CLOSER [YoonMin]

16. Entre la espada y el suelo

Rápidamente, Jimin terminó su comida y en seguida se puso un abrigo y sus zapatos para luego salir detrás de Yoongi.

El camino no fue tan difícil de recordar. Salieron de la puerta trasera del castillo y se dirigieron por los jardines iluminados con unos extraños candeleros que contenían una luz brillante parecida a la que Baekhyun podía crear con sus manos. Anduvieron sin mucha prisa hasta encontrarse con un extenso campo que estaba tapizado de césped seco.

Jimin no entendía cómo es que las plantas y árboles podían sobrevivir en ese lugar si ni siquiera llegaba el sol para hacer la fotosíntesis. 

  —Bien, ya llegamos— Yoongi anunció cuando al final de todo el campo se encontraron con unas cuantas habitaciones de madera que estaban al lado de un establo lleno de caballos —. Es aquí— dijo y luego procedió a tocar la puerta.

Un vampiro de ojos rojos y mirada tranquila los abrió al instante y sonriente saludó con cortesía.

  —¡Buenos días Yoongi! ¿Qué se te ofrece?

  —Buenos días Hoseok, traje a éste muchacho— dijo señalando a Jimin— te necesitamos para que él pueda aprender un poco de tus habilidades con el arco.

  —¿Entonces éste es el muchacho?— preguntó tratando de olfatear su aroma—¡Es cierto tal como decían! No puedo oler nada.

  —Tal parece que los chismes vuelan en este lugar— Yoongi reaccionó medio disgustado.

  —Siempre ha sido así Yoongi, lo sabes— afirmó Hoseok y luego se dio la vuelta para presentarse ante el extraño muchacho humano.

  —Hola, mucho gusto— dijo haciendo una reverencia— mi nombre es Jung Hoseok y soy parte de la élite de la armada real.

  —Soy Jimin— el rubio respondió con otra reverencia— también es un gusto.

  —Hoseok tiene el poder de la curación— Yoongi añadió al perfil del otro— además es muy bueno con el arco, la flecha y varias otras armas que usamos para pelear.

  —No exageres Yoongi— dijo medio sonrojado—, mejor empecemos de una vez.

Hoseok y Jimin trabajaron todo el día tratando de encontrar la mejor manera de que el rubio pudiese manejar el arco. Parecía sencillo al principio pero no lo era. Jimin tenía muchos problemas en eso de sujetar la flecha correctamente y tener puntería. En una ocasión apuntó tan mal que la flecha salió volando en dirección a Yoongi quien gracias al cielo esquivó el ataque con una velocidad impresionante o Jimin habría terminado siendo responsable de un vampiro herido gracias a su mala maniobra.

  —¡Vamos Jimin! ¡Sé que puedes hacerlo!— Hoseok lo animaba mientras el rubio se golpeaba la cabeza con una mano.

Aquel vampiro había sido muy gentil con él y ya le estaba empezando a caer bien, pero no podía evitar sentirse frustrado al pensar que todos sus esfuerzos estaban siendo en vano.

  —Podría preguntar algo?— Jimin trató de despejar su cabeza por un momento —¿Cómo es que mantienen los jardines y el césped si no llega ni un rayo de sol?

Hoseok sonrió.

  —No lo hacemos nosotros, en realidad lo hace Seokjin— aseguró con un toque de nostalgia.

  —¿Quién es Seokjin?— Preguntó curioso.

  —Es uno de nuestros compañeros de élite. Él tiene el poder de manipular las plantas y hacerlas crecer—. En ese momento los ojos de Hoseok decayeron haciendo notoria su tristeza.