Capítulo 17

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-Te consumirás lentamente hasta que no quede nada de ti, absolutamente nada, perderás todo lo que amas si no te esfuerzas por salir. Verás a los demás felices mientras tú te ocultas patéticamente en un rincón, eso es lo que eres, un patético confundido que no sabe que hacer, que no sabe que es lo que quiere y con eso, consume las vidas de quienes lo rodean. Es lo que eres, un infeliz que intenta solucionar todo, intenta dar felicidad pero mira que has conseguido, los que quieres te han abandonado, te han defraudado y te han dejado flotando en el cielo en una nube que se desvanece poco a poco.

Desperté con el insoportable resplandor de la luz en mis ojos, ya había perdido la cuenta de mis días ahí, si era de noche o de día, y solo podíamos escuchar la fastidiosa canción navideña.

La policía me buscaba a mi, no al señor Montenegro, las personas pensaban que se había ido por viajes de negocios pero no fue así, estaba ahí, golpeado, sucio, hambriento y yo me encontraba con él y escuchaba sus lamentos todas las noches.

Escuchaba a Mónica que gritaba una y otra vez su nombre esperando a que se encontrara en perfecto estado de salud, eso es lo que más quería, hasta que un día, la puerta se abrió totalmente:

-Hermanito.- dijo Mónica y corrí a abrazarla, el señor se sentó en una esquina y no entendía por qué.

-¿cómo llegaste aquí? ¿Estás bien?.- pregunté.

-Tengo mucho que contarte.- y 2 hombres encontraron a la habitación y Mónica comenzó a hablar:

-Cuando entré al hospital no conocía a nadie, me sentía totalmente sola y tú permitiste que me internaran ahí.

-No es cierto.- dije
-SI LO ES.- gritó y siguió hablando.

-Un dia un chico llegó escoltado y a una habitación muy lejana y fue ahí como conocí a Zero, o Enrique mejor dicho. Solo salía de su habitación 1 vez por semana. En una de las visitas de la señora Montenegro ahí la conocí. Jordan igual me conoció a mi. Hablábamos vía correo electrónico y comencé a hablarle de ti, de mi familia, de todo, incluso de lo que le hacían a Zero estando ahí. Un día la señora Montenegro, vino a visitarme y ¿sabes que dijo? Las perras necesitan aprender el silencio y mire, Adacadabra. Intentó matarnos en año nuevo, a todos, sin piedad. Solo quería salvar a Zero y ahí me encontraron. Iba a visitar a la señora Montenegro y me dijo que me hiciera cargo de la ciudad, que tenía que eliminar todo lo que tuvo contacto con ella y que mejor que un tiroteo y un bombardeo explosivo. Tuvimos que asesinar a su propia hija por que ella sabía la verdad, tuve que darte la espalda. Me abandonaste ahí adentro, nuestros papás, nuestras familia, todo.

-¿tú tienes la culpa de esas pérdidas de vida? ¿Fuiste responsable?
- Hermanito, si. Si soy responsable. Somos responsables.
-Pero ¿por qué nos tienes aquí?
-Para esto....

En ese instante apuntó a la cabeza del señor y lo mató a sangre fría.
Sentí que todo mi mundo se volteaba otra vez, estaba tan oscuro, tan profundo, tan solo.

-Lo hago por ti.
-¿POR MI? ¿MANDASTE A ASESINAR PERSONAS?
-Solo eran 2, pero tenía que deshacerme de quienes se interpusieran en mi camino.
- No era necesario.
-No iba a permitir que me apartaran de ti, no lo iba a permitir, pero apareció Nicolás en tu estúpida vida.
-Hermana, pasamos por mucho y ahora ¿arruinas tu vida de esta manera?
-Tú arruinaste la tuya. Nicolás está en tu vida, yo no.

En ese momento me apuntó con el arma, me levanté y la tiré contra el suelo y grité:
-ES POR QUE NICOLÁS ESTÁ EN MI VIDA SALDRÉ DE AQUÍ.- y comencé a golpearla. Tomé el arma y salí corriendo y sabía que ella me estaba persiguiendo.
No sabía hacia donde ir. De pronto un chico se interpuso en mi camino, me tomó de la mano y dijo:
- Por aquí.

Corrimos a través de un amplio pasillo, doblamos a la izquierda hacia una puerta que decía: "Salida", subimos las escaleras y disparamos al candado; salimos juntos en plena lluvia nocturna, me adelanté mientras el chico se quedó atrás encadenando la puerta cuando de pronto el sonido de un cañonazo invadió el ambiente, el chico yacía en el suelo:
-¿DÓNDE VAS?.- gritó Mónica mientras me apuntaba con un arma y su nariz sangraba.
-DEJA ESTO Y RECOBREMOS NUESTRA VIDA JUNTOS COMO DEBE SER.
-¿Seguro Hermanito?
-Si hermanita, ahora baja el arma.

La bajó, intenté acercarme para intentar calmarla.
Cuando estábamos frente a frente, empezamos a escuchar las patrullas de policías acercándose al lugar:

-NO ME LLEVARÁN CON ELLOS. NO ME ALEJARÁN DE TI.- dijo y se apuntó con el arma en la sien derecha.
-Mónica, por favor, no hagas nada malo.
-Así estarás mejor, mucho mejor sin mí.

Apretó el gatillo y grité, sentí que mi alma desaparecía. No habían balas. Siguió insistiendo con el gatillo y de pronto los oficiales comenzaron a rodearnos, Mónica se tiró al suelo lodoso y comenzó a llorar, comencé a abrazarla.
Los oficiales la llevaron esposada.
Mis amigos llegaron con sombrillas y comenzaron a abrazarme. Había pasado una semana encerrado.
-Hay un cadáver abajo y varios cómplices.- dije a los oficiales.

15 minutos después, una camilla llevaba el cadáver del señor Montenegro y los oficiales llevaban arrestados a más de 6 hombres.

El 16 de julio, Mónica fue condenada a 40 años de prisión por múltiples homicidios, secuestro, ocasionar disturbios, tentativa de homicidio y complicidad con la señora Montenegro.
Ese día, intenté hablar con Alberto:
-¿qué pasó con Nicolás esa semana?
-Sus padres lo llevaron lejos por qué creían que también estaba en peligro por tener relación contigo. No hemos sabido nada de él, ni por sus redes sociales ni llamadas, ni mensajes, absolutamente nada de él.

Lo abracé y me sentí mal, había perdido al amor de mi vida. Entré a casa y todo era normal, como antes que Mónica regresara a nuestras vidas pero, sentíamos su ausencia en la casa, extrañábamos las buenas vibras que nos daba todas las mañanas, los consejos que daba a Arnaldo, sus intentos de cocina. Extrañamos todo.
1 mes después, estaba listo para la universidad y comenzar desde cero. La ciudad de las Luces tiene un gran historial de incidentes considerados tendencias y ahora yo era una tendencia, todos éramos tendencias. La tarde el 20 de agosto estaba empacando mi ropa, zapatos, libros, CD's de música y DVD's de películas, llevaba conmigo Igual imágenes familiares, Adriana, Alberto, Ruth y yo seguiríamos juntos en la universidad, distintas carreras pero iríamos al mismo lugares, tan unidos pero tan distanciados; aún no sabía nada de Nicolás e intentaba olvidarlo, así que era tarde Ruth llegó a mi casa.

-¿estás empacando?
-Si, ¿tú ya empacaste?
-Hoy lo haré.
-HAHA ¿Enserio usas esto?.- dijo mientras sacaba un calzoncillo con dibujitos de bob esponja.
-¿algún problema?.- respondí
-No, ninguno. Y comenzó a tocarme. Le toqué las nalgas y nos besamos, me tiró sobre la cama y le quité la blusa y el sostén, acaricié sus pechos y nos volvimos animales en la cama. Revivimos la pasión, la lujuria, el sexo entre nosotros, extraña esa sensación, y recordé el momento que conocí a Ruth jugando "7 minutos en el cielo".
Al día siguiente nos dirigíamos a la universidad, listos para comenzar desde cero, olvidar nuestros problemas y comenzar a explorar nuestro nuevo camino. Listos para nuevos retos, nuevas aventuras, nuevos problemas, nuevas personas, listos para todo lo que se interpusiera en nuestro camino.

El primer año estuvo bien, comencé a estudiar Animación Digital.
Ya nuestro segundo año, comenzó diferente, ¿qué cambiaría si nuestro pasado vuelve y se presenta en nuestro futuro?

LUJURIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora