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Momo dejo la mesa impecable y ocupada con los utensilios necesarios para la comida ; con un pintoresco estilo japonés . Las cosas en el comedor progresa bien gracias a la buena atención que Momo invierte por Sana, mientras que la invitada luego de ducharse por veinte minutos, esta secando y vistiéndose con las prendas que la mayor con gratitud le ofrece .

Momo ¿ Qué más falta ? ¡ Oh, si !

Preguntó, por andar casi olvidadiza en su quehacer recordando lo último que faltaba mostrarse en la mesa . Troto para llegar rápidamente al refrigerador y abrir la puerta y por último sacar una botella de vino tinto bien refinado, que lo mantenía anteriormente guardado para alguna ocasión especial y esta... Es la indicada para que la botella se destape .

Deposito la bebida en la mesa y dejo dos copas grandes a un lado de la botella de vidrio reflejándose suavemente el color rojo de su tinto .

Una puerta se abrió y se cerró a lo lejos, dándole entender a Momo que Sana salía de su habitación y de pronto retira su delantal de cocina y lo acomoda muy bien sobre la manija en la puerta de su cocina .

Momo — Siéntate... La comida está lista . —

La menor bien llegaba al comedor y Momo gentilmente la invita a almorzar, Sana se comportaba un poco extraña e inquieta en sus expresiones silenciosas, miraba hacia abajo sobre la prenda grande y ligera que lleva y cubre su cuerpo ; eso le preocupa y incómoda demasiado .

Momo — ¿ Todo está en orden ? —

Interrogó la mayor, por no recibir ninguna respuesta de Sana que inmóvil está desde el otro lado de la mesa .

Sana — S-si... No pasa nada . —

Respondió muy tímida y toma asiento tranquilamente, observando sorprendida todo lo que hay sobre la mesa y desvía la mirada hacia Momo .

Sana — No era necesario que te molestes Momo . —

Opinó por la ofrenda que amablemente Momo preparó y no esperaba esa respuesta de Sana, pero suspira y se sienta desde el otro lado de la menor sin darle mucha importancia a su cuestionamiento .

Momo — ¿ Vas a negarme que no tienes hambre después de trabajar toda la mañana hasta el mediodía ? —

Preguntó muy razonable . Y Sana sin mencionar nada destapo su plato y un gran vapor sale del recipiente donde se mantuvo caliente la comida y sus ojos brillan de tanto apetito que siente, cambiando su actitud .

Sana — Retiro lo dicho... —

Contesto y Momo suelta una pequeña carcajada, para así hacer lo mismo que Sana y dejar la tapa a un lado y tomar sus palillos de madera y enrollar lentamente sus fideos y mezclarlo con el huevo frito esparciéndose sobre el resto de la comida y llevar un gran bocado a su boca, cubriéndose con su otra mano, evitando que sus labios se revelen al momento de masticar constantemente .

Sana — Mh... ¡ Esta delicioso ! —

Exclamó luego de dar el buen bocado y sus mejillas se sonrojan con tan solo probar la comida que preparó Momo, en donde la simpleza se disfruta sin importar que tan sencilla sea su preparación . Momo muy feliz por las palabras de Sana, ganándose su evaluación, sonríe notablemente y asiente en gesto de agradecimiento .

Momo — Gracias... Yo quería preparar algo caliente después del agua fría que nos empapo afuera . Siempre es recomendable hacer comidas calientes... —

Explicó y Sana asiente una y otra vez estando con su boca llena saboreando su comida . Momo bajo sus propias manos por un momento, mirando con atención y en silencio a Sana comer, al percatarse que la menor sostiene su copa vacía, Momo con esa misma gentileza agarra la botella con vino y a parte el saca corchos y retirar la tapa a presión .

Siempre Fuiste Tú [ SaMo ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora