CAPÍTULO QUINCE

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No temas de lo que soy capaz


     Con todo el tiempo que tardaron en volver, JiMin imaginó que ya no estarían los demás en la taberna pero YoonGi insistió en que sí estarían ahí, por lo que se dirigían hacia el lugar a pasos calmados, escuchando los ruidos que hacía el pueblo durante la noche. Aún mojados y con arena sobre ellos, YoonGi ansiaba llegar a la casa de huéspedes para poder darse un fresco baño antes de dormir.

Tan concentrado estaba en sus pensamientos, que no se percató de lo que sucedía en la taberna. JiMin le tuvo que mover del hombro para que dejara de tener esa mirada pérdida —YoonGi. —susurró mirando al frente, al mismo punto que volteó a ver el mayor, frunciendo el ceño. Corrieron para entrar a la taberna que estaba envuelta en un gran desastre, si de por sí cuando se fueron había mucho ruido, este se había acrecentado por gritos de pelea y furia.

¡Vamos a matarte! —gritó un hombre lleno de rabia siendo sostenido por otros y con una mujer hablándole al oído, pero este parecía ignorar a todos. Gritó removiéndose para luego saltar y caer como un lobo, uno que aulló largamente a la llamada de sus compañeros. Hubo gritos, y JiMin vio con horror como más de un hombre presente se convirtió también, todos dispuestos a pelear, mejor dicho, a ir contra quien les había hecho enfurecer.

NamJoon se mantenía parado con una sonrisa altanera, aparentemente orgulloso de obtener esa reacción, mientras HoSeok se mantenía agarrándole del brazo, seguramente le había detenido momentos antes mientras se gritaban —Lobos, uhm, sólo son perros que puedo aplastar hasta dormido —se inclinó un poco hacia adelante, hablándoles a los lobos—, lárguense a rascarse las pulgas antes de que se arrepientan.

Llévatelos. —el susurro de YoonGi casi pasó desapercibido por JiMin. El peli gris volteó a ver a la mesa que habían estado ocupando, notando que tanto el príncipe como su guardia estaban atentos a lo que fuese a ocurrir, y a su lado, los niños estaban luciendo emocionados. JiMin asintió comenzando a caminar hacia ellos, pero fue jalado fuertemente hacia atrás cuando el primer lobo gruño y se abalanzó hacia NamJoon.

El controlador de fuego retrocedió con el marinero en sus brazos, ambos mirando como el lobo se lanzó y fue golpeado con fuerza en el hocico por una silla. Fue un movimiento rápido, NamJoon sólo tomó la silla de a al lado por su respaldó y la lanzó para evitar la mordida del animal, pegándole y haciéndole caer y deslizarse por el suelo hasta YoonGi y JiMin. Lloró el animal, y los otros gruñeron antes de correr para atacar en grupo.

» Salgan de aquí tan rápido como puedan, y no permitas que se escapen. —fue la siguiente orden. JiMin vio asombrado como HoSeok mandaba lejos a unos lobos y personas a su lado mientras NamJoon levantaba del suelo un gran pedazo de tierra, rompiendo el suelo y tirando a varios. El cachetón se sintió incapaz de moverse, pero luego de un empujón salió corriendo hacia el príncipe y el guardia, quienes ya estaban de pie.

¡Salgamos! —SeokJin asintió tomando del brazo al rubio dorado y tirando de él para sacarlo por la puerta que comenzaba a llenarse de gente tratando de salir. JiMin notó que sería difícil así que les detuvo— ¡Por ahí! —la ventana abierta fue la mejor opción y la más cercana, así que se dirigieron los dos mientras JiMin volteaba hacia donde estaban los niños. Jadeó al no verlos —¡JUNGKOOK, YUGYEOM! —había demasiada gente y gritos, dudaba que le escucharan.

Fue empujado y tirado al suelo, JiMin vio como varias mesas y sillas se rompieron cuando unos lobos cayeron sobre ellas, y segundo después, sin que tuviesen tiempo de reponerse, fueron prendidos en fuego. Dudaba acostumbrarse algún día a los poderes destructivos de los bandidos, y se preguntó si algún día podría hacer ese tipo de daño.

"DDAENG"   YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora