CAPÍTULO DIECIOCHO

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Príncipe sin valor

     En aquel pueblo a las orillas del mar los amaneceres llegaban con sus aldeanos ya levantados comenzando sus tareas diarias, sin embargo, había sido terriblemente afectado por los sucesos que no tenían explicación alguna para ellos. La taberna había sido destruida, y al menos dos decenas de personas estaban desaparecidas, sepultadas entre los escombros o en lo profundo de la tierra.

Aún trabajaban tratando de recuperar los cuerpos, muchos de ellos siendo irreconocibles. NamJoon miró el lugar con su rostro completamente serio, ligeramente oculto gracias al sombrero sobre su cabeza —Hyung. —JungKook le llamó tirando de su ropa. El de cabellos castaños despegó su vista de las personas que lloraban ante la tragedia, jamás en sus vidas habían visto algo igual.

NamJoon cargó el costal sobre su hombro y continuó su camino junto a JungKook y YuGyeom, los dos niños que encontró como conejos encerrados en el baño. Ambos menores apenas regresaron a su forma humana afirmaron que no recordaban qué había pasado, sólo que despertaron con una mano cubriendo sus bocas y antes de que se dieran cuenta, ya eran conejos incapaces de llamar la atención de sus hyungs desde el baño. Fueron incapaces de volver a su forma humana hasta que llegó NamJoon y los sacó.

Siguiendo su camino hacia el muelle, la luz cada vez se extendía más por el pueblo. De no ser por el intento de escape, seguramente estarían zarpando para marcharse, pero apenas NamJoon regresaba junto a los niños luego de recoger todas sus pertenencias, sin saber cómo encontraría a sus compañeros, al guardia y al príncipe.

Ya en el muelle, vio la rampa en su lugar permitiéndole subir al barco junto a los niños sin problema. Vio a HoSeok vendando el tronco de JiMin mientras este miraba a YoonGi, quien estaba conversando con él quizá para distraerle del dolor » ¡Hyung! —los dos niños dejaron lo que traían para ir a ver a JiMin, preguntando por qué era lo que había pasado a HoSeok.

Mientras el controlador de aire les respondía, NamJoon comenzó a encargarse de subir la rampa, seguro de que nadie más subiría o bajaría del barco. No con vida. Se dio la vuelta para observar al causante de su molestia, ver a SeokJin sentando con una bata cubriendo su cuerpo y una venda su lastimada pierna le hizo reír enojado, no pensaba tolerar más a ese hombre que solo les complicaba más el trabajo.

Se maldijo por no haberlo dejado morir ardiendo en el barco real cuando tuvo la oportunidad.

TaeHyung se mantenía al lado de SeokJin, tan pegado como podía, ambos en silencio sin saber qué les depararía. Apenas y pudieron levantar la vista cuando NamJoon se acercó y golpeó fuerte con su puño la mejilla de SeokJin, tirándole al suelo provocando que el príncipe gritara llamando la atención de todos.

¡NO! —lloró tratando de ir hacia Jin para protegerle, viendo con dolor como NamJoon rodeaba el cuello del guardia con sus manos, aprovechando su debilidad del momento que no le permitía defenderse— ¡Déjale!

Comenzó a apretar, sacándole un jadeo al guardia por la asfixia que no duró más que unos segundos ya que las fuertes manos fueron apartadas de su cuello. HoSeok fue capaz de alejar a su líder del peli blanco a la vez que el príncipe se colocaba como escudo entre ellos y su guardia, todavía llorando —¡Estoy harto! —fue el grito de NamJoon— ¡Esto es un maldito secuestro y él se convirtió en una carga que ya no estoy dispuesto a llevar! —apuntó a SeokJin.

Fue tu decisión traerlo, NamJoon —YoonGi le dijo quedándose al lado de JiMin, abrazándole para que no se moviera pues el marinero había tratado de ponerse de pie—. Jamás matamos por placer, lo sabes, lo prometimos desde el inicio NamJoon.

"DDAENG"   YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora