LUJURIA

Capítulo 22

La última vez que había una gran luna, la ciudad de las Luces estaba llena de policías y abatida por un cruel asesinato, y luego, volvió a brillar, brilló 3 meses después de lo acontecido con la secta, y esa noche, fue la noche que dio comienzo a una nueva etapa de nuestro ciclo.
Si las estrellas tan solo hablaran, toda la verdad saldría a la luz , pero lastimosamente no es así, las personas te mienten una y otra vez y que sería del mundo sin las mentiras pues hacen de este lugar algo mejor, nos cubren los ojos y nos guiamos por sonidos que apenas captamos, no nos damos cuenta y llevamos con los ojos cubiertos mucho tiempo.
Las personas se enamoran pero con el tiempo el amor se gasta y entra un flujo masivo de mentiras y necesidades que no se pueden desvelar ni satisfacer, ¿es cierto? Pues creo que tengo muchas cosas por expresar. No es fácil estar rodeado por personas que se burlan de ti a tu espaldas, y el problema no es que no confías en ti, el problema es que no confías en nadie e intentas hacerte creer que todos son tus amigos, todos te quieren cuando no es así, mírate en un espejo y verás cuantas heridas cicatrizadas, sin cicatrizar y sangrantes hay en tu espalda. Soy tan iluso.

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Un mes después, habían muchos boletines con el rostro de Eddie, la policía no dejaba de buscarlo, los oficiales entrevistaban aún a los que asistieron a esa fiesta en busca de algún rastro, algún reconocimiento, alguna vista reciente pero nadie sabía nada y los que sabíamos mentíamos, debía proteger a Eddie y La Secta no garantizaba su seguridad ni por ser una de sus ratas de experimentación limitante, todo era un asco, y lo peor es que mi ex pareja era quien estaba al mando y no había escapatoria, teníamos que hacer lo posible por no perder lo que amábamos, ya 3/25 sus vidas fueron jodidas por rehusarse, 1 de ellos, su vida privada se hizo pública y los otros 2 tuvieron que irse del campus por motivos que no conozco.

¿Saben? Ahora, cada vez que cierro los ojos, tengo miedo de sucumbir en la temible oscuridad y que todas mis pesadillas me tomen y me lleven a un mundo en mi mente del cual no hay regreso. Es una carrera contra el tiempo, contra la vergüenza y contra la muerte. El nivel patético al que llegan las personas y la decepción que provocan.
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Estaba tratando de hacer un vídeo de 15 Segundos con un pato animado en 3D mientras comía frituras, de pronto una carta color negro con un listón blanco a su alrededor el cual decía mi nombre, fue lanzada por debajo de la puerta, abrí la puerta pero no había nadie y solo puede ver a una persona con capucha bajar por las escaleras, no pude ver su rostro.
Cuando abrí la carta, vaya sorpresa, el querido Nicolás y la querida Raquel iban a casarse en 1 mes, ¿increíble no?, una boda, ¿por qué iban a casarse, cuál era el propósito de eso? El líder de una extraña secta no religiosa iba a contraer matrimonio con un motivo que no conocía.
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Me perdía viendo los píxeles de la pantalla, miraba como realizaban pequeños movimientos que generaban grandes cambios:

-¿podemos hablar?.- dijo Raquel, y en instante la campana nos salvó, la clase había terminado. Pude sentir a Nicolás en Raquel, sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus palabras, el perfume que usaba cuando estábamos en ultimo año y aún usaba, extrañaba esos momentos en que solo éramos él y yo contra el mundo y nadie más, absolutamente nadie.

No había visto a Sebastián durante todo el día, desde que salí en la mañana. Cuando llegué casi a medianoche, la luz del apartamento estaba encendida y había música de fondo, de pronto, vi las piernas de Ruth alrededor de la cintura de Sebastián mientras sus manos acariciaban su espalda y los labios de Sebastián recorrían el cuello de Ruth, cuando me vio salí de mi habitación con el propósito de escapar de esa escena, pero Sebastián fue detrás de mi:
-Te lo he querido decir, hemos hecho esto desde antes que tú y yo comenzáramos una relación. La conocí en una cafetería.
-Ella es mi ex-novia y ¿acaso no pensabas decírmelo?
-No sabía cómo.
-Eres un idiota.- Me agarró de la camisa, comenzó a besarme y  tomó mi pene sobre el pantalón, luego me quitó la camisa, me llevó a la cama y ahí Ruth me quitó el pantalón y mi ropa interior, una cosa llevó a la otra y es ahí, donde comenzó uno de mis grandes errores, estaba en un triángulo amoroso del cual había un vínculo más fuerte a diferencia de los otros dos, y así es siempre, Javier accediendo a estupideces de las cuales luego se arrepiente.
Cuando despertamos, Sebastián había cocinando también para Ruth y los celos en mi interior explotaron:
- Voy tarde, te veo en el almuerzo Sebas.- y lo abracé.- un gusto verte Ruth.- le dije a esa chica.
Salí del edifico y fui al Bar, después de 20 minutos de estar ahí llegó Alberto y tomamos varias cervezas, si, que gran desayuno, quería olvidar mis asuntos y pasar tiempo con mi mejor amigo.
Vi a Celia tomar unos mojitos y me acerqué:
-Hey ¿cómo estás?
-Muy bien Javi ¿y tú?
-He estado mejor, he tenido una mala semana.
-Se nota.- dijo riéndose y viendo mi estado básico de ebriedad.
-¿Cómo ha estado Enrique?
-Mejorando, ya sus pulmones y páncreas funcionan mejor, me preocupa su hígado y su corazón, ha estado tomando medicamento para estabilizar la presión arterial y ritmo cardiaco.
-Si ocupas ayuda, ya sabes, cuentas conmigo.
-Oye, ¿cómo sabías lo que iba a pasar en la fiesta?
-Javier, no confíes en nadie, aquí ya nadie es lo parece, muchos forman parte de esa secta y se ocultan a plena vista, no confíes en nadie por favor.
-¿cómo sabes lo qué está pasando?
-Tú sólo hazme caso, ¿si?, nadie es confiable, pero si tus viejos amigos, al menos Adriana y Javier.
-¿por qué solo ellos?
- Te lo han demostrado, pero ¿y tú familia, te lo ha demostrado también?.- en ese instante le llamaron, se levantó de la mesa sin decir nada, solo movió su mano en señal de despedida y seguí tomando más cervezas.

Mientras yo tomaba, la policía allanaba la casa de Diego en busca de Eddie, buscaron rincón por rincón en esas 4 paredes, hasta que lo encontraron, lo golpearon hasta que dejó de pelear y dejó que lo esposaran; mientras él era apresado, yo estaba comportándome como un completo egoísta.

Eddie, en la cárcel, hasta los cuervos perdieron el control.