Prólogo

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Los cansados pasos de Yoongi se detuvieron justo al frente del enorme roble que lo separaba de él y de su objetivo que hábilmente se había escondido en algún lugar cercano en medio de los matorrales de aquel espeso bosque.

Su respiración era frenética y sus piernas estaban a punto de desfallecer pues había estado persiguiendo a Jungkook desde hace días y la verdad le estaba resultando una completa odisea. Y pues, aquello era entendible ya que Yoongi era el más fiel servidor de la nobleza (el estrato social más alto dentro de aquel feudo vampírico), había sido entrenado para pelear, servir y proteger desde su nacimiento hace quinientos años, pero eso no le quitaba el hecho de al fin y al cabo ser un vampiro común y corriente.

En cambio Jungkook, bueno, él era el heredero de la corona de su clan, principal miembro de la nobleza y que además le había sido otorgado un poder especial entre muchos otros que poseían los vampiros desde su nacimiento: el don de la teletransportación. De esa manera fue realmente fácil escapar de las manos de un cazador tan bien preparado como Yoongi, quien por órdenes de su Reyna había salido en busca de Jungkook para detener una locura que el encaprichado príncipe estaba empeñado en hacer.

Afortunadamente y luego de varias noches de persecución, Yoongi pudo notar que la esencia de Jungkook se había detenido en una parte en específico. El vampiro de ojos negros entonces apresuró sus pasos llegando a encontrarse al final en un pequeño claro de bosque.

Y ahora estaba allí, cansado y jadeante pero dispuesto a todo con tal de cumplir la orden que le había sido encomendada: atrapar a Jungkook a como de lugar.

—¿Fue difícil encontrarme?– una voz ronca y masculina rompió el silencio del bosque mientras Yoongi se ponía alerta y descubría sus colmillos en señal de ataque.

De pronto, un par de ojos plateados se asomaron por entre los arbustos como si estuviesen flotando en el aire. Yoongi inmediatamente extendió sus manos y tomó del suelo dos pequeñas piedras que por su don de nacimiento se convirtieron en dos afiladas dagas.

—Sabes que eso no va a servirte ¿Verdad?— la misma voz de hace instantes volvió a resonar en el lugar sin que en ningún momento Yoongi  bajara la guardia.

—¡Sal de una vez!— gritó cuando el silencio volvió a reinar en el bosque – ¿O acaso el todopoderoso Jungkook me tiene miedo? — exclamó mientras sus puños apretaban fuertemente las dos dagas hechas de piedra y sus ojos antes negros se tornaban de un intenso rojo carmesí.

—Como quieras.

Sólo eso bastó para que aquel par de ojos plateados desaparecieran como por arte de magia y en menos de un parpadeo hicieran su reaparición a espaldas de Yoongi.

El vampiro de ojos rojos supuso que Jungkook lo atacaría de esa manera, por lo que fue fácil evadir la poderosa patada que lo hubiera mandado por lo menos tres metros más allá.

Rápidamente Yoongi dio la vuelta encontrándose esta vez frente a frente con el enemigo. Sus manos todavía apretaban las dos afiladas armas que él mismo había creado mientras observaba la manera en la que Jungkook sacaba los dientes y sus plateados ojos intensificaban su color. Claramente se notaba que Jungkook estaba enojado, pero aún así había dibujado una sonrisa maliciosa en su rostro.

—¿Sabes? Eres muy optimista— habló el vampiro de ojos plateados mientras sonreía –¿Crees que podrás evitarlo? El destino ya está hecho— dijo en tanto se acercaba lentamente a Yoongi tal como lo haría un león que acecha a su presa.

La luz de la luna alumbraba aquel pequeño claro en el bosque y conforme Jungkook se fue acercando, Yoongi pudo apreciar el resplandor que la piel de su oponente irradiaba, sin duda alguna era sorprendente el poder que emanaba de su cuerpo, pero él no le temía a eso.

—No me importa lo que digas o creas — dijo retando al vampiro que estaba ya a casi pocos metros de él —yo te venceré— habló decidido y en ese momento sus pies tomaron una velocidad propia de un vampiro mientras con todas sus fuerzas se preparaba para embestir a su contrincante y clavarle una de las dagas en el torso.

Yoongi estaba seguro de haber calculado bien y de haber tomado el impulso y la fuerza suficientes. Su velocidad era propicia para noquear hasta a un elefante, pero justo cuando sentía que tenía la victoria en sus manos y a Jungkook clavado en sus afiladas armas, el cuerpo sólido de su oponente se desvaneció y reapareció otra vez a sus espaldas haciendo así que Yoongi diera un golpe al aire y cayera al suelo como efecto de su impulso inicial.

—Eres un tonto— dijo con arrogancia y luego se abalanzó sobre Yoongi quien antes de que pudiera reaccionar ya se encontraba siendo lanzado en contra del duro tronco de uno de los robles que se alzaban en ese bosque. Jungkook entonces lo tomó por el cuello y comenzó a estrangularlo con una fuerza descomunal.

Yoongi estaba desesperado. Sólo había cometido un error y en menos de un segundo ya se encontraba siendo masacrado y golpeado por su oponente. En vano trataba de zafarse, las manos de Jungkook se habían cerrado completamente en su cuello y poco a poco le estaban quitando el suministro de aire a sus pulmones.

—D-dé-jame— pidió como pudo mientras trataba de golpear a su captor. Jungkook entonces dibujo otra sonrisa y lo dejó caer como a un saco de papas al suelo, luego se inclinó a su nivel y le tomó la mandíbula antes de propinarle una tremenda bofetada que casi lo deja inconsciente.

—Ay… Yoongi— dijo mirándolo a los ojos— me das pena— añadió mientras posaba fijamente sus ojos en su víctima.

De pronto el pánico invadió todo el cuerpo de Yoongi. Él estaba seguro de que Jungkook no lo mataría pero tampoco lo dejaría sano y salvo. Sabía que aquellos ojos plateados lo habían capturado con el objetivo de hipnotizarlo y tomar el control de él, cosa que francamente le daba terror pues ese era el segundo don de Jungkook: la hipnosis.

—Solo duerme Yoongi, duerme— pronunció con delicadeza sin quitar sus ojos plateados de los rojizos ojos de Yoongi, y más pronto de lo que esperaba el vampiro en el suelo había caído en el más profundo de los sueños.

Hecho esto, Jungkook se levantó rápidamente y escondió sus colmillos mientras su olfato trataba de captar cierto aroma peculiar que había estado buscando desde hace días.

—Voy a encontrarte maldito bastardo— dijo en voz alta refiriéndose a su medio hermano, motivo de su búsqueda y por el cual estaba a punto de perder su derecho al trono— voy a encontrarte y te mataré.

Dicho esto, le dio un último vistazo al cuerpo de Yoongi tendido en el suelo mientras dormía plácidamente, deseando que aquel efecto le diera el tiempo suficiente para escapar otra vez. Y luego en un dos por tres, Jungkook desapareció de aquel lugar tan rápido que una fuerte ráfaga de viento se formó con su huida.

Pero justo en el momento en el que aquel vampiro desapareció, unos pequeños crujidos se oyeron alrededor antes de que un muchacho de cabellos rubios y ojos almendrados saliera de su escondite y corriera curioso hacia el inconsciente cuerpo de Yoongi.

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Hello! Éste es un nuevo proyecto que se me ocurrió un día de esos en los que tu mente divaga y se pone a fantasear con cosas imposibles XD

Espero que sea de su agrado y que puedan disfrutarlo.
¡Gracias por leer!

CLOSER [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora