.-Vida sin ti-.

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"Hace cientos de años una diosa se enamoró de una esclava." Comenzó a hablar mi padre, amo esta historia, a pesar de que ahora tengo dieciséis años, recuerdo que me la cuenta desde que era pequeña, siempre interpreta de algún modo lo que dice, mi madre, cuando estaba viva, la odiaba, no soportaba estar cerca de ambos cuando el iniciaba su relato "Poco a poco logro ganar su corazón." Hace un gesto con las manos y no puedo evitar sonreír por ello "Pero sin que ninguna se diera cuenta, otro dios puso sus ojos en aquella esclava y lejos del amor que la diosa sentía por ella, él solo quería poseerla, utilizarla para su beneficio, ¿Y por qué no?, Hacer pagar a la diosa por viejas disputas." Frunzo el ceño y sin poder evitarlo vuelvo a imaginar a aquel sujeto, tiene una mirada obscura, llena de malicia, rencor y odio, el cabello negro y cejas gruesas "Una tercera diosa se involucró en la historia, completamente maravillada por el amor de ambas chicas, observándolas en secreto, por más siniestro que suene." No puedo evitar soltar una carcajada, sé esta historia de memoria gracias él, conozco la importancia que esta tercera diosa tiene.

"Él dios se presentó frente a la esclava como alguien bondadoso, pero por más intentos que hizo, no logro ganar su corazón." Sonrio algo burlona y mi padre me mira divertido, se acerca a mi cama y se sienta junto a mis pies "Cegado por la ira de saber que alguien más la tenía, alguien que él odiaba, ideo un plan para llevársela lejos de cualquiera, incluso dioses, aunque eso significara dejar de ser un dios, volverse un demonio, incluso aunque eso significara pactar con dioses traicioneros y malignos, solo por llevarla lejos, por tenerla, se volvería el peón de alguien más." Frunzo el ceño y me siento, hay una parte de esta historia que jamás me ha gustado, y esas palabras inician la peor parte.

"Perfecciono su plan, pensó en cada pequeño detalle y cuando llego el momento de llevarlo a cabo, algo fallo, alguien que no debía estar estuvo, otro dios muy distinto a los anteriores, inferior a ellos, mucho más débil. Cuando él intento acercarse a la esclava, la diosa reacciono y tal y como lo pensaba, la resguardo tras ella y entonces, un demonio la sostuvo, alejándola de ambos." Miro hacia otro lado imaginándolo, no sé de dónde mi padre saco esta idea, pero la primera vez que me conto esta historia tuve pesadillas.

"Pero lo que ellos desconocían era la presencia de los otros dos dioses." Asiento algo cansada, tengo sueño, pero que mi padre cuente esta historia siempre me hace mantenerme despierta "Ambos pelearon, ella iba ganando, y él completamente cegado por la idea de perder, lanzo una maldición sobre ambas, el día en que el corazón de la esclava comenzara a confundirse, el volvería y se la llevaría, pero antes de poder terminar de hablar el otro dios se abalanzó contra él." Suelto un suspiro y vuelvo a recostarme, hace mucho tiempo él decidió contarme esta historia detalladamente, y era todo menos un cuento para niños, parece arrepentido por eso, yo dejé de verla como un simple cuento cuando cumplí catorce años, cuando después de tanto insistir el decidió que era suficientemente grande como para saber todo.

"La otra diosa intervino, pero ya ninguno podía librarlas de aquella maldición, había una segunda opción y era darles la posibilidad de salir bien de aquella situación, entonces, completo lo que el maligno dios no había podido acabar, dejándoles una salida a la que sería difícil llegar." Le di la espalda y él acaricio mi cabello, odio la parte en que se pone a rimar sin darse cuenta, es irritante "Vida tras vida, hasta el momento en que el corazón de la esclava se confundiera, estarían juntas y recordarían cada pequeño detalle, como un libro, cada una de sus vidas iba a estar escrita, y hasta que llegara el momento y se distanciaran, nada podría contra ellas, y él no aparecería sino hasta que estuviesen alejadas la una de la otra, pero su amor iba a vivir siempre." Termino su historia y yo voltee a verlo "¿Un amor eterno?" Volví a preguntar lo mismo que cuando era más pequeña "Quizá, pero recuerda la maldición Calle." Fruncí el ceño y asentí, aun después de haber escuchado esa historia miles de veces no sé muy bien que quiere decir con que el corazón de la esclava se confundiese "Papá." Lo llame, él dejo de mirar sus manos y me observo atento "¿Qué significa lo que dijo ese dios?" Frunció el ceño y rasco su mejilla "Quizá cuando ella se enamore de alguien más." Negue enseguida, muy en el fondo siempre he sentido que esa no es la respuesta, además, se está contradiciendo.

"Quizá que le pida tiempo." Hablo bajo y sin estar muy segura, me mira pensativo y luego sonríe "Somos muy imaginativos, buenas noches pequeña." Desordeno mi cabello y rodé los ojos por eso, es molesto, dejo un beso en mi mejilla y se alejó hacia la puerta, apago la luz y me deseo dulces sueños.

Caché || One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora