CAPÍTULO ONCE

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Otros más vendrán

     El sol se ocultaba en el horizonte, sumergiéndose en el inmenso océano. JiMin se sentía adolorido y con inseguridad, se encontraba sentado en el suelo al lado del gran felino el cuál devoraba la carne que dejó NamJoon, soltando leves ronroneos cuando JiMin pasaba su mano a lo largo de la espalda del animal.

Todo el día habían estado entrenando, tratando de enseñarle a pelear decentemente con la espada y explorando un poco su poder. No había aprendido nada nuevo, se lamentaba JiMin mirando al cielo anaranjado, deseando el haber podido ser capaz de hacer grandes cosas pero el tiempo no se lo permitió. Con la espada, podía defenderse pero entrar en un duelo contra un guardia le ponía en mucha desventaja, y con su poder, estaba seguro que si tiraba a alguien al mar podría alejarle lo suficiente para mantenerle lejos del barco. Tenía opciones.

YoonGi hyung —YuGyeom se acercó hincándose con bastante distancia del animal, mirándole fijamente a la espera de que el animal hiciese lo mismo, pero no fue así, continuó comiendo—, NamJoon hyung dice que tiene que ir a prepararse.

De su garganta salió un vibrante sonido amenazador que hizo al niño levantarse de un salto e irse corriendo de vuelta a la habitación, dejando solos a los dos en la cubierta de nuevo. JiMin volteó dejando de tocar al felino, pensando que cada vez quedaba menos para que algo pasara, algo muy bueno o muy malo. Pasó saliva.

Distraídamente su mano regresó a la espalda, dejando de sentir el cálido pelaje para encontrarse con suave piel. JiMin volteó asombrado para ver a YoonGi sentado pasando el dorso de su mano contra sus labios —Deberías de prepararte también. —señaló poniéndose de pie, el marinero volteó a otra parte cuando el miembro del mayor quedó cerca de su rostro.

¿A qué se refieren con eso? —preguntó levantándose también. El peli blanco, con una sonrisa satisfecha por la reacción del menor le tomó de la nuca y le acercó para besarlo, incluso mordiendo su labio y tirando de él, un beso tan intenso que mareó a JiMin, un beso que estaba determinado a dejar una marca, por si acaso.

Las ropas de JiMin fueron tiradas para apegar ambos cuerpos, permaneciendo así cuando las bocas se apartaron y YoonGi le habló —Ponte una bata, no sabemos si será necesario que te conviertas en tu animal.

Le soltó, marchándose para dirigirse a la habitación recogiendo sus ropas en el camino, dejando a JiMin con el deseo de que eso no fuese necesario. No quería matar a nadie, de ser posible.






     Las velas del barco hacían ruido al estirarse por el viento, impulsando al barco hacia adelante, acercándole al enorme barco a algunos metros ya. Era magnífico, cientos de luces colgaban de varias partes del barco para mantener una excelente iluminación en él y alrededor, podían verse aún desde la distancia personas caminando que seguramente eran guardias atentos a la obscuridad de las aguas, guardias que iban de un lado a otro. Sin duda un barco magnífico, el barco de la realeza.

Ve con cuidado, llegamos en un momento. —fueron las palabras de HoSeok sin dejar de mandar viento para avanzar más rápido, mientras a su lado, el águila real tomaba en sus garras el bulto de telas que planeaba cargar. Sus enormes alas se batearon elevándole en vuelo, desapareciendo enseguida en la obscuridad del cielo. Apenas y ponían ver entre ellos, YoonGi había apagado todas las luces del barco así podrían pasar desapercibidos más tiempo.

"DDAENG"   YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora