- Bien, Kasumi... sal de aquí, es hora de que te de la luz y veas tu nueva forma. Te ayudaré a ponerte tu ropa nueva.
El sonido de las cadenas se volvió más fuerte y de arrastre, mientras la persona encadenada se esforzaba por levantarse del suelo agarrándose a la pared. Ella se acercó a agarrar su brazo despacio y levantarla. Al tocarla, le propinó una ropa especial para ella, pues la mantenía desnuda en la celda por razones que luego veremos.
- ¿Puedes mantenerte de pie? Tus pies no han cambiado...
- S-Sí...
Merlín estiró las manos hacia ella, que fueron tomadas por unas manos de color morado claro, con grandes uñas verdes, que daba torpes pasos hacia ella, arrastrando unas garras en sus pies color rosa palo.
- Mantente recta, sé que te cuesta, pero tu espalda lo agradecerá - Merlín la miraba con una tranquila sonrisa - Dime, pequeña Kasumi... ¿tienes ganas de verte?
- En realidad no... - contestaba con un hilo de voz mientras subían las escaleras despacio - no me gusta nada que tenga que ver con demonios... las personas corrompidas, su poder destructor... y si tú me dices que... tengo poder demoníaco absorbido por mi cuerpo cambiante... seguro que estaré horrible.
Merlín la miraba callada. Sabía que no le gustaría lo que iba a ver.
- Ya verás como no es tan malo... cuando tu cuerpo expulse todo este poder que rechaza, volverás a tener un cuerpo normal.
- Nunca he tenido un cuerpo normal, Merlín... - ella dio un pequeño tropezón que la Gula evitó agarrándola más fuerte.
- Tienes razón... algo que es maravilloso... - sonrió mirándole y relamiéndose los labios.
Sus ojos se fueron acostumbrando poco a poco a la luz, llegando a un cuarto perteneciente a Merlín.
- Está bien, te enseñaré tu cara ahora... - dijo yendo a por un espejo de mano y acercándose a ella - ¿Preparada?
Ella asintió despacio muy poco convencida. Merlín dio unos golpecitos al espejo con sus uñas sin dejar de mirarla y giró el espejo apuntando a su cara.
La chica se acercó a mirarse, levantando las manos a su cara, notando el nuevo color de su piel, el nuevo color de sus ojos y las marcas oscuras en su cuerpo, además de los cuernos en su cabeza. De sus ojos negros comenzaron a brotar lágrimas y apretó los dientes.
- Soy... horrible... soy horrible, horrible, horrible...
- No llores, cariño... - ella dejó el espejo y se volvió a acercar a ella - Esto será algo temporal... mi pequeña Zoba...
- Si no es que me importe este aspecto... es que... - ella se frotó los ojos - Diane... Gowther... el resto...
- ¿Qué no te reconocerán? ¿Qué no te querrán? Levantarle el ánimo a Diane es algo bastante costoso, y tu vuelta, con la forma que sea, será la solución. Además que Gowther también es especial. No tengas miedo de que no te quieran por ser así. Recuerdas que tu sacrificio junto con el de ese cerdo os supuso la victoria. Además, en cuanto esto sea un éxito, dejaré de llamarte Kasumi.
La chica volvió a coger el espejo de mano y se observó. Acarició con la punta de sus uñas los dibujos de su piel y sus prominentes colmillos, además de ver algo grande y negro detrás de ella con unos bonitos dibujos. Finalmente, sus manos llegaron a los tirabuzones acolchados de su pelo blanco, ahora con algunas tonalidades rosadas, desde donde salían unos cuernos con forma de corona.
- Ahora entiendo... por qué me has puesto Kasumi... - ella sonrió un poco devolviendo el espejo.
- ¿Te apetece dar un pequeño paseo por la ciudad? Iremos por los callejones, para que no llames la atención.
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Gowther X Reader - "¿Dónde Está Mi Corazón?" (Nanatsu No Taizai)
Fanfiction- Mi incesante búsqueda de sentimientos en este pecho vacío... ha llegado a su fin. Gracias por haber estado ahí, siempre confiando en mí y apoyándome en todo. Siento mucho no haber podido corresponderte cuando mostrabas amor por mí, pero ahora... t...