Capítulo 10.

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En un futuro/pasado lejano:

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En un futuro/pasado lejano:

Cables e intravenosas se conectaban a su cuerpo, succionaban e introducían líquidos a él.

Observó el lugar, toda la habitación era completamente blanca al igual que las ropas que usaban los doctores.

Ella se encontraba esposada a una camilla, y no era lo único que la retenia allí ya que su cuerpo estaba totalmente adormesido impidiendo cualquier movimiento.

Las luces blancas se apagaron dejando sólo un foco que iluminaba justamente su rostro, impidiendo que viera más allá que los hombres que se aseguraban que todo estuviera bien.

Exámenes, escaneos, sangre, inyecciones... en eso se había convertido sus horas allí adentro.

Parecía que hubieran pasado semanas en aquel laboratorio, sino fuera por el reloj que indicaba que sólo había transcurrido un día desde que había llegado a la comisión y había descubierto que tenía una hermana y que ésta remplazaría su vida.

Soltó una lágrima solitaria.

—P-por favor...— Pidió por milésima vez en el día, su voz sonaba ronca y derrotada, con la plena certeza de que  no saldría pronto de allí.

Nadie contestó nada como todas las veces anteriores. Un hombre se acercó hasta ella y conectó unos especies de cables a su sien.

Los cables estaban conectados a una pantalla en donde unas hondas se marcaban, como las del corazón pero sabía que estas eran de la activada cerebral.

—Increíble...—Susurró el hombre viendo hacía la pantalla— Informa a la jefa que encontramos la anomalía que buscaba.

Comentó hacía una chica de rasgos indus, la cual anotaba todo en una libreta. La morena asintió y salió del lugar.

Al pasar unos minutos la chica volvió a entrar pero esta vez acompañada de la mujer del portafolio. La mujer caminó a paso elegante hasta un lado de la camilla.

—Lo encontramos...— Comentó el hombre aún anonadado.

La mujer viró los ojos.

—Desarrolla—Ordenó.

El hombre se acomodó los anteojos que antes colgaban del cuello de su camisa. La morena le tendió la libreta con el informe de todo lo ocurrido y el señor comenzó a leerlo en voz alta.

—La paciente no presenta signos de anomalías genéticas o en su ADN, al igual que la paciente número dieciséis— Pasó de página— Todos los exámenes que han sido realizados en la paciente han salido negativos, con esto se quiere decir que no hay ninguna anomalía que la diferencie de un organismo común.

La mujer del portafolio alzó una ceja.

—¿Para eso me llamó?— Inquirió irritada, el hombre negó de inmediato con notable nerviosismo.

A p o c a l y p s e   《Número Cinco》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora