algo cuando sus ojos se encontraron, pero JiMin no le prestó atención, el dolor un excelente distractor. Como si de esa manera pudiera escapar de su mirada, intentó girarse, rodar en su lugar para darles la espalda, aquello tomándole un doloroso esfuerzo que rezó por que cobrara frutos, pero lo que le tomó aproximadamente diez minutos, se deshizo en un segundo.

Tres personas entraron en la celda, tomando a JiMin del hombro para girarlo y recostarlo completamente en el suelo, su espalda tocando el piso —¿Están listos? —cuestionó el hombre de mayor rango al resto, había más personas fuera de la celda, y JiMin con su vista no tan buena de momento, pudo ver que se acercaron y le tomaron de los brazos, extendiéndolo a los lados, inmovilizándolo. Rió levemente, ¿Realmente le creían capaz de moverse y pelear luego de tremenda paliza?