"Los esclavos son las personas más vigorosas que uno puede conocer, sin importar edades o diferencias laborales. Se mueven de Sol a Sol sin perder un gramo de energía, siempre dispuestos a cumplir su cometido sobre la Tierra. No paran hasta quedar satisfechos con todas sus tareas resueltas. Eso puede resultar envidiable."
Del Código de los EsclavosLENORE
Una semana ha pasado desde que he llegado a la mansión. Me he acostumbrado a las duchas automáticas y a mi rutina en los aposentos de James Alcott, la biblioteca, los salones o el jardín.
También acabé acostumbrándome a la insistente oración de mi amo, luego de entregarle su café de la tarde.
_Por favor, toma asiento. _al menos, ya no señala el sillón, sino una banqueta, pero parece que es lo único que sabe pedir. No se ha rendido y yo tampoco, a pesar de que mis pies ruegan que deje esta guerra de orgullos (esto ya no se trata de las tareas de una esclava, sino sí, de mi orgullo) y que me siente en la estúpida banqueta de una vez por todas.
_No, gracias, amo._le respondo._¿Desea algo más?_un suspiro demasiado fuerte se oye desde los sillones.
_Sí, Lenore.
_¿Qué desea?_pregunto, dado que no dice nada más.
_Que te sientes. En esa banqueta._se que está señalando aquella que se encuentra a mi lado, oh, casualidad tal vez, azul como mi uniforme.
_No me corresponde._le digo creo que por centésima vez.
_Vamos, no es bueno para la salud permanecer tanto tiempo de pie._vaya, qué descarado, como si mi salud le importara a alguien.
_Pues, si de salud se trata, tomar café todos los días provoca dependencia, hipertensión, ansiedad, irritabilidad e insomnio...usted está peor que yo. Lo invito a que cambie el café por té_lo observo triunfal cuando evita beber su sorbo de café. Luego me doy cuenta de lo que he hecho. No debería responderle así. Ni siquiera debería poder pronunciar esas palabras. No se qué está pasando estos días, es como si buscara los problemas adrede.
Pero James Alcott se ríe a carcajadas.
_Me has puesto en mi sitio._coloca la taza sobre el platito, haciendo tintinear la porcelana. _Creo que tienes razón. Bebo demasiado café._pasa una de sus manos estirando el cabello hacia atrás. La camisa se le pega a los biceps...no es que yo lo haya notado. Bueno, sí, ¿qué mujer no lo haría? Creo que ahora comprendo un poquito la obsesión de Elen con James Alcott. Es un hombre atractivo.
Bastante atractivo.
Siento el calor en mis pómulos y bajo la mirada al suelo, donde corresponde. De todos modos, no tengo nada que hacer mirando los biceps de mi amo.
_Supongo que..._continúa él, pero luego se detiene. No le observo, pero escucho una respiración profunda y vuelvo a oír el tintineo de la taza.
_Bueno, dado que he recibido una reprimenda creo que ahora estoy lo suficientemente calificado para pedir que tomes asiento._no puedo evitarlo y pongo los ojos en blanco. ¿Qué es esa manía de querer que me siente en la maldita banqueta? Me lo ha pedido durante una semana.
_No es mi sitio, amo._Me siento afortunada cuando ya no continúa con ello, pero su siguiente frase me deja anonadada.
_De acuerdo, mi padre sabrá lo que ha pedido a nuestros trabajadores, aún así, sigo opinando que no haría falta que debas pasar la tarde allí en el rincón. Quiero decir, tal vez Dominique y tú podrían tener más tiempo libre._De algún modo, me atraganto con mi propia saliva y empiezo a toser como una posesa. Una parte de mí ha querido reírse de ese absurdo y la otra se ha sobresaltado, fallándome la epiglotis o tal vez el cerebro ¿Acaso me toma el pelo? ¿Y quién demonios llama "trabajadores" a los esclavos?
_¿Estás bien?_ le oigo preguntar. A través de mis ojos velados por las lágrimas distingo su figura alzándose de la silla y caminando hacia el bar. El instinto me hace darle la espalda mientras siento que se me escapan los pulmones e intento golpear mi pecho de forma inadvertida.
Las toses empiezan a cesar.
_Aquí, ten._el calor me invade el hombro cuando su mano se posa allí. Con la otra coloca ante mi un vaso con agua.
No se si debería tomarlo o no. Jamás me ha pasado algo así, no sólo la tos vergonzosa, sino que un amo me ofreciera un vaso de agua.
Él sonríe cálidamente.
Entonces agarro el vaso.
El calor en mi hombro desaparece, reemplazado sólo por el calor que ha generado mi cuerpo ante la payasada que he montado.
James Alcott regresa a su sitio nuevamente y espera a que yo acabe de beber. Mi garganta se nota incómoda pero se siente bien el agua después de horas sin tomar ni una gota.
_¿Mejor?_pregunta cuando deposito el vaso sobre la bandeja, para poder llevarlo luego a la cocina.
_Sí, muchas gracias._le agradezco y él me muestra sus perfectos dientes una vez más.
Caigo en la cuenta de que otra vez (por milésima vez, creo) he obviado la regla de no mirar a mi amo a los ojos, aunque de una extraña manera, a él parece no importarle. Recuerdo como todas las criadas adoran a James Alcott y aseguran que es el más amable de los amos, pero me cuesta creer eso, a pesar de sus sonrisas, de su vaso con agua y del hecho de que aún no me he cruzado con el látigo.
Es un político en proceso. Tal vez sólo intenta engañarnos para ver qué somos capaces de hacer.
Una parte de mí lo duda. La otra me pide que de una vez deje los descuidos y que vuelva la vista al suelo, cosa que hago.
_Bueno, lo siento, estoy aburriéndote con mi charla mientras podrías estar mirando tv o tomando el Sol._dice. Sí, una sarta de idioteces._Bueno...¿creo que sería la tele?_continúa, pero no responderé a eso. Creo que definitivamente está tomándome el pelo. Mi piel está blanca como la leche, es obvio que no tomo el Sol. Y mi habitación no es un hotel de lujo. Evito contestar una palabrota sobre dónde puede ir a ver televisión y simplemente sigo observando el bonito mármol del piso.
_De acuerdo..._le oigo murmurar_¿Qué haces en tu tiempo libre, Lenore?
Desear mandarte a la mierda en voz alta.
_No dispongo de tiempo libre, amo._me cuesta despegar los dientes al hablar, pero se oye bastante natural.
_¿Cómo...? Me refiero a un momento de ocio. Cuando no estás trabajando._ ¡Madre del amor hermoso! ¿Qué hice para merecer esto?
Ah...lo he arrojado por una ventana.
_No tengo lo que usted llama "tiempo libre", amo. No es propio._no le veo el rostro pero el tono de su voz me sorprende cuando responde.
_¿No es propio? _asiento con la cabeza y ruego que me deje en paz._ Por favor, mírame, Lenore.
¿Por qué se cree con tanta confianza para hablarme así? No soy su amiga, soy una esclava, cielo santo.
_No es propio, amo. Y lamento si antes me he equivocado, juro que no volverá a pasar.
_No es propio..._repite._¿Eso les enseñan a responder en la escuela?_me muero de ganas de responderle, aprieto las manos juntas y lucho por mantener la boca cerrada. Se que es una frase fabricada: "Si alguien os pregunta sobre tareas que no están en su destino deben responder, no es propio, amo. No me corresponde, amo. Soy feliz sirviéndole a usted, amo. Porque así os sentís, felices en Fairytale, viviendo una vida perfecta".
Y es lo que hago, aunque jamás me ha gustado._Soy feliz sirviéndole, amo. Esa es mi tarea.
Noto sus ojos perforando en mi perfil, no se qué es lo que está pasando en su cabeza, solo espero que mi respuesta le haya dejado satisfecho.
Al parecer, no lo ha hecho.
_¿Ni siquiera unas pocas horas? Para dar un paseo, salir a la calle.
_Nos gusta dar paseos en las festividades._le respondo. No es una mentira, al menos. Todos ahorramos créditos para poder disfrutar de postres clásicos o comprar algún objeto barato que podamos permitirnos.
Las festividades son divertidas, hay musica y bailes, desfiles, y cosas bonitas para mirar, aunque no puedo permitirme comprar muchas cosas.
_¿Sólo...sólo dan paseos en las festividades?_pregunta James Alcott. No se porque parece tan sorprendido, la palabra esclavo tiene un significado aunque Fairytale lo endulce.
_Bien..._continúa él_a mi también me gustan._no veo su rostro, pero algo en su voz me parece extraño._Me gusta la música._agrega. No se porque sigue intentando conversar conmigo, pero de algún modo, logra lo que desea.
Recuerdo la música, el ritmo de los pies siguiendo el compás, las risas, el olor a plantas y golosinas, el brillo de las telas y las joyas que se exhiben en las ferias, los disfraces coloridos, la suavidad de las plumas de los sombreros y los antifaces. Me siento libre durante las fiestas. Si llevo el rostro oculto por una máscara dejo de ser una esclava, puedo ser cualquier persona, puedo ser quien deseo ser aunque mi ropa me delate. Me siento libre.
_También me gusta la música._respondo.
_ Una vez _comienza James Alcott_ me quedé junto a la pista molestando a mi hermana, que no quería bailar conmigo esperando que algún muchacho se lo pidiera._es como si quisiera compartir algún tipo de amistad con una esclava. No se porque me cuenta anecdotas o me pregunta acerca de lo que hago. No se que es lo que busca con ello._Tropecé en los adoquines y caí hacia atrás sobre un puesto de chocolates._de repente empieza a reír a carcajadas y no puedo evitar volver la mirada hacia él. Sus ojos azules brillan. Hay un tipo de luz dentro de ellos que sólo le he visto una vez, como si no deseara ser descubierta._ ¡Se me llenó la chaqueta y el trasero de chocolate!_exclama. Sus ojos se ven un poco rojos, por la risa. Es contagioso. Lo imagino, todo guapetón y vestido de forma fina, con chocolate y dulce de leche embadurnado en el pantalón. No puedo evitarlo y empiezo a reírme también._fue un desastre_continúa_tiré todo, algunas cosas volaron y salpicaron a los demás. Mi hermana se ofendió porque nadie la sacaría a bailar ahora. La mitad de la sociedad también se ofendió conmigo ese día. _seguramente había sido muy vergonzoso para la rubita de porcelana._Aunque al vendedor le resultó bien porque mi padre tuvo que pagar lo que destrocé._entonces su sonrisa desaparece y mira la taza de café. _él se enojó bastante.
No digo nada. No se qué decir. Su mirada luce triste, los ojos vacíos. Eso es lo que veo con regularidad en él ¿Por qué? Lo tiene todo, ¿por qué sería infeliz si su padre se ha enojado una vez? James Alcott y su familia son el modelo de perfección y felicidad de Fairytale, ese incidente gracioso ni siquiera ha trascendido.
_Bueno, es comprensible, imagino que tú tampoco habrías querido bailar conmigo._sonríe levemente, retomando un poco de su humor anterior. Me encojo de hombros.
_A mi me gusta bailar. Y el chocolate._le digo. No contesto que sería impropio, ni que él jamás me pediría que baile con él. No se fijaría en una esclava en un mar de bellezas de la alta sociedad.
Bip, bip.
Es el intercomunicador. Hago una pequeña reverencia de disculpa y tomo el tubo._Es hora de cambiar._es la voz de Mildred. Luego la línea se corta.
La conversación anterior ahora parece imaginada, es irreal, salida de lugar.
Bajo los ojos y tomo mis manos juntas sobre la falda azul del vestido. Vuelvo a ser una esclava, dejo de ser algún tipo de confidente o de experimento.
_Amo. Es hora del cambio de tareas. Dominique vendrá a asistirle._me dirijo rápidamente hacia la puerta.
_Ah...bien..._oigo a mis espaldas, mientras cierro la puerta. Cruzo a Dominique en las escaleras y me apresuro en llegar junto a Mildred. Siento que me relajo al dirigirme a mi nueva tarea, el día de hoy ha sido el más extraño de todos. Descubro que asistir a James Alcott en su habitación me parece la peor parte de todas mis actividades.¿Cómo va? En unos días subiré el medio capítulo que sigue, que será narrado por James Bomboncito Alcott :3
Al principio dudé, pero creo que es una manera interesante para ver las diferencias entre sus estilos de vida y cómo los va golpeando convivir con el otro ¿Qué opinan?
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Fairytale (Fairytale #1)
Storie d'amore"Todo es posible, todo es perfecto. Vive tu destino y se feliz en Fairytale" Fairytale es una nueva organización donde cada persona tiene un destino que cumplir, asignado desde el nacimiento por los Narradores. La sociedad está armada de modo tal qu...