19. Cuervos Y Cerezos

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Jimin despertó algo despistado después de una larga noche de descanso. Abrió los ojos con lentitud y trató de incorporarse en aquella cama que no le era para nada familiar. Se llevó las manos a los ojos para mejorar su vista y luego estiró sus extremidades mientras bostezaba con pereza. Sentía como si hubiese dormido por un día entero hasta que de pronto sus ojos somnolientos notaron el pequeño bulto que descansaba sobre el sofá de esa habitación desconocida.

Instantáneamente, todo lo que había vivido hasta entonces volvió a él en forma de un flash que se expandió por su mente haciendo que su cabeza le doliera.

  —Bien, ya despertaste— Yoongi había notado los movimientos del muchacho y ni corto ni perezoso se levantó de su lugar y apareció sentado velozmente sobre la cama en la que el otro lo vio con los ojos bien abiertos.

  —La última vez que te vi usando esa velocidad fue cuando me trajiste hasta aquí— recordó Jimin junto con la tremenda persecución que había vivido gracias a los lobos.

  —Deberías acostumbrarte— afirmó el vampiro recordándole sin querer que él no era simplemente un humano.

Jimin bajó la mirada al suelo como si todo aquello que su madre le había mostrado en la noche anterior volviera a sus ojos mientras recordaba que toda su vida había vivido engañado.
 
  —Ella te quiere mucho— Yoongi interrumpió las catástrofes de la mente de Jimin con una suave voz que lo devolvió a la realidad. —Por eso es que buscó la manera de recuperarte hasta el final.

  —Así parece— dijo Jimin mientras intentaba de a poco entrar en la etapa de la asimilación.

  —¿Te sientes mejor?— el vampiro cuestionó intentando cambiar de tema.

  —Un poco, aunque aún me siento algo débil y  cansado— dijo tratando de disimular una sonrisa que no le salió bien.

  —Ya veo— dijo el vampiro entrecerrando los ojos porque sabía que aquello no era del todo una verdad. —¿Crees que puedas acompañarme a un lugar? — propuso captando rápidamente la atención de Jimin— digo, para que al menos puedas distraerte y dejar de pensar en tantas cosas.

Jimin elevó débilmente la comisura de sus labios y asintió con la cabeza mientras un poco del brillo de sus ojos almendra volvía a él.

  —Bien, entonces prepárate— Yoongi se acercó a la cama en la que el muchacho estaba recostado y sin que el otro lo esperara lo levantó y lo cargó con sus dos brazos.

Jimin abrió los ojos y frunció las cejas al mismo tiempo en una expresión graciosa, y antes de que preguntara “¿por qué?” el vampiro le respondió sin necesidad de que lo dijera con sus propios labios.

  —No podrás caminar porque, si lo haces, perderás energía y eso no es para nada bueno. Así que bienvenido a tu medio de transporte, espero que los asientos te resulten cómodos.

El muchacho esbozó una sonrisa mientras enrollaba sus brazos alrededor del cuello de Yoongi.

  —Creo que estoy listo— dijo aferrándose mientras lo miraba a los ojos.

Dicho esto, el vampiro comenzó a “caminar” y esto entre comillas porque si bien a penas dio un paso, en menos de un segundo ya se encontraba en el vestíbulo y en otros dos segundos ya había bajado las escaleras que conducían a un largo pasillo que servía para salir al exterior del castillo.

  —Esperemos que te guste el lugar que te quiero enseñar— dijo Yoongi quien en unos segundos más había cruzado el largo pasillo hasta salir al exterior, y luego de un corto tramo se encontró frente a una gran construcción que parecía una casa hecha solo de ventanas que se alzaba en la oscuridad del interior de aquella montaña como la lumbre de una delicada vela que resaltaba su fulgor como algo único.

CLOSER [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora