Caché || One Shots

.-Instituto destino-.

Había algo en su historia que no cuadraba, alguien mejor dicho, él. Desde que apareció las cosas habían cambiado, nada le indicaba que era responsable, pero lo sentía, muy en el fondo sentía que todo era su culpa.

"¿Paula?" Johann había entrado a la habitación, hizo una mueca al ver todas las cosas "Estas obsesionada con esto."  Negó, ¿Cómo podía explicarle lo que había descubierto hace a penas unas horas? "Mi Tío me asigno esta misión Johann, no planeo arruinarlo."  Él se acerco y miro por encima todos los papales que cubrían la mesa y las fotos en las paredes.

"Sabes que ella también es mi misión, ¿Cierto?"  Asintió, realmente no sabía porque les habían asignado a ambos el mismo caso "Ella, pero son ambas."  Comento bajo y observo una de las paredes, había una foto de una castaña "Pero no me ves obsesionado, ¿O si?"  Frunció el ceño y volteo a verlo molesta.

"Johann, sabes perfectamente que hay algo que no cuadra en su historia, que hay alguien que sobra, y lo único que hiciste luego de mirar un estúpido papel fue decir que era Daniela."  Lo empujo, él frunció el ceño "¿Es que acaso no entiendes que ellas no tienen dos historias distintas?, ¿Que no entiendes que ellas son únicas?, ¿Entiendes que si no hacemos bien esto, se va a joder todo?"  Hablo rápido, él asintió.

"Paula, sé perfectamente lo que piensas. También creo que es el culpable. Las he observado un año, creo que fue tiempo suficiente para decir quien sobra en ese lugar."  Hablo molesto, ¿No era la única que notaba eso extraño?, ¿Entonces por qué nadie hacía nada? "No me juzgues por lo que dije antes, no quería tener esta misión, quería darle una solución rápida a algo a lo que se le debe dar tiempo."  Susurro lo ultimo, él se acerco a la mesa y busco algo entre los papeles.

"¿Qué haces?"  Hablo confusa, él volteo a verla unos segundos para luego seguir buscando entre el desparramo de papeles, cuando al fin encontró lo que buscaba lo tomo y se acerco a la pared, estaba llena de fotografías, pego el papel en el medio y se alejo.

"¿Qué?"  Fue lo único que logro decir, observaba lo mismo que el chico, alguien más solo vería fotografías de lugares y personas al asar, pero ellos sabían el trasfondo de todo "Johann eres un genio."  Murmuro aún anonadada y volteo a verlo con una sonrisa.

Frente a ellos la historia de dos chicas que, vida tras vida, tenían algo pendiente, se podía observar quienes eran antes y quienes son ahora, junto a ellas estaba él, alguien que siempre llegaba a arruinar todo.

¿Cómo explicarlo?, Él aparecía en un momento especifico, confundía a una de las dos y ellos terminaban juntos, no había ningún patrón, por eso había sido tan difícil descifrarlo, pero ahora que estaban seguros de todo, no tardarían en quitarlo del camino.

Johann fue el primero en salir de la habitación, todos los nombres y lugares que ahí estaban, toda esa información, ya no servían de nada, pero si había sido muy importante hace a penas unos segundos, siguió al chico con una sonrisa.

El Instituto Destino desde fuera era solo un lugar que enseñaba arte a jóvenes talentosos, Esteban Galindo manejaba todo, pero la verdad, aquel instituto no era más que una fachada para algo realmente importante.

La primera vez que piso el lugar se sentía feliz, la oferta de su Tío por entrar a un instituto tan prestigioso como lo era Destino había causado eso, pero en su mundo las cosas eran distintas, Destino en realidad era una institución que manejaba las historias de todas las personas, de todo el mundo y de todas las épocas.

Con clases de defensa personal e historia, el instituto era como cualquier otro, se ajustaba a las capacidades de cada estudiante y los perfeccionaba en distintas áreas, Paula Galindo la mejor estudiante en el área de Investigación, <se encargaba de descubrir los errores en el destino de las personas>.

Johann Vera, el mejor estudiante en el área de Ajuste de cuentas, <se encargaba de acomodar todo para que el destino se cumpliera>, ambos hace un año y medio fueron encargados a la misión <Magia y dificultades>, Ninguno había entendido del todo porque la llamaron así.

Pero desde ese momento se han encargado de descubrir que hace a las historias de Daniela Calle y Maria José Garzón cruzarse, y aunque quizás en el fondo lo sabían desde el inicio, era hasta ahora que podían comprobarlo.

Ambas chicas tenían un amor pendiente. Una historia juntas que jamás llego a concretarse y algo que quizás pensaron pasajero. Paula se movía por los enredados pasillos con una sonrisa, Johann la sostenía de la mano y caminaba a su lado, finalmente podían decir que su misión avanzaba.

Lo único que quedaba era quitar del camino a la única persona que evitaba que ambas pudiesen estar juntas, pero aunque no sonase complicado, ambos debían entrar en acción y eso realmente lo era, además que tomaría su tiempo.

Pero lo único concreto es que ambos serán el empujón que falta para que aquella historia de amor comience.