Las brazos de James me rodean hasta que dejo de llorar. Ha apagado ese electrodoméstico infernal y ahora me arrulla con cariño sobre su regazo mientras acaricia mi cabello en círculos con la yema de los dedos. Mi nariz roza su cuello en hermosa tortura, su piel huele justo como sus trajes pero es más embriagante, atrapante. Quiero estar pegada a él toda mi vida, así, acariciada y mansa como un gatito.
_Lo siento._le digo, con la voz apagada por su cercanía._No eres un imbécil._su pecho vibra con su risa ahogada en mi pelo y me aprovecho para rodear su cintura con los brazos. No tendré otra oportunidad, he de ser lo suficientemente vivaracha para obtener un poquito más para guardar en la memoria. Los dedos de James se detienen un instante y creo que romperá la nube en la que me ha metido esta vez.
_Y tu no eres una loca. En realidad eres una mujer muy sensible._ su deliciosa caricia revuelve mi cabello nuevamente y prácticamente ronroneo ante su contacto. Es otra cosa que tampoco había conocido, una simple caricia en la cabeza para relajarme. Y me agrada.
_Lo siento mucho.
_Está bien, todos estamos nerviosos. Yo tampoco debí descargarme contigo por... mis cuestiones. No he parado de pensar desde anoche y...no estuvo bien, lo lamento...
_Mmm...Entonces ya estamos bien..._susurro con la voz un tanto ronca. Por supuesto que lo estamos si va a continuar con sus caricias en mi flequillo.
_Es que... tal vez debería ser franco... bueno, no se si sería lo más sensato, pero..._siento que él se separa un instante y luego ya no comenta más nada, ni sobre nosotros ni sobre su padre, tampoco sobre la explosión en el Consejo, y no me doy cuenta cuando sus agradables mimos me adormilan en sus brazos lo suficiente para no volver a despertar en toda la tarde.
Cuando abro los ojos me encuentro con el azul intenso de los iris de James._Buenas noches._dice. Sonrío y estiro los brazos como un reflejo cuando mi mente despertando capta los brazos de mi amo alrededor. Él no me ha soltado y se me desarma el corazón otra vez. No es justo que él sea tan dulce.
_¡Me he dormido!_exclamo cuando por fin consigo despertar de mis ensoñaciones. Esa ha sido la bienvenida más linda del mundo de los sueños, pero se supone que estaba trabajando.
¡Santos Narradores! ¿no habré dejado baba en su camisa o algo así?
Me muevo de mi sitio y observo disimuladamente la tela de su ropa. ¡Qué bien le queda! Ajustada a sus líneas bien definidas. Debería haber fingido que continuaba dormida, ¿se habría dado cuenta?
Levanto la vista y encuentro a mi amo observándome con los ojos bien abiertos. Se me suben los colores enseguida y me levanto de un salto del sillón.
_¿Quieres tomar un café?_pregunto, para disimular.
_No... en realidad...
_¿Un té? ¿chocolate caliente? Puedo pedirle algo a Carmen._no se por qué empiezo a hablar apurada, o más bien, desesperada. Él ya sabe, ¿cierto? Que me gusta. Pero aún guardo la esperanza de no hacer el ridículo, total no me he confesado y jamás lo haré. Si ese beso hubiera ocurrido se habría quedado ahí, en un beso más como todos los anteriores... o eso es de lo que trato de convencerme.
_No...
_Bien._James me mira fijamente y por alguna razón que no comprendo, llámese intuición o corazonada, me tiemblan las piernas.
_Lenore, yo..._tendría que interrumpirle otra vez, ofrecerle galletitas, frutas o lo que sea. James desliza una mano por su flequillo, enviándolo hacia atrás en un tupé desfachatado y algo me dice que lo que dirá será importante. Tengo que dejarlo hablar._no se cómo decir..._sus ojos vuelven a encontrarse con los míos, pero el contacto dura apenas unos segundos. Se quita su anillo de sello y juguetea con él entre los dedos, como lo he visto hacer tantas veces. Su pecho sube y baja, delatando nervios._quería...¿Tú... has oído hablar de Los Seguidores de Elef?
¿Qué?
Dentro de mí sentí que hablaría sobre otra cosa, no esperaba esa pregunta.
Siento que me desinfla el alma como un globo cuando pienso en lo que me ha preguntado, a duras penas. ¿Seguidores de Elef? Sólo he oído una vez y ni siquiera creo que sean reales, puro invento de la mente deformada de Markham Alcott.
_No creerás que soy una de ellos._cuando hablo suena a pregunta y James brinca en su asiento levantando sus manos en gesto de paz.
_¡Claro que no! Sólo se me ocurrió que sería más común entre los esclavos oír hablar sobre ellos._otra vez, esa molestia. Respiro y miro el suelo antes de cruzarme de brazos.
_Nunca había escuchado sobre los Seguidores de Elef, y apuesto a que es sólo una mentira._pero James no está de acuerdo conmigo, otra vez.
_Hace años que se oye de ellos, siempre como un grupo de esclavos que... bueno, que ya no quieren ser esclavos y están en contra de la organización genómica de la población._resoplo y me siento a su lado en el sillón, otra vez._Pero no eran terroristas, era un movimiento pacífico y en realidad, anónimo.
_Bueno, el asunto de los genes también es ridículo._digo, observando la pantalla apagada del televisor inteligente de última generación._No creo que exista ni uno ni el otro._el silencio se hace en la sala privada de mi amo antes de que su voz ronca y baja llegue desde mi lado derecho.
_Entonces, si pudieras elegir... ¿Querrías ser esclava?_el calor nervioso me sube por las mejillas. Nadie me había preguntado eso jamás. ¿Qué eligiría? Es obvio que no me gusta ser una esclava, y si no lo fuera, tal vez no habría visto morir a mis compañeros por injusticias, nadie podría maltratarme y decirme qué hacer. Podría escoger qué hacer con mi vida, con quién casarme si deseara hacerlo y cuántos hijos tener si es que quiero tenerlos. Definitivamente no sería una esclava. Aunque si no lo fuera no habría conocido a James...pero si él se cruzara en mi camino no tendría por qué temer el simple hecho de dirigirle la palabra en público. Podría saltar, abrazarme a su cuello y plantarle un beso en los labios aunque fuera un desconocido para mí. Nadie podría decirme absolutamente nada y si lo hicieran los mandaría al demonio.
Suelto una risita ante la visión.
_Soy una esclava. No hay opciones para mí._digo finalmente. No puedo permitirme soñar con la posibilidad, es poco inteligente.
_Pero si pudieras...
_¿Y qué sentido tiene?_le pregunto._ no ocurrirá de todos modos porque Fairytale ya me hizo una esclava. ¿A ti te gustaría ser más que un Consejero?_la mirada de James se oscurece y se aparta de mí.
_No lo se, no he conocido otra cosa._ es algo que a todos nos pasa.
_¿Por qué los esclavos formarían una organización terrorista si no conocemos nada más que Fairytale?
_Tal vez es por eso mismo, Lenore...
_No. Sólo tenemos tiempo para Fairytale, ¿Cuándo podríamos organizarnos para colocar bombas en edificios? Y delante de todo el despliegue militar que ocupa las calles desde anoche._quiero que él piense. Podrían catalogarme de mala persona porque quiero que dude de su padre, pero Markham Alcott es un monstruo. James tiene que saberlo, guardo la esperanza de que sea diferente que él._No tiene sentido._frunce el ceño y mira la televisión apagada, apoyando los codos en las rodillas para inclinarse hacia adelante en una postura abatida.
_De hecho, al no conocer de otra cosa siempre la culpa es de los esclavos._él se gira para verme.
_Yo no he...
_Sí, pero Fairytale sí lo ha hecho. Se lo han comunicado a los ciudadanos necesarios a traves de la tv._señalo la pantalla con un gesto de la cabeza._Es demasiado creíble. Ahora sólo es cuestión de tiempo.
_¿Cuestión de tiempo para qué?
_Para que las cosas se pongan peores para nosotros._él niega con la cabeza y aparta la vista de mí.
_Eso no ocurrirá... no pueden lanzarse sobre todos los esclavos, no todos están involucrados. Además, faltan pocos días para Navidad, no crearán violencia en un día religioso..._ruedo los ojos.
_Sólo ustedes festejan la Navidad._le digo._ Eso no sería importante.
_¿No festejan Navidad?_me pregunta James, sorprendido, descolocando completamente el tema de conversación. Yo me hundo de hombros en respuesta._ Porque tienen que atender las fiestas de los otros, ¿cierto?
_sí_aparto la mirada, un poco avergonzada._Y no podemos permitirnos pagar regalos. El mejor regalo es dormir temprano._ James no dice nada por un rato y lo oigo moverse a mi lado en el sillón.
_Mi hermana ya está planeando la fiesta navideña del año. Supongo que sigo estando en una burbuja..._murmura. Luego vuelve a encender la televisión, esperando por alguna nueva noticia.
No pasa mucho tiempo antes de que Dominique llegue a la sala y tengamos que volver a cambiar de sitio.
Dos días pasan con lentitud sin noticias nuevas sobre el atentado en el Consejo ni sobre una posible represalia contra los esclavos.
Efectivamente, Audrey Alcott ha empezado a planear una gigantesca fiesta para la Navidad, que será en escasos dos días más. Para suerte del servicio del hogar, esta vez serán alquilados esclavos como ayuda extra para las decoraciones y la atención de los invitados. De todos modos, el trabajo se ha vuelto más pesado, acondicionando las tantas habitaciones para posibles invitados que deseen quedarse a dormir después de la fiesta, y limpiando cada estancia para que no haya ni una mota de polvo en un sitio indebido. Audrey ha afirmado que ésta será una fiesta diferente y que a todos nos gustará cambiar de aires. Se dedica a saltar de aquí para allá con los ojos soñadores viendo realizada de a poco su obra y nos inspecciona de uno a otro esclavo con sonrisas satisfechas, como si fuéramos parte de la decoración. Es extraño e incómodo, pero qué se puede hacer. Ésta es nuestra vida, no parece que una persecución, una masacre y una exploción hubieran ocurrido en Fairytale hace apenas unos días. Y eso no me gusta, es demasiado relajado. Me cuesta creer que no buscarían culpables para defender a los ricos de los maniáticos esclavos Seguidores de Elef.
En cuanto a James, él se encuentra tan falto de información como yo. De hecho, lo poco o casi nada informada que estoy se debe a él y a la televisión, que ahora nos acompaña cada día. Y creo que eso ha puesto nervioso a mi amo dado que su maravilloso padre no ha dado señales de vida y lo único que tiene son los rumores maquillados que desperdigan los periodistas en los noticieros que han extendido sus horarios normales. Ahora la mitad del día se ven documentales sobre los Seguidores donde se exponen teorías sobre su origen y su posible líder. Se asegura que Elef es un esclavo que hace muchos años organizó una protesta donde los marchantes destruyeron los emblemas de la ciudad. Si eso ocurrió, no lo se porque soy demasiado joven y jamás había escuchado historia semejante, ni siquiera de Buddy. Además, "Elef" me suena a nombre de mujer pero no es una de las teorías de la televisión.
_¿Por qué crees que es una mujer?_me preguntó James ayer.
_Porque Fairytale está gobernado por hombres._le dije._El que inventó esa cursilada de los Seguidores de Elef ha de ser uno de ellos o lo habrían pensado mejor._se que fue Markham Alcott, y me basta para afirmarlo. Su odio hacia los esclavos fue delatado cuando clavó sus fríos ojos en mí aquel día. Nos está echando la culpa para lavarse las manos de sus intrigas políticas, ¿pero cómo decirle a James? Tal vez sólo se enoje, o quizás me odie...
Lejos de ofenderse, mi amo sonrió de lado y después soltó una carcajada. _Vaya, Lenore resultó ser feminista.
_¿Feminista? ¿Qué es eso?
_Es antiguo._comentó él, estirándose en el sillón._El feminismo buscaba igualar los derechos y posibilidades entre hombres y mujeres, exigía igualdad de género, que las mujeres fueran tratadas igual que los hombres en cuanto a inteligencia, aptitudes y demás.
_Pero eso no tiene mucho sentido con la organización genómica. Se supone que nuestros genes dicen lo que podemos ser._le dije.
_Más o menos... según el punto de vista, hay muchas áreas machistas en Fairytale: no hay mujeres gobernantes, por ejemplo, y en los rangos altos se guarda el estilo antiguo de familia, donde la mujer era esposa y madre ocupada con las labores sociales. Por lo que tu crítica es constructiva y certera. Debería haber mujeres en el Consejo y en el Salón de los Narradores._entonces me dió un golpecito dulce en el hombro._Mujeres como tú.
_¿Como yo?_sentí como me sonrojaba, confundida con sus palabras. ¿Me tomaba el pelo o lo decía en serio? Sus ojos se veían tan suaves y tiernos.
_ No tienes pelos en la lengua y eres la mujer más inteligente que conosco. Harías mejor trabajo que todos esos viejos decrépitos con ideas retrógradas... si tan sólo..._apartó la mirada luego de eso y le subió el volumen a la televisión, acabando la conversación de forma abierta. No ha hablado mucho desde entonces y sólo observa la pantalla con el mentón masculino entre las manos y el ceño fruncido. Tiene un aspecto descuidado, le ha crecido una oscura barba incipiente que de hecho se le ve tan atractiva como la piel rasurada, y no se preocupa por sus ropas ni por llevar calzado. No se ha despegado de ese sillón. James Alcott está muy nervioso. Y por alguna razón, su mente ha estado maquinando desde hace días pero no me ha confesado nada de lo que piensa. Quizás ya no confía en mí, ¿los rumores sobre los diabólicos esclavos de Fairytale han calado en él? No puede ser... algo le preocupa, pero no quiere compartirlo conmigo y eso me lastima tanto como oírlo admitir en voz alta que soy una esclava.
Salto del sillón cuando oigo el pestillo e instantáneamente dirijo la vista hacia mi amo, que arruga aún más el entrecejo y mira la puerta.
_¡Abre la maldita puerta, James!_ el odioso grito llega apagado a través de la puerta, pero puedo reconocer la voz. Mi amo acomoda apresuradamente los almohadones del sillón apretujandolos con las manos a golpecitos y luego sube los pies arriba, para disimular.
Yo me acerco a la puerta y a su orden giro el pestillo de forma eficiente. La puerta se hace hacia adentro tan fuerte que golpea mi brazo, y Makham Alcott ingresa a zancadas en la sala, rodeando mi figura dolorida, evitándome como a una plaga.
_¿Por qué rayos tiene llave?
_Porque no quiero que me molesten._dice James, con un deje aburrido, pero se que está en tensión, puedo escucharlo en su voz.
Me coloco en mi habitual rincón y observo el intricado detalle del mármol blanco del piso. La nuca se electrifica cuando siento la pesada mirada del padre de mi amo sobre mí, una vez más. Las manos se resbalan unas sobre otras mientras las sostengo juntas en mi regazo como perfecta esclava sumisa, el miedo me hace transpirar. Es su amenaza latente, si hablo con James sobre lo que oí me matarán y todos mis amigos tendrán que verlo. Mildred lo gozará de lo lindo.
_Estás hecho una piltrafa. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Acaso estás deprimido como lo estaba tu madre?_el cosquilleo desaparece cuando comienza a hablar, y me parece distinguir un toque de burla oculta en su comentario. James dijo que Markham amaba a su esposa, ¿sería capaz de burlarse de su motivo de suicidio?
_No._responde mi amo, tajante. A él tampoco le ha caído en gracia el comentario.
_Me alegro porque no quiero que me avergüences de nuevo. Mañana subirá Washington Spillzman en el Salón. Dulab está muerto así que le toca._ "le toca", como si estuvieran jugando a los naipes.
_¿Y qué tengo que ver yo en todo eso?_un gruñido de Markham Alcott resuena en la habitación.
_¡Somos los segundos en la línea!_exclama_ Ahora queda un sitio en el Consejo y es tuyo. Cuando él asuma, tu asumirás en el Consejo.
_¡¿Qué?!_ ¿Asumir? James será un Consejero. Ahora, tan pronto._Pero... no he acabado la universidad, hay muchas cosas que...
_Es el momento, festejaremos tu ascenso en Navidad._se oye tan musical que hasta suena súper feliz por ello, después de tanto criticar a James y tacharlo de inútil, ahora quiere que sea un Consejero mucho antes de lo previsto, ¿Por qué?_ Arregla tu aspecto. Y no te preocupes, está Charles, está Gilmer, estoy yo... Harás lo que digamos y todo irá bien, ya verás.
Ah, era por eso...
______________Hola ❤ se que me demoré, pero ya les conté que estoy complicada con el tiempo. Les dejo este capi un poco corto pero no menos importante.
¡James será Consejero finalmente! Jumjum... ¿Qué pasará después?Gracias por el aguante!! Nos leemos prontito.
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Fairytale (Fairytale #1)
Romance"Todo es posible, todo es perfecto. Vive tu destino y se feliz en Fairytale" Fairytale es una nueva organización donde cada persona tiene un destino que cumplir, asignado desde el nacimiento por los Narradores. La sociedad está armada de modo tal qu...