CAPÍTULO DIEZ

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Y así los cuatro elementos se unirán


     El agua azul, obscura en ese lugar, se movía junto al barco, permitiendo ver de momentos al tiburón, su aleta dorsal por fuera del agua anunciando en dónde se encontraba.

¿Un tiburón? —YuGyeom preguntó con curiosidad observando al animal que jamás había visto, en realidad tampoco los demás, sólo NamJoon tenía algo de conocimiento de las criaturas marinas gracias a lo que leyó y estudió de joven.

Su abuelo siempre quiso educarlo con sabiduría, juntos estudiaron por mucho tiempo todas las especies que les ofrecían los libros. El de cabellos castaños explicó —Como pueden ver, es un animal del mar, un gran depredador.

¿Come carne? —preguntó JungKook sin dejar de ver al gran animal, no podía imaginarse cómo atacaría ya que no le veía garras, ni siquiera manos con las que pudiese atrapar a su presa.

NamJoon rió asintiendo —Así es, de los más peligrosos en el océano ¡JiMin, deja ver tus branquias! —pidió, viendo al tiburón hundirse un momento para luego pasar nadando un poco de costado antes de voltearse, apenas mostrando las líneas verticales en su cuerpo que se movían al respirar— ¡Por ahí respiran!

Ambos niños soltaron expresiones de asombro, abriendo más sus ojos para buscar al tiburón que otra vez desapareció de su vista. YoonGi había prácticamente corrido hacia NamJoon para escuchar todo aquello que tuviese que decir, sin saber cómo procesar lo que acaba de ver. Pudo haberlos tirado al agua, pudo dejarlos a medio mar cómo ellos habían planeado hacer en un principio con JiMin, pudo incluso matarlos en el agua, pero no había hecho nada de eso.

Sospechaba que podría ser porque todavía no tenía bien practicado ni desarrollado su control, o quizá simplemente no quería usarlo para dañar a los demás. Deseaba preguntar, deseó que JiMin volviera ya a la cubierta, quería verle. Sin embargo le vio nadar como tiburón cerca del barco antes de comenzar a alejarse, su aleta caudal yendo de derecha a izquierda para nadar, hundiéndose poco a poco.

¿A dónde va? —preguntó YoonGi en un gritó, frunciendo el ceño viéndole desaparecer en el oleaje azul.

NamJoon rió —Probablemente nos abandonó para morir de hambre aquí.

Oh, cállate. —le pidió HoSeok tensándose, la imagen mental le pareció horrorosa, no quería morirse a medio océano.

Burlándose de las expresiones de los dos, el controlador de tierra se dio la vuelta, alejándose de la barandilla para ir a la habitación con la intención de secarse. Se sacó la camisa empapada y la dejó extendida sobre una caja que se hallaba a su paso —Tenemos mucha comida aquí, tranquilos, estoy seguro de que volverá, es el barco de su padre.

HoSeok y YoonGi le miraron desvestirse ahí, el mayor entre ellos bufando y regresando su vista al mar como los niños, esperando ver la mancha gris que era JiMin —Quizá fue a buscar alimento, tú lo has hecho YoonGi, te transformas para ir a cazar.

¿Y si es otra cosa? ¿Por qué se fue sin decir nada? —cuestionó todavía mirando con atención las aguas.

Ahora no solo NamJoon rió, también lo hizo HoSeok quien se quedó al lado de su amigo mientras su líder se marchaba a buscar ropa seca, tratando de exprimir otra vez su cabello.

Va a volver —le aseguró HoSeok, recordando cierto detalle importante—, lo hará porque es a quien buscábamos, quien no hacía falta ¡Tú eres el que más emocionado debería estar por eso!

El de cabellos blancos suspiró, era verdad que él era de los tres quién más se sabía la leyenda, su madre se la contó de niño y desde entonces la memorizó porque sabía que era parte de su historia, la explicación de por qué podría controlar cierto elemento. Siempre estuvo seguro de que los encontraría, que un día los cuatro estarían juntos, independientemente del reino, del tipo de animal o del sexo, no dudo ni por un momento de que aquello pasaría. Sin embargo no estaba tranquilo, quería hablar con JiMin, quería explicaciones.

"DDAENG"   YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora