BLACK STONE ─PETER PARKER [SAGA DEL INFINITO]

CAPÍTULO 34

ACTO TRES | CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

❝nuestra responsabilidad❞

No puedo evitar preguntarme
si esta es la última vez que veré tu cara.
¿Estás son lágrimas o es la maldita lluvia?

Un mes después...

        No es  dificultad escuchar las charlas de los ancianos dos mesas a mi costado, pues a ellos no creo que se les haga problema que las personas escuchen su charla, la realidad es que se trata de lo mismo que hablan todas las personas el último tiempo. En la televisión de la cafetería puedo observar las nuevas noticias, en los títulos se lee la siguiente frase: "Piedra Negra ataca con su nuevo equipo", justo arriba de aquellas palabras se observa los vídeos de la cámara de vigilancia de una calle en Siria, donde aparezco con mi traje y antifaz, asesinando a una persona. Creo que nadie parece notar que aquel hombre tenía a su lado tres hombres con armas de contrabando Chitauri, pues eso no parece de relevancia cuando los ancianos a mi lado se dedican a chismorrear sobre la joven asesina que, por suerte, se alejó del chico de New York, el buen Hombre Araña.

— Por Dios, Laura —suelta una queja una de las chismosas—. Esta claro que esa niña es una demente, sangre inocente corre en sus manos. Gracias a Dios que separó de ese buen hombre. Todavía no comprendo como el Hombre Araña la mantuvo por tanto tiempo a su lado.

— Así son las mujeres de ahora, Laura, así son —escupe su, aparentemente, marido con una más que notoria misoginia que me hace rodar los ojos—. Busconas, Laura, busconas.

Esta claro que el vejestorio decide ignorar que la "buscona" no llega siquiera a los diecisiete años de edad, aunque claramente es algo de los que están enterados, como de mi nombre y hasta, no me sorprendería, que sepan mi documento. Pues todos parecen ignorar la ley de protección al menor desde que el general Ross, publicó cada dato sobre mí persona al mundo para "ayudar a la búsqueda". 

Por suerte, los ancianos se cansan rápidamente de lanzar su odio hacía mi, por lo que deciden cambiar de tema. Todo el mundo se encuentra muy preocupado por esta adolescente asesina, creo que se sorprenderían de saber que ella se encuentra sentada justo en medio de su amada cafetería. Ellos no lo saben, pues gracias a mis poderes mentales, cuando las personas me ven, en realidad, solo notan lo que yo les permito.

En este momento opte por dejarme ver como una adorable secretaria con lentes, la cual toma un café mientras escribe en su cuaderno. De todas formas, lo que usualmente optó es por una adolescente con cabello violeta, lo suficientemente llamativa como para que las ancianas critiquen a mi madre por dejar teñir el pelo a una niña, y también para que no me presten atención. En este tiempo descubrí que, a veces, cuando algo que es bastante llamativo, la gente no se interesa en buscar a fondo.