Caché || One Shots

.-Magia-.

"Habría jurado que Dani estaba aquí."  Murmuro Mafe algo confundida, volvió a verla y negó con una sonrisa "No se preocupe, hablare con ella en la escuela, no vemos señora."  La más baja se alejo con las quejas de la madre de Daniela de fondo, había algo en ella que le producía calma, era como Daniela cuando no estaba a la defensiva o nerviosa.

Era la tercera vez que habla con la madre de Calle, las tres veces la había visto desaparecer corriendo mientras ella se acercaba y su madre la ignoraba, "¿A que le temes?"  Pregunto bajo y acomodo el bolso en su hombro.

Daniela Calle era una chica extraña en su clase de dibujo, los primeros días no había llamado su atención, pero al ver su trabajo la mitad del salón se acerco a hablarle, aunque ella de algún modo había desaparecido de un momento a otro, tenia esa capacidad, aunque todas esas veces la vio moverse nerviosa y correr hacia la puerta.

"¡Vale!"  Grito mientras quitaba su bolso y lo lanzaba a un lado de la puerta, su padre se molestaría por eso "Poché, ¿Por que siempre gritas?"  Se quejo su hermana mientras baja y caminaba junto a ella hacia la sala "Intente hablar con Calle hoy."  Explico bajo, se recostó en el sofá y se hermana no tardo en empujarla para sentarse.

"¿Aun lo intentas?"  La miro desde el suelo y frunció el ceño "¿Tiene algo de malo?, es que..., No lo sé, Vale."  Soltó un suspiro y miro el techo "Ella tiene magia."  Comento algo bajo y se levanto, su hermana menor la miraba con el ceño fruncido "Solo has hablado dos veces con ella Poché, ¿Lo dices de verdad?"  Asintió y se sentó junto a ella, rodeo su cintura con sus brazos y descanso su cabeza en su hombro "Lo digo muy en serio."  Suspiro.

"¿Por que lo dices?"  Valentina pregunto curiosa mientras observaba los zapatos algo sucios de su hermana, era una desventaja de tomar clases en el salón de arte, el camino para llegar a el era de tierra "Es que no la has visto, no se explicarlo muy bien pero ella es como mamá, de esas personas que te produce calma solo con su presencia."  Comenta algo confusa, Valentina aprieta su mano.

"Si es como mamá, quiero conocerla."  Asintió y acaricio el hombro de su hermana "Primero debo conocerla yo, ¿No crees?"  Vale soltó una pequeña carcajada y asintió "Tienes que cambiarte Poché, Papá no tarda en llegar."  Soltó a su hermana menor y se levanto.

Camino hasta las escaleras y antes de subir la miro unos segundos, ella es solo un año menor, no suele verla en la escuela, los salones de arte y canto están extrañamente alejados, cuando entro a su cuarto no tardo en quitarse la ropa y camino hacia el baño.

Tomo una pequeña ducha y al salir escucho los gritos de su padre, recordó haber tirado su bolso en la entrada y suspiro, se vistió.

"¡Poché!"  Grito su padre al verla bajar, se acerco a abrazarla, cuando se separaron le entrego su bolso y señalo las escaleras "Ya voy."  Volvió a subir y dejo su bolso en la cama, tomo su teléfono y bajo corriendo.

"¡Papá!"  Grito, camino hasta la cocina y lo vio, él se estaba preparando para cocinar "¿Si?"  Lo abrazo y él le dio una pequeña sonrisa "¿Que tal la escuela?"  Movió la cabeza "Aun no puedo hablar con Dani." Suspiro y se acerco a una silla para sentarse "¿Por que?"  Volvió a suspirar "Yo no lo sé, es muy tímida y no logro nada."  Se quejo, su padre la miro divertido.

"Quizá ella aun no esta preparada para eso."  Comento y dio media vuelta para comenzar a cortar los ingredientes "O simplemente sale corriendo."  Susurro bajo obteniendo una mirada confusa de Juan Carlos "Nada, voy con Vale."  Se levanto y camino hasta la sala.

Estuvieron ahí sentadas hablando de cualquier cosas hasta que Juan Carlos llamo a Valentina para que le ayudara, las habría llamado a ambas, pero no se lleva muy bien con la cocina y prefiere mantenerse alejada.

Alguien toca el timbre de la casa y se levanta para abrir "¿Daniela?"  Pregunta confusa al verla de pie y con un pequeño pastel "Mamá me obligo."  La escucho susurrar bajo, sonrió "¿Que pasa?" Daniela tiene las mejillas rojas y se ve muy avergonzada "Nada, mi madre les manda esto."  Chasqueo la lengua y sonrió "¿Por que eres tan tierna?"  El color en el rostro de la más alta se intensifico "Maria Jose"  Se quejo.

"Dime Poché."  Volvió a sonreír "¿Y eso porque?"  Señalo el postre "Mi mamá."  Volvió a repetir, la miro seria y ella asintió "Es una disculpa por irme corriendo así..., Todas estas veces."  Asintió, Daniela jugaba con el plato del pastel y tomo sus manos "Lo siento, me da nervios verte jugar así."  No soltó sus manos, Daniela no se veía incomoda, más bien sorprendida.

"Lo siento, no se muy bien como actuar con otros."  Hablo algo bajo "No importa."  Poché asintió de nuevo y quito el postre de las manos de la más alta "¿Quieres pasar?"  Daniela asintió algo tímida y se hizo a un lado, ella se adentro en la casa y sonrió, usualmente la veía con el ceño fruncido o haciendo muecas, así que verla sonreír le sorprendió "Tu casa es linda."  Comento ella.

"¿Poché?"  Valentina se acerco a ambas y la miro confusa "Es Daniela."  Comento bajo, Valentina se acerco más a Calle y comenzó a caminar a su alrededor, logrando ponerla incomoda "Poché."  Su Padre salió de la cocina mientras limpiaba sus manos, alzo una ceja al ver a su inesperada invitada.

"Daniela, ¿Cierto?"  Pregunto con una sonrisa, ella asintió "¿Te quedarías a comer?"  Se acerco a las más alta y sostuvo su mano mientras sonreía "¿Puedes?"  Daniela asintió, como si no le quedara otra opción, aunque luego del pequeño abrazo que María Jose le dio, tenia una sonrisa en su rostro.

"¿Lo ves Vale?"  Pregunto en un pequeño susurro mientras buscaba vasos, Valentina asintió "¿Es difícil de explicar?"  Comento bajo, ambas miraron a Daniela, estaba hablando con su padre y se veía tan calmada.

"No, solo..., es difícil de comprender, ¿No crees?"  Valentina asintió y camino hacia el comedor, Daniela aun hablaba con su padre, era extraño, pero el lugar brillaba con magia al tenerlos a ambos ahí, era un ambiente tan lindo, de paz y armonía.

Daniela Calle es una persona mágica, aunque posiblemente ni siquiera lo sepa, pero si ella le da la oportunidad, no va a dudar en decirlo siempre.