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El amor y el deseo con pasión que Momo y Sana tuvieron, se convirtió en una larga duradera siesta al terminar exhaustas y acaloradas por tanto placer, por tanto detalle que se dieron con sus besos y caricias y algo más... Que dejaron llevarse por sus emociones únicas en su círculo lujurioso en el preciso momento que sus auras fueron restauradas con sus sentimientos siendo una para la otra con la palabra de Sana, asegurándole a Momo que no olvidará ese beso que con solo besarla su amor se desencadenó entre ambas profundamente .

Sana despierta con pesadez y con una resaca que atormenta su cabeza por el alcohol que muy bruta bebió adelantándose sus pasos . Levanta su cabeza y lo único que entiende es el estrés en todo su cuerpo desnudo que al minuto se entera, llevando su vista hacia atrás para ver a Momo dormida profundamente, oyendo Sana la respiración pacífica de Momo y su rostro, dormida .

Ella sin moverse demasiado solamente voltea entre el brazo que la asegura con Momo, para deleitar más su mirada en la cara inconsciente de la mayor, admirándola en silencio y recordando todo, como Sana le aclaró en serio con sus propias palabras, enfrentando su embriaguez de pies a cabeza confiando en ella misma a pesar de su estado indecente .

Los gestos de Momo, las caricias, la rudeza que está le imponía a la hora de disfrutar como la complacía con amor y lujuria, mezclando sus sensaciones con su sentimiento .

Eleva su mano y acaricia con suavidad la mejilla revelada de Momo y alejando esos finos cabellos que cubrían su rostro . Miró la hora del reloj digital que está atrás de Momo sobre la pequeña mesa de luz marcando las 18:30 PM y al regresar su vista a la mayor, ella ve como los ojos de Momo despertaron fijamente para su atención .

Ninguna dijo una palabra, nisiquiera una sonrisa, tampoco una que otra expresión que genere curiosidad, miedo o desconfianza, Sana muy segura eleva su cabeza para poder besar la mejilla que acababa de acariciar muy sutil depositando un beso como resultado a que en serio dió su palabra .

Momo — No... Te olvidaste . —

Susurró con cansancio, al igual que ese parpadeo demostrando un gran estrés .

Sana — No . —

Devolvió ese susurro que chocaba entre sus labios manteniéndose sus miradas juntas con frecuencia .

Momo — Te amo... —

Dijo acompañada con una desequilibrada sonrisa y libera un gran suspiro calmando su miedo a que si despertara no encontraría a Sana en su cama y todo lo que sucedió fue un sueño diferente o... Para nada .

Sana es quien la abraza ahora mismo abalanzándose su mano y brazo sobre el abdomen y la cintura de su mujer y ocultando su rostro sobre su cuello respirando el aroma de su cabello despeinado y de su piel tibia .

Sana — Quiero quedarme así un rato... —

Pidió muy gentil y Momo como respuesta a su necesidad reconforta su abrazo quedando Sana en su propio regazo y con sus manos acomoda la sábana para taparse bien sus cuerpos .

Momo agradeció en secreto al corazón de Sana al no sentirse lastimada por ella, a confiar en su palabra y que nunca olvidará el gran momento que pasaron a solas y que aún siguen unidas, ya no más Momo será esa chica solitaria y frustrada por la persona que antes no le daba caso, no le daba paciencia, no le daba tiempo a que se pueda explicar, a que pueda darle su versión, todo eso desaparece entre las cosas que no tienen ni el menor afecto gracias a Sana, todo lo negativo se va y todo lo positivo aparece para curar las cicatrices de Momo que antes sufrió heridas tras heridas sobre el mismo lugar en su sentimiento amoroso .

Siempre Fuiste Tú [ SaMo ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora