CAPÍTULO VEINTIDÓS

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Ignora nuestro final

    Bajo el agua todo lo que se escucha son movimientos pesados y lejanos, la luz solar apenas alcanzando a la profundidad en la que se encuentra el tiburón tigre rodeándolo de un misterioso vacío. Una calma que llegó luego de un ataque. Todavía había rastros de sangre pintados en el agua, atrayendo con su olfato al tiburón que en vez de acercarse, empezó a dirigirse a la superficie con su presa entre sus dientes afilados.

Nadó siguiendo el rastro del barco, deteniéndose cuando se encontró a su lado para pasar a su forma humana aún bajo el agua. Entre sus manos tomó lo cazado antes de elevarse con la ola que levantó, saltando al barco cuando se encontró a la altura adecuada, y entonces dejó caer la carne y la ola, golpeando ligeramente al barco que se tambaleó —¡Hey, JiMin! —le llamó la atención NamJoon cuando casi cae, haciendo reír al chico que se acomodó los cabellos empapados antes de apuntar a la carne en el suelo.

Traje comida.

Los ojos de NamJoon casi se iluminaron, se deshizo de sus ropas rápidamente para volar y tomar con sus garras un pez que se llevó a otra parte para comerlo tranquilo, mientras el tigre blanco llegaba y se ponía a comer casi enseguida.

» ¡También traje algo para los herbívoros! —llamó la atención de HoSeok quien se acercó extrañado, rodando los ojos cuando vio a JiMin tomar una alga y lanzársela.

Ya que has tomado confianza estos días, te pones muy gracioso. —le señaló a lo que el peli gris volvió a reír antes de encaminarse a donde dejó su bata para vestirse, escurriendo su cabello con las manos.

Unos brazos le rodearon por la cadera y unos labios se posaron en su cuello besando su piel antes de dejar una pequeña marca, o intentarlo pues el marinero se removió entre risas queriendo zafarse de su abrazo. Mientras ellos jugaban, TaeHyung les observó curioso, jamás había visto un trato igual como el de ellos, sus padres jamás fueron cariñosos. Estaba acostumbrado a la extrema frialdad.

Jin había sido su única fuente de cariño, por él, supo cómo tratar a sus hermanos menores, por él supo lo que era un amigo, pero ahora llegaba HoSeok con un cariño que él no entendía. Era raro para él. De pronto le robaba besos, sin saber que su cara de desconcierto y sus reacciones sorprendidas solo le daban más ternura a HoSeok. Al pensar en él, le buscó con la mirada, encontrándole riendo porque JungKook tomó un alga e hizo una cara de asco antes de lanzársela a YuGyeom, los dos comenzando a corretearse.

Para HoSeok era indiscutible la belleza del príncipe, y saber que había sufrido tanto hizo su sangre hervir. Por ello estaba tan interesado en verle sonreír, aunque fuera un poco, a tratar de enseñarle otra cosa que no fuera maltrato y respeto, quería buscar un punto medio que seguramente TaeHyung no había experimentado. Disfrutaba tanto de tomarle por sorpresa, de actuar tan inesperadamente que el príncipe no sabía qué hacer.

Cuando volteó a verle, le encontró mirándole, lo que hizo a HoSeok sonreír en grande, aún más cuando el príncipe levantó orgulloso su mentón y se giró como si nada, caminando hacia el tigre blanco para acariciarle el lomo con cuidado, hincándose para quedarse junto a él.

La carne se acabó entre SeokJin y NamJoon, el águila terminó por comer al lado del felino, centrándose más en comer que en cuidarse del tigre blanco. Momentos después, el guardia tomó su forma humana al rodear a TaeHyung, manteniéndose hincado a su lado mientras se estiraba para tomar su ropa, misma acción que hizo NamJoon, llamando a JiMin para preguntarle directamente —¿En cuánto tiempo llegaremos a nuestro destino?

Pronto —respondieron a la vez JiMin y SeokJin, el líder volteó a ver al peli blanco y entrecerró los ojos, escuchando lo que dijo después—, en unos días estaremos tocando sus tierras. —complacido, NamJoon asintió.

"DDAENG"   YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora