.-Secreto a voces-.

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-Joven Ruiz, Daniela quiere verlo-. Comento del modo más formal y lleno de odio que podia, no tenía ni idea de que hacia ese idiota ahí pero fuese lo que fuese no era nada bueno- Sigame por favor-. Dio medía vuelta y apretó la agenda contra su cuerpo, era bastante obvio que el chico de traje tras ella estaba mirando su trasero, Dios, Mario Ruiz es un chico insoportable, ¿Qué tenía que hacer en la compañia después de que Daniela le terminara? ¡Nada, literalmente nada!

Abrio la puerta de la oficina y la sostuvo para él, esperaba que Calle le diera la orden para irse pero eso no ocurrió -Garzón, quedate y cierra la puerta, por favor-. Siguio la orden de Daniela, los chicos frente a ella habían terminado su relación hace más de un mes y no es que le diera celos verlo ahí nuevamente, pero el chico tenía la palabra "Tóxico" grabada en la frente, Calle de ningún modo merecía estar cerca de alguien como él -No entiendo por qué quieres a la secretaria aquí, Dani, pero da igual-. La voz grave del chico le daría dolor de cabeza, se mantuvo hojeando la agenda en sus manos, en veinte minutos tenían una reunión.

-¿Qué es lo que necesitas Mario?-. Pocas veces la había oído hablar tan fríamente y para ganar aquello Ruiz había hecho bastantes cosas desagradables, observó por sobre sus gafas como el castaño sonreía, aquello era un mal augurio -Ya sabes, Amor, me parece tonto que  sigas molesta conmigo, te di tiempo para que te calmaras y ahora vengo a buscarte para que vayamos a una cita-. La sonrisa coqueta en su rostro creció y ambas chicas fruncieron el ceño al tiempo, era idiota.

-¿No te quedo claro la última vez qué todo entre nosotros terminó?-. María José acomodó sus lentes y volvio a retomar su postura firme, la sonrisa del chico aún no se borraba -Estas confundida Daniela, soy el Amor de tu vida, debes estar conmigo-. Ambas chicas tenían ganas de golpearlo, cada cosa que decía era más estúpida que la anterior y eso ya era un récord -Ruiz, ni por todo el dinero del mundo volvere contigo-. Una leve sonrisa asomó en el rostro de la peli-azul y Mario no tardo en notarlo, la expresión de su rostro cambio de coqueta a molesta en cuestión de segundos -¡¿Es por esta zorra?!-. Señalo en su dirección mientras con su otra mano golpeaba el escritorio.

-Te agradecería que no la llamaras así y no, María José no tiene nada que ver en esto-. Pese a las palabras de Calle el castaña no llegó a calmarse y empujó la silla hacía atrás -Cuándo ella llego toda nuestra relación se fue a la mierda, ¡Es una zorra que intentó quitarme a mi novia! ¡¿No lo entiendes Amor?! ¡Nosotros estaríamos bien si ella no hubiese llegado!-. A mitad de los gritos del chico María José se dio cuenta de la sombra bajo la puerta, había alguien de seguridad ahí y solo faltaba gritar un palabra para que se llevaran a Ruiz, sujeto el extremo de la silla de Daniela, Mario da miedo molesto.

-¡Eres una puta y asquerosa lesbiana! ¡Alejate de mi novia, ahora!-. En su cólera el castaña intento acercarse para golpearla, se resguardo tras el asiento de su jefa y la agenda quedo tirada en el suelo -¡Seguridad!-. El grito de Daniela sonó fuerte, la puerta se abrió de golpe y un chico bastante alto tomo a Mario en una llave -¡Todo el mundo lo dice, te revuelcas con una puta cada fin de semana!-. Ruiz intentaba luchar contra el hombre que lo sostenía, pero la diferencia de la fuerza de ambos era bastante notoria.

-¡Cierra la boca de una vez Ruiz!-. Daniela empujo la silla hacía atrás, María José logro moverse a un lado, otro encargado de seguridad cruzó la puerta -¡Poché no es ninguna zorra!, ¡Nuestra relación termino por tu culpa, superalo de una puta vez!-. La rabia que demostraba la expresión de Mario ya no llegaba a asustar a Calle, tenía suficiente de él -Nos veremos de nuevo Ruiz y espero que consigas un buen abogado-. Hizo una seña a los de seguridad y volvió a su silla mientras Mario gritaba mil estupideces de fondo.

-¿Cómo te sientes?-. La voz de la peli-azul temblaba un poco, la invito a sentarse en sus piernas -Estoy bien, Mario solo es un idiota y no quiero prestarle atención a nada que tenga que ver con él. ¿Te dije qué te ves hermosa vestida así?-. María José bajo la mirada a su atuendo, una falda blanca sensilla, blusa pastel y tacones altos, no era nada exagerado, sonrío un poco y acaricio el cabello de la castaña mientras recostaba su cabeza en su hombro.

-Tan boba-. Murmuró, el olor del perfume de Daniela era exquisito, tan relajante y dulce. Su relación era un secreto a voces pero poco importaba mientras se mantuviesen juntas, Calle era su otra mitad y tenía toda una vida para disfrutar con ella. Aunque le hubiese costado que la aceptara luego de su relación con el castaño, pero bueno, cuando alguien quiere algo con el alma busca el modo de conseguirlo y rendirse no es una opción, dejo un corto beso en sus labios y se levanto -Aún tienes una reunión gordi-. Le dedico una mirada dulce y recogió la agenda.

Caché || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora