Caché || One Shots

.-¿Calle?-.

Matu observaba a la peliazul, moverse con agilidad por el campo de pruebas, con una sonrisa, es la primera vez que María José utiliza unas botas especialmente diseñadas para ella, al crearlas había tenido en cuenta muchas cosas, desde el hecho de que no se viesen llamativas, hasta el hecho de que fuesen comodas de usar.

La peliazul había cambiado en los ultimos años, la primera vez que la vio a penas tenía quince, pero por su altura y facciones no parecía más que una niña, tenía sus ropas desechas y estaba de pie a un lado del Jefe, temblaba de pies a cabeza y observaba todo con miedo, sobre todo al sujeto que tenía su mano apoyada en su hombro.

Aún recordaba las palabras que el sujeto de traje había dicho a todos en aquel infierno "Tuve suerte de encontrarla, ella va a ser mi pequeña maquina de matar, no como ustedes experimentos fallidos." Su voz era fría y nadie jamás había visto su verdadero rostro, se escondía tras una mascara completamente negra.

Poché estaba condenada a ser un experimento, todos ahí lo eran, en el momento en que el virus desperto en cada uno su destino fue sellado, pero la pequeña castaña se veía distinta a todos ahí, algo le decía que debía mantenerla con vida.

Las facciones de la peliazul habían cambiado, ya no parecía una niña, siempre había sido bella pero ahora resaltaba mucho más, mientras la veía dar una vuelta en el aire y aterrizar golpeando un fierro, doblandolo, pensaba en como el tiempo había pasado volando, su pequeña castaña indefensa ya no existía.

Alrededor del campo de pruebas se había juntado una gran multitud, todos observaban a la peliazul facinados, aunque guardaban distancia, ninguno quería morir ahí mismo.

Cuando Poché termino de probar todas las funciones de las botas se acerco a ella, llevaba una libreta para anotar todo lo que pudiese decirle, cuando la más baja quito su mascara sonrió "¿Puedes agregarle cuchillas?, por lo demás estan perfectas Matu." Asintió mientras apuntaba lo que le había dicho y le entrego un pañuelo, ella le agradeció mientras se limpiaba el sudor de la frente.

"Pronto estaran listos los guantes, podras controlar mejor tus poderes, y el traje completo ya está en tu habitación, dentro de una semana estara todo listo, ¿Algo en específico para mejorar en tu mascara?" Su mejor amiga observo la mascara en sus manos y sonrió, no sabía porque, pero le parecio algo gracioso "Tengo el diseño y mis anotaciones en la habitación. Por ahora reune a todos en el salón principal." Apenas termino de hablar volvió a colocarse la mascara y se quito las botas.

Dio el aviso enseguida, desde la muerte del Jefe, Poché era quién mandaba, sabía las razones de porque lo había matado, pero todos los demás ahí desconocían aquello. Cuando el Jefe murió la peliazul cambio todo, ya nadie luchaba por dinero, los experimentos habían acabado y la estructura de todo el lugar había sido modificada.

En cuanto llego a su habitación se cambió de ropa, no llego a ducharse porque debía dar un aviso, la "academia" se había mantenido inactiva por casi un año, el mismo tiempo que pasaba desde que había visto a Daniela por última vez y aunque intentara no pensar en eso aún quería encontrarla, estaba terminando de atar los cordones de sus botas cuando alguien llamo a su puerta.

"¿Ly?, ¿Qué demonios haces aquí?, ve al salón principal, ahora." Fue bastante fría con el pelinegro, pero el aviso que debía dar era de suma importancia "Solo quería agradecerte, pero está bien, ¿Vamos juntos?" Solto un suspiró y asintió, Ly solo tenía quince años, lo habían encontrado al momento de tirar el cuerpo del Jefe, él estaba huyendo de unos mutantes y no dudó en ayudarlo, el virus también estaba en él, solo que sus poderes habían despertado hasta hace poco.

Caminaron en silencio hasta llegar al salón principal, abrieron las grandes puertas y todos voltearon a verlos, pese a llevar lista de todos los estudiantes que tenían, no podía saberse los nombres de los cientos de chicos que habían ahí, camino hasta el pequeño escenario y subió en el con total tranquilidad.

"Bien, es de suma importancia que esten todos aquí hoy. Hace aproximadamente un mes los mutantes han aumentado, como saben solo hay tres reacciones al virus; desarrollas poderes, te vuelves un mutante o eres inmune a el y vives como un humano normal. Todos ustedes están aquí porque desarrollaron poderes." Matu se posicionó a su lado y sostuvo su mano, le dedico una sonrisa y continuó.

"Lo que quiero decir es que ha llegado el momento de que utilicen sus poderes para luchar contra los mutantes, y también por supuesto contra otros humanos que buscan dinero, hacer daño a los demás y ayudar de algún modo a que los mutantes sean más fuertes." Suelta la mano de su mejor amiga y suspira "Sé que podrán estar asustados, pero créanme, lo peor que enfrentaran no son los mutantes sino los humanos." Baja del escenario y comienza a caminar por entre los estudiantes, le hace una seña a Matu y ella sonríe.

"Serán divididos en grupos, se les asignaran distintas áreas y cumplirán con misiones cada mes, cada grupo podra hacer el diseño de su escudo." En cuanto termina de hablar Ly se acerca a abrazarla, le corresponde y se separa de él sin siquiera sonreír, le recuerda a la primera vez que llego al infierno, solo que ahora ya no lo era más.

Una semana después.

Corría con agilidad entre las cajas gigantes, no estaba cansada ni mucho menos, Matu le daba indicaciones atraves del trasmisor, podía escucharla a la perfección y se sentía relajada pese a estar corriendo.

El sonido de sus pisadas a penas si se escuchaba gracias a las botas, el suelo bajo sus pies era iluminado por una tenue luz azul que salía de estas, las cajas comenzaron a desaparecer pero fueron reemplazadas por algunos mutantes y enmascarados.

Una sonrisa creció en su rostro y activo una de las funciones de sus botas, salto hacía la pared y comenzó a correr por ella mientras se acercaba al techo, los disparos no tardaron en llegar pero era más rapida "¿Cuantos hay?" en cuento llego al techo se detuvo y se arrodillo, pese a que la posición incomoda en la que estaba se quedo ahí unos segundos.

"Son cuatro mutantes y dos humanos." Sonrió y volvió a correr, cuando estaba suficientemente cerca del primer mutante salto y dio una vuelta, la cuchilla de su bota se activo y cayó sobre su cabeza, volvió a impulsarse para saltar a la pared más cercana y sacó su pistola mientras corría.

Se detuvo unos segundos y apunto, la bala se incrustó en el craneo del segundo mutante y volvió a correr en la pared, golpeo su arma contra su pierna y disparo a unos pilares, su mascara se modificó y dio un salto hasta el tercer mutante, sostuvo su cabeza y la electricidad ilumino levemente su rostro unos segundos, cuándo estuvo segura de que estaba muerto lo solto y el impulso junto con las botas la llevaron al techo por segunda vez.

Volvió a golpear su arma contra su pierna y luego apunto al último mutante, cayó al suelo en un ruido sordo y observo con diversión como los chicos miraban a todos lados sin llegar a encontrarla, se impulso y dio un giro para caer con gracia sobre el suelo, apoyo sus manos y se concentró, el destello que hicieron los cuerpos al electrocutarse fue lo único que iluminó el lugar por unos segundos.

Camino por entre el humo azul con una sonrisa, apunto a la puerta que la llevaba a la siguiente habitación y disparó.

Matu gritó para alertarla pero fue tarde, chocó contra la pared gracias a la fuerza el golpe, se levanto enseguida y su mascara se modificó, observó a la chica frente a ella con una sonrisa, porque estaba segura de quién era.

Comenzó a bajar con lentitud pero antes de tocar el suelo la chica lanzó un cuchillo que impacto en la pared detras suyo, lo obervo un segundo antes de correr, la fuerza de la explosión la llevó a elevarse unos metros y terminar contra una caja, rodo los ojos y de un salto se puso sobre ella, su mascara volvió a modificarse y golpeó su arma contra su pierna, disparo al techo de la habitación y pronto estuvieron rodeadas de un humo azul.

Salto al suelo y apoyó sus manos, hubo un leve destello y se levanto para correr hacía la chica mientras guardaba su pistola y una cuchilla salía de su guante, la apriciono contra su cuerpo y corto la mascara.

"Daniela." Susurro con una sonrisa, ella intentaba forcejear pero no le servía de nada, solto un suspiro y apoyo su mano a un lado de su cabeza, se levanto por el impulso y golpeo sus guantes entre si, apuntó hacía la castaña y Calle pronto estuvo rodeada de vendas que le impedían moverse.