¿Quién podría dormir después de esa noche?
No yo, definitivamente.
Cuando me miro en el espejo de los baños tengo un aspecto horrendo. Estoy despeinada, con unas ojeras oscuras y gigantescas debajo de las bolsas hinchadas por el sueño. No he pegado ni un sólo ojo. ¿Alguien puede culparme? He visto morir a dos hombres, he oído los lloros de mis compañeros por perder a su amiga, he pasado la mejor noche en años, me he perdido el beso de mi vida pero también me han roto el corazón. Todo en uno, es como una promoción de los carteles de cine de Fairytale: "Venga hoy y disfrute de dos géneros cinematográficos por tan sólo un ticket". Jamás he visto una película, pero creo que el día de ayer bien podría haber conformado parte de alguna. La trama sería dramática: ¡miren a la pobre infeliz! No ha logrado conseguir ni un mísero beso y un policia casi le arranca la cabeza con el garrote. Aunque dejaría de ser interesante si se supiera que la infeliz es una esclava. Es aburrido cuando los genes exigen tener una personalidad entregada a los demás, a nadie le atrae demasiado.
Muevo la cabeza para espantar los pensamientos negativos que se enroscan en mi mente cual serpientes venenosas y hambrientas, y no me dejan pensar en otras cosas más que en lamentarme internamente. Hoy es un nuevo día. Y como bien me he repetido desde anoche, soy una esclava. Los esclavos no hacemos más que bajar la cabeza y trabajar, continuar a pesar de las circunstancias. No tenemos derecho a pensar en los muertos porque casi estamos muertos en vida, falsamente engañados con destellos de libertad. Podemos caminar libres en la ciudad, de todos modos, ¿A dónde escaparíamos? No tenemos créditos ni para pagar un transporte hacia la casa de nuestros amos. Y en caso de que lo intentáramos, nuestro aspecto observado con un mínimo de atención nos delata. La policia nos devolvería a la familia de amos y luego el ama de llaves nos colgaría delante de los otros esclavos para dar el ejemplo.
Malditos Narradores, una nube gris se cierne sobre todos nosotros y traigo un humor de perros, me he levantado con un ánimo oscuro. Estoy tan cansada...Podría hacerme la rebelde y quedarme en la cama. ¿Qué podría pasar? Me río entre dientes de manera amarga. Me romperían los pies otra vez, eso es lo que pasaría.
Odio Fairytale.
Levanto las manos y acomodo el nudo en mi cabello, reanudando las hebras oscuras que se han soltado de la coleta. Sin quererlo las marcas de los dedos de James emergen debajo de la manga azul de mi vestido. Son huellas rojizas y alargadas en la piel de la muñeca, donde tiró de mí la noche anterior.
Miro hacia todos lados, temerosa de haber sido vista. Aunque si me cuestionaran podría mentir que me había atrapado un policía y que escapé de forma heroica. Cualquier cuento sería más que creíble que narrar que fui al Parque de Diversiones con mi amo. Lenore, la esclava, paseando de la mano con su bonito y refinado amo. Hasta a mí me hace gracia ahora, ¿acaso fue real?
Subo las escaleras hasta la cocina y me siento en una silla vacía junto a la mesa del comedor. Otra vez hay té de hojuelas viejas y tostadas de pan de ayer. Mildred ha querido fingir que es comprensiva con la muerte de Mary Ann, por lo que también ha colocado azúcar y mermelada de zapallo alegando que era la favorita de la muchacha. Es un gesto odioso en realidad, si de verdad era su favorita, ¿por qué no la dejó probarla cuando aún vivía?
Bjorn entra en el comedor con aspecto tan agotado como el mío. No se lo ve bien. Me mira desde el otro extremo y asiente con la cabeza, pero no se acerca y tal vez es mejor así. Le saludo con el mismo gesto y termino mi te y el último trozo de pan tostado en silencio. El humor de todos es como el mío, nadie habla, ni siquiera nos miramos. Nos sentimos como unos hipócritas aquí sentados, como si fuera un día igual a todos.
_El amo James tomará el desayuno en su habitación._dice Alexia con voz alta y apremiante. El corazón brinca en mi pecho ante la perspectiva de pasar la mañana con él, podré obtener algo de información sobre la espantosa masacre que nos atormentó y me tranquilizará con su amable sonrisa para borrar las falsas predicciones que se susurran en mi mente.
Me levanto con rapidez de mi silla y ella me hace un ademán negativo con la mano._No, él ha pedido por Dominique. ¿Dónde está?_ sus palabras son como un puñetazo en el estómago. ¿James no quiere verme? Creí que todo estaba bien ahora, aún recuerdo su mirada... dijo que hablaríamos en la mañana. Bueno, antes de sus disculpas... quizás se ha arrepentido de pedirme perdón, ¿quién soy yo para que él tenga que hacerlo? Aún así, los recuerdos de anoche continúan llegando y pinchando, intentando hacerme creer que no estaba equivocada, que no imaginé que él también me deseaba.
_¡Aquí estoy!_la voz de Dom llega desde el otro extremo de la cocina reconfirmando en dónde he quedado yo. James no quiere verme.
_Ya que Dominique tendrá que trabajar en la habitación, tú vendrás conmigo._afirma Mildred, sonriendo de forma lobuna. Genial.
La anciana detestable me lleva hasta el jardín con otro par de esclavas que ha terminado su desayuno en tiempo record. Me han tocado las tareas pesadas desde temprano: cargar macetas grandes de barro es la tarea favorita de Mildred.
"Ponla allí, llévala para allá, traela aquí, colócala en este sitio, pongan esta otra aquí, mejor en aquel sitio, no me convence, dejémosla donde estaba." Esas son las órdenes de Mildred repetidas hasta pasado el mediodía. Ayer la casa ha quedado limpia y más que barrer para quitar la suciedad de todos los zapatos que pisaron el suelo de mármol de la casa después del festival, no hay otra cosa que hacer. Entonces Mildred nos tortura para divertirse. Conforme llegan más esclavos, más tareas inútiles encuentra para ocuparnos en la mañana. Trasplantar árboles y otras plantas es otra de sus favoritas, aunque a mí me envían a buscar flores para los jarrones de la casa.
_¡Qué mejor que alegrar el día para todos que embelleciendo un poco el lugar con bonitas y fragantes florcitas!_exclama. A mi me alegraría dormir tan sólo unas míseras horas, en paz. Anoche he trotado desde el parque hasta aquí y mis músculos han dolido todo lo que lleva del día. Y luego del esfuerzo con las macetas estoy peor, arrastro los pies con lentitud para moverme entre las plantas y obtener las malditas flores para los jarrones. Mildred quiere colocar rosas, azucenas, jazmines, azahares y flores de melocotón, pero no me ha dado ni una bendita tijera de podar. Con las manos todo se dificulta, esa es la idea, a ella no le importan los rasguños sobre mi piel.
Maldigo con cada roce, corte y raspón de las espinas y las ramas hasta que tengo un buen alto de flores. Y así termina mi tarea en el jardín, transpirando por el Sol de mediodía, embadurnada en tierra con las manos heridas y sucias y las piernas débiles, fingiendo que anoche no pasó nada.
Y supuesto, no espero un descanso que no llega ni un poco de información sobre el estado de los esclavos en Fairytale. Después de una ducha y un almuerzo igual de deprimente que el desayuno, me toca la biblioteca. Es el único sitio donde amo ir después de todo, pero cada libro allí, ya sea en su sitio o fuera de lugar es un recuerdo de James Alcott y me doy cuenta de que yo misma he arruinado todo. He asociado a mi amo con lo único que me daba algo de libertad, una identidad diferente de la que me había otorgado Fairytale cuando nací.
Se me llenan los ojos de lágrimas y suspiro para evitarlas mientras deslizo un trapito por el borde de la madera de los estantes. Ahora todo es "Fairytale", los libros vuelven a ser prohibidos, un anhelo de lo que quiero tener y no puedo.
Por la tarde, mi cuerpo ya no da más de agotamiento. Me duele, quiero parar. Pero no tengo más remedio que subir las escaleras a duras penas para cambiar de turno con Dominique. Me he mentalizado en la biblioteca, me he abofeteado mentalmente para quitarme este absurdo enamoramiento, pero no hay manera, mi corazón se detiene cuando vislumbro su imagen del otro lado de las puertas dobles, yendo de aquí para allá en sus pantalones deportivos y su camiseta ajustada. Ya no importan sus palabras de la noche anterior, ni su desprecio de ésta mañana. Él tenía razón, Audrey Alcott y la mayoría de las mujeres nos complicamos con hombres que no nos convienen o que jamás nos mirarían de vuelta. No lo había comprendido hasta ahora.
_Lo se, mi amor._canturrea en el teléfono._Lo prometo, sí.
Mi amor.
Es una herida más en mi maltrecho corazón. Soy patética, suspirando por un hombre que nunca va a mirarme de otra forma. Ni siquiera se que soy para él, ¿su amiga o su esclava? Las palabras de ayer me lastimaron profundamente, después de tanto tiempo sintiéndome especial él me bajó de mi nube. Entonces ¿nunca he sido más que eso? Yo creí... cuando miré sus ojos en el Parque pensé que James veía más allá, que había una posibilidad... Soñé bailando ese vals. ¿Tan equivocada estaba? Me incliné para besarlo, cerré los ojos... hice el ridículo completamente.
Él continúa paseándose por la habitación con una sonrisa tatuada en el rostro y yo sólo puedo pensar en que no me llamó esta mañana.
_Iré cuando acabe todo, necesito estar al tanto. Lo se, te llevaré a cenar._ruedo los ojos y aparto la vista de James. Bridgette Landon es una estúpida, yo aquí suspirando por él, nerviosa por los acontecimientos pasados, y ella lloriqueando por cosas innecesarias y carentes de importancia._de acuerdo, compra los vestidos que quieras. Adiós._un suspiro largo llega desde el otro extremo antes de que la imagen de mi amo reaparezca, esta vez en la sala.
_Oh, Lenore..._susurra él cuando me ve. Es incómodo, no se que hacer, qué decirle. Es obvio que James no me quiere aquí con él, sino habría pedido que viniera esta mañana.
_Buenas tardes._digo, y me quedo donde estoy con la cabeza gacha. Ya no se en qué acabó todo cuando se fue de mi habitación, fue algo confuso entre una pelea y una reconciliación ridícula, y ahora me siento ignorada. Pero no tengo derecho a quejas, si él no quiere verme o hablarme, está bien.
Mi amo camina hacia los sillones y se sienta allí con su móvil sin decir una palabra. Volvimos a lo de antes, a lo de "no es propio, amo", cuando él vivía su vida y yo le observaba de lejos tratando de disimular, dedicándome pura y exclusivamente a James Alcott cada día. Pero ahora es más doloroso porque una parte de mí está completamente segura de que lo sabe, que estoy enamorada de él. Habría sido un ciego si no se hubiera dado cuenta anoche, cualquiera lo habría hecho. Se que todo esto se debe a eso. Me ha tratado con respeto y amabilidad y ha ganado que su boba esclava babee por él.
_¿Has podido dormir?_pregunta después de un buen rato mirando su teléfono. ¿Acaso le parece que he dormido?
_No..._replico, un poco insegura. Su pregunta es de lo más casual, pero continúa distraído con su móvil, tal vez con mensajes de Bridgette Landon. Entonces James asiente y luego niega con la cabeza, como si no supiera qué demonios significan los gestos.
_Creo que nadie lo ha hecho.
_Creo que no._las palabras se sienten pesadas, incómodas, como una mera formalidad. Estamos hablando por pura educación, él no va a ignorarme después de la cercanía que tuvimos hasta ayer, y yo no dejaré de contestarle porque no sería correcto.
_¿Aún estás enojada conmigo?
_No, no lo estoy._estoy enojada conmigo misma.
James suspira y arroja el móvil sobre los almohadones. Buscá en la pequeña mesita al lado y encuentra un objeto pequeño de color dorado. Una pantalla se enciende al cabo de un momento y los sonidos se oyen en la habitación.
_No creo haberte dado motivos para que te enojes tan fuerte. Pedí perdón, ¿qué más quieres?_aprieto los labios y decido no contestar o tendría que mandarlo a la mierda. Me está atacando, pero los esclavos nos quedamos callados, debo recordarlo.
James se cruza de brazos y continúa:
_Mejor intentemos hacer las paces, como la noche pasada._su actitud odiosa y a la defensiva no indica ganas de hacer las paces, pero le sigo la corriente. Asiento con la cabeza, como antaño, y me quedo allí sin observar nada en particular.
_mi padre no quiere decirnos demasiado, son asuntos oficiales. No queda de otra que ver las noticias... No se qué es lo que sucederá en las siguientes horas, aún no hubo un comunicado oficial._vuelvo a asentir oyendo su cháchara. Quiere involucrarme otra vez, pero jamás estaremos de acuerdo en estos aspectos.
_Bien.
_¿Quieres... quieres venir y ver las noticias conmigo?_levanto la vista sorprendida y giro la cabeza para ver la pantalla de reojo.
No debo. No lo haré más.
Niego con la cabeza y me quedo donde estoy.
_Lenore, aquí no tienes prohibida la televisión. La puerta está con llave, ¿cierto?_ Me molestan tanto las alusiones a mi condición, nunca me había pasado, pero que James lo haga... es horrible. He estado malcriada comiendo chocolatitos y leyendo libros, ese fue el problema. Ya no se quién soy.
_No tiene llave..._susurro y me acerco a la puerta. No la cerré como siempre cuando entré, ni siquiera lo pensé.
_¿De verdad crees que esto lo ha hecho mi padre?_la pregunta suena odiosa en sus labios tan hermosos, retumbando detrás de mí. Podría hasta sentirme culpable si no supiera lo que se._eso es lo que estás pensando, ¿verdad?
_No estoy pensando en tu padre, James._le digo, porque en parte es cierto. Sólo puedo pensar en nosotros, en lo diferente que se siente estar con él aquí ahora luego de lo bien que lo pasé en el festival.
_Por supuesto._resopla, como si supiera lo que yo pienso a cada instante y no es así. Empieza a molestarme, ¿acaso no puede dejar estar el tema? ¿concentrarse en las noticias que se oyen de fondo y ya?
_No gira todo alrededor de los Alcott._le digo entre dientes. Que no se crea tan importante, gente murió anoche, de hecho, una era esclava de esta casa. Y él actúa así, como un mocoso malcriado. ¿Tal vez siempre fue así y nunca lo vi? ¿Acaso lo idealicé?
_¿Por qué no confías en mí cuando te digo que mi padre no lo hizo?_ ese monstruo es el hombre que lo ha criado, James jamás confiaría en mis palabras. A pesar de sus susurros dulces de anoche él está furioso, echa chispas por los ojos. Le molesta tanto que no estemos de acuerdo, siente que estoy insultando a su padre precioso entonces se las toma conmigo.
No digo nada, ya no merece la pena.
_¡No puedo creerlo!_estalla_Yo... se que has pasado por cosas malas, pero no te atrevas a decir...
_No he dicho nada._le corrijo, sintiendo la ira corriendo por mis venas. Me está gritando como a una niñita que se ha portado mal y aprieta una mano en un puño mientras me señala con la otra. Me habla de cosas malas, como si él hubiera soportado apenas la mitad de lo que yo he tenido que pasar.
_Es mi padre._dice finalmente. Otra vez no le respondo, se puede ir al demonio, no va a cambiar mis pensamientos sólo porque tiene un rostro bonito y un rango más alto que el mío. Que yo haya confiado en él no quiere decir que deba hacerlo con su padre._ le ha dolido la muerte de mi madre porque él la amaba, se ha vuelto frío y distante, pero es un buen hombre que ama a su familia y a la ciudad, él quiere lo mejor para todos nosotros._Claro, sí. Esto es como oír otro fantasioso eslogan de Fairytale. Tal vez es porque no tengo, o mejor dicho porque no he conocido a mis padres, pero me da la sensación de que el perfecto James tiene un serio trastorno. Su padre lo trata como a la peste, jamás lo visita ni se preocupa por él, le ha dicho que es una vergüenza, se ha burlado de sus creencias y de sus acciones, toda su vida es el Consejo porque ni siquiera está en la casa pero él igual confía ciegamente en su padre. De hecho, sueña con el Consejo tanto como él. Quiere ser como su padre. ¿De quién te has enamorado, Lenore? Muchos libros, muchas charlas, pero al final no se prácticamente nada de él. Tal vez es un Markham Alcott en potencia.
_¿Por qué crees que fue él?_pregunta finalmente, apretando tan fuerte la mandíbula que los músculos en su cuello sobresalen peligrosamente.
_No es importante lo que to piense.
_¡Te estoy preguntando, maldita sea! Quiero entender por qué estás tan errada, estás juzgando sin conocer la historia entera. No puedes ser tan cerrada.
_Es que diga lo que diga, ya has comprendido, sentenciado y rechazado todo lo que no he dicho._le respondo, ganándome otro gesto de labios apretados._¿Qué es lo que te ocurre?_estoy furiosa y Lenore no puede quedarse callada ante las pullas de James Alcott, no importa si éste es su amo. Que me castigue, pero no voy a dejar que él se crea mejor que yo, que crea que puede decirme qué es lo que puedo pensar._ me criticas sin apenas haber oído una palabra de mí más que una advertencia, tu padre y Washington Spillzman no son los únicos cercanos a los Narradores y con acceso al Ejército. Supongo que has de tener tus dudas para estar tan furioso por una simple frase. Soy una esclava ignorante pero no soy estúpida, y agradezco todo lo que has hecho por mí, pero es suficiente. Puedes jugar al Consejero idealista y descubrir conspiraciones tú solito, ¡y ahora cuélgame si te han molestado mis palabras, imbécil!_James abre tanto los ojos que las pestañas arqueadas casi llegan hasta sus cejas.
¡Ojalá que te vuelvas feo, maldita sea!
_¿Me has llamado imbécil?
_¡Sí!_Estoy tan furiosa, con él, conmigo. Estoy enojada por todo lo que he hecho, por todo el daño que me han hecho, por el daño que me hace él cada día, por el que yo acabo de hacerle. Estoy harta, ¡harta! No quiero ser una esclava, quiero elegir, quiero poder hacer lo que se me venga en gana, gritarle a la gente que me hiere que me deje en paz, gritarle a los Narradores que se vayan a la mierda y que se fijen en sus putas vidas. Sólo quiero ser feliz, es todo lo que quiero. Estoy tan cansada...
_¡Pues tú eres una loca!_él me señala con el dedo índice, acercándose a mí para darme un empujoncito con él_¿Cómo te atreves?
_Me atrevo._le digo, devolviéndole el toque con el indice en el hombro._No te tengo miedo.
_Pues deberías..._responde en tono amenazante y ronco, dando un paso más cerca. Sus manos se colocan sobre mi mandíbula,y lejos de ser un gesto intimidante, un pulgar se mueve suavemente sobre mi mejilla. Esto no se parece a enviarme a la horca. De hecho, se parece a la escena irreal en el parque de atracciones, cuando bailó conmigo.
El enojo se evapora de repente, como si alguien hubiera soplado sobre mí para espantarlo, y otra vez aparece esa fuerza que me impulsa a mirar sus labios sin disimulo.
No se por qué ni cómo hemos llegado hasta aquí, pero ésta es una pelea absurda. No quiero pelear, no quiero que se aparte, quiero cerrar los ojos e imaginar que estoy en el Parque con él antes de que todo lo malo ocurriera.
Pero nada de eso va a pasar, porque una espantosa alarma resuena en la estancia, opacada un instante por el ruido de una explosión que nos obliga a pegar un bote y a separarnos unos centímetros para mirar la televisión, la fuente de la interrupción.
_"¡Ha habido un atentado en la ciudad de Fairytale!",_exclama la reportera, despertándonos una necesidad de correr hacia la tv para ver mejor. _"Una bomba hizo explosión dentro del área administrativa del Consejo de Fairytale hace quince minutos".
La vista se me nubla cuando oigo las palabras. Bomba. Explotó una bomba en el Consejo Supremo. Mis manos empiezan a temblar violentamente cuando aparece la imagen en pantalla. Un pedazo del esplendoroso edificio del Consejo vuela en cientos de trozos repetidamente para los espectadores. La cámara se llena de polvo recogiendo borrosas escenas de gente golpeada con los escombros que caen en la calle, personas que salían del trabajo para almorzar con sus familias.
_"Las autoridades ya se encuentran trabajando en el lugar, los bomberos y los paramédicos han iniciado un rescate de las victimas."_la imagen regresa a la reportera parada fuera del edificio junto a escombros caídos _"ya son confirmados dos heridos y un muerto, entre ellos un esclavo y dos trabajadores del área de sistemas."
Ma paralizo al oír sobre las muertes y regresan las palabras de Markham Alcott: <<a veces hay que hacer sacrificios>>
_"El crimen ha sido adjudicado a un grupo de maniáticos que se hacen llamar Los Seguidores de Elef..." _un dibujo de pájaros de pintura chorreada aparece ante las cámaras, marcado sobre una de las paredes del edificio. Pero no oigo más cuando mis oídos empiezan a pitar y una crisis me obliga a liberar las lágrimas profusamente. Lo odio, llorar cuando estoy tan nerviosa. Aunque es todo lo que queda por hacer ahora, porque pude haber evitado este desastre si tan sólo pudiera hacer algo más que agachar la cabeza, sola. Ha muerto gente inocente y lloro por ellos cuando me hundo entre los brazos de James, una vez más. Un hombre que también me hace sentir solitaria, porque nunca creerá que es su padre quien ha orquestado todo este malévolo plan.
____________Perdón!! Y hola 😁 se que las hice esperar, pero quienes me siguen desde Una Dama Con Suerte tal vez recuerden que soy estudiante de medicina. Tengo MUCHO para estudiar, de veras, y además trabajo. No es una excusa, pero realmente estuve tan cansada que no había tocado Fairytale. Haré lo posible por traer pronto los capítulos que siguen, pero como me comentó una de ustedes en el aviso que dejé, todos tenemos una vida fuera de Wattpad y a veces se complica aunque ponga todo mi empeño en subir con regularidad. Les prometo que lo intentaré. Gracias por el apoyo y no mueran de ansiedad 😂 jaja
Las quiero!! 💕
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Fairytale (Fairytale #1)
Romance"Todo es posible, todo es perfecto. Vive tu destino y se feliz en Fairytale" Fairytale es una nueva organización donde cada persona tiene un destino que cumplir, asignado desde el nacimiento por los Narradores. La sociedad está armada de modo tal qu...