.-A veces solo un segundo-.

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Observaba toda la ciudad por el gran ventanal de su departamento, lograba ver pequeñas manchas en la calle, personas que corrían, ahora no lograba entender cuál era la necesidad de hacerlo, cada uno en su propio mundo, sin detenerse un segundo a mirar alrededor.

Solía ser como ellos, apoyo su mano en el vidrio, solía ser así antes de Daniela, correr por todo, con ella aprendió a valorar las pequeñas cosas de la vida, despertar con alguien especial al lado, los abrazos, los te amo, las frases y los momentos con gente importante.

Daniela le había enseñado a ver un mundo distinto, más lleno de luz y amor, pero ahora que ella no estaba volvía todo a ser monotonía, un lugar sin vida, se alejó del ventanal y camino hasta el sillón para recostarse en el, miraba el techo como si fuese lo más interesante en su vida.

"¡¿Por qué?!" Se sentó de golpe, su respiración estaba agitada, observo todo a su alrededor, ya había anochecido, soltó un suspiro y se levantó, ¿En qué momento se había quedado dormida? Camino hacia la cocina y busco un vaso para servirse agua.

Daniela volvió a su mente, soltó un suspiro y dejo el vaso en su lugar, solo faltaban unas semanas, solo eso y se cumplirían siete meses desde que la perdió, aun no quería admitirlo..., Pero era la verdad, aun le costaba no llorar cada vez que alguien hablaba de ella.

Su teléfono comenzó a sonar, se escuchaba bajo, camino hacia su habitación para buscarlo, cuando abrió la puerta la melodía dejo de sonar, soltó un suspiro, lo busco en la cama y su mesita de noche, pero no estaba en ninguno de ellos, se sentó, había un pequeño sillón en la habitación, había sido idea de Daniela.

El único lugar donde podía estar, al menos en la habitación, era la mesita de noche de Calle, pero se había asegurado de no tocar sus cosas desde el día que se enteró de su muerte, Juana le había sugerido varias veces que tirara algunas de esas cosas, pero prefería dejar todo así.

Se levanto, iba a lanzarse a la cama, pero la melodía que indicaba una llamada volvió a escucharse, mordió su labio y se acercó a buscarlo.

Dicen que el tiempo ayuda a sanar, pero realmente se sentía peor que antes, despertaba todas las mañanas sin el calor del cuerpo de la castaña y sentía un vacío por dentro.

"¿Hola?" Escucho un suspiro y supo que se trataba de Manuel, él chico que, para ella, era la viva imagen de su difunta prometida "¿Manu?" Escucho el llanto del chico y se preocupó, antes de conocerlo jamás creyó que iba a volver a encariñarse con alguien así, lo veía como si fuese su hijo "¡Descubrí quien es mi mamá!" El grito le hizo alejar el teléfono de su oído.

Manuel vivía solo con su abuela, es lo que le había contado. Él solo conocía a su abuela y por lo que ella le había dicho no tenía ningún otro familiar vivo, durante los últimos meses él pequeño, que en realidad es más alto que ella, le pidió ayuda para saber quiénes eran sus padres, algo confuso.

"Manu, ¿Quién es?" Intento prepararse para aquello, Manuel soltó un suspiro antes de hablar "Se llamaba Antonia." Mordió el interior de su mejilla y asintió "¿Se llamaba?" Pregunto en un susurro "Ella falleció hace cinco años, tuvo un accidente." Volvió a asentir "¿Tu abuela nunca te dijo nada de ella?" Manuel hizo un sonido extraño, casi un quejido "Nunca, creo que le avergonzaba hablar de ella..., Antonia escapo, se fue a otro país a perseguir sus sueños, y cuando volvió estaba embarazada, no tenía idea de cómo cuidar a un niño y no estaba preparada para afrontar esa responsabilidad..., Al menos eso dijo mi Abu." Soltó un suspiro y se levantó.

Tres meses después.

"De Daniela Calle." Leyó y sonrió, luego mordió su labio, cada vez estaba más cerca "Poché, sabes que te apoyo en todo, ¿Verdad?" Rodó los ojos, pero asintió luego hizo un pequeño sonido "¿De verdad estas segura de querer hacer esto?" Miro su muñeca y sonrió con melancolía, aún tenía esa pulsera de luna que Dani le había dado hacía varios años "Claro que estoy segura, Calle dejo esa carta para mí, ninguna de las dos sabía que eso iba a pasar, Dios, estábamos a días de nuestro aniversario, ¿Realmente crees que no voy a querer leerla?" Hablo rápido y al final soltó un suspiro, debía aceptarlo.

"Lo sé, ¿Cómo va todo con tu proyecto?" Sonrió y se levantó, camino hasta el ventanal y observo el cielo por varios minutos antes de contestar "Genial, es increíble volver a trabajar así." Juana soltó una risa y aviso que debía cortar, se despidieron y se quedó unos minutos más mirando la ciudad, camino hasta su escritorio y busco su nombre, había distintos resultados, noticias sobre su trabajo principalmente, pero ahora también había noticias del accidente.

Alguien toco la puerta y negó antes de quitar la vista de su computador "¡Pase!" El cabello castaño y desordenado de Manu apareció y luego su rostro con un gran sonrojo, sonrió "¿Que pasa Manu?" Se levanto y lo abrazo "La extrañaba." Sonrió aún más y lo invito a sentarse "Sabes que hiciste todo un revuelo al subir ese trabajo, ¿Verdad?" Intento mantenerse seria pero luego de ver el rostro arrepentido del chico negó "Manu, no importa..., En algún momento se iba a saber y la verdad fue mejor así..., ¿Quieres ver cómo va avanzando el proyecto?" Él asintió emocionado y se levantó para rodear el escritorio.

"Poché es muy lindo." Sonrió y se levantó para dejarle su silla al pequeño, Manuel la miro unos segundos antes de sentarse y terminar de ver las fotografías "¿Cuándo crees que será la exposición?" El castaño se encogió de hombros y miro las fotografías con más atención "Al paso que va, creo que dentro de uno o dos meses." Él volteo a verla con una gran sonrisa, se alejó hacia una estantería y tomo su cámara.

Dos meses después.

"No puedo creer que tu proyecto secreto haya sido esto todo el tiempo..., Debí esperarlo." Juana acababa de llegar a su lado, iba vestida semiformal y sonreía entre algunas lágrimas, Manuel estaba a un lado de ambas del mismo modo, sonrió y miro el suelo, se sentía bastante avergonzada, había diversas personas caminando alrededor mientras miraban con atención las fotografías.

Mafe le había avisado que llegaría más tarde así que no debía preocuparse aún por su reacción, Juana la abrazo y al separarse la obligo a mirarla "Poché eres una personita llena de magia, es increíble tu modo de conservar vivo el recuerdo de alguien tan especial para ti..., Te amo pequeña." Volvió a abrazarla y sonrió.

"María José dentro de unos minutos debes subir a decir unas palabras." Asintió y se separó de su mejor amiga, miro al castaño y él se lanzó a abrazarla "Es increíble todo lo que haces y lo que eres capaz de transmitir." Susurro cerca de su oído, al separarse dejo un pequeño beso en su mejilla.

Al menos diez minutos más tarde y luego de hablar con distintas personas, entre ellos sus amigos, se acercó el mismo chico de antes para buscarla, cuando le entregaron el micrófono su corazón latía con fuerza. Cuando subió al pequeño escenario todos voltearon a verla y comenzaron a acercarse.

"Quiero darles las gracias a todos por venir hoy..., Cuando conocí a Dani jamás pensé que llegaríamos a vivir una historia así, Juana, mi mejor amiga fue la responsable de cruzar nuestros caminos, lo nuestro inicio con una amistad y sin pensar en la posibilidad de ser algo más..., Pero uno no elige a quien amar, ni tampoco piensa a quien puede perder. De la noche a la mañana muchos de mis sueños se hicieron trizas, el casarme, compartir el resto de mi vida con la persona que amo..., Ahora..., Todo eso acabo, aunque quisiera rehacer mi vida con alguien más, sé que no podría amar a ese alguien como a ella, le di todo de mí, jamás creí que iba a perderla..., al menos, no tan pronto, y ahora tengo dos angelitos que me cuidan y todo esto..." Señalo su alrededor, Juana observo todas las fotografías con una sonrisa.

"Quería despedirme de ella, quería hacerlo bien, no frente a su tumba y sin siquiera poder contener las lágrimas..., creo que, ahora, comprendo que aunque nos despedimos de alguien fallecido en su funeral, no lo hacemos del todo, sino hasta que estamos listos, no para dejar ir su recuerdo..., estamos listos para dejar ir el dolor que significo perderla..., Lo que quiero decir..., es que, uno nunca sabe cuánto tiempo estará alguien en su vida, no hay modo de saber si los planes a futuro podrán llegar a cumplirse. Daniela me enseñó a valorar cada momento con alguien especial..., Sé que valió la pena cada minuto que estuvimos juntas..., Y aunque me gustaría volver el tiempo atrás para evitar ese accidente, valore cada minuto juntas..., No me arrepiento de nada en nuestra historia, incluso las pequeñas y tontas peleas, porque cada obstáculo que enfrentamos pudimos superarlo juntas..., Lo que quiero decir es que, puedo vivir con esto porque siempre, cada instante juntas, lo valore como un tesoro y hoy tengo muchos recuerdos hermosos, no hay ninguna voz que me diga que pude haber hecho algo distinto, mejor, o haber valorado más su presencia..., Con ella, de algún modo, todo fue perfecto mientras duro..., aunque haya sido solo un segundo..."

Caché || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora