En la duodécima hora del primer día de octubre de 1989, cuarenta y tres mujeres en el mundo dieron a luz... Lo raro de todo esto, es que ninguna de estas mujeres estaban embarazadas en el inicio del día.
Sir. Reginald Hargreaves, multimillonario exc...
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—Cinco...— Escuchó que decían a su lado.
Giró su cabeza encontrandose con la mirada jovial de Ocho. La chica portaba su uniforme y, en sus manos, reposaba un vaso con agua.
Se aproximó hasta a un lado de la cama. Le sonrió suavemente para proseguir a sentarse a orillas de dicha.
—¿Qué ocurrió? ¿Acaso fue un sueño?— Inquirió reincorporandose y observando cada rincón del cuarto en busca de algún indicio que le dijera algo.
Ocho dejó el vaso en la mesita de noche. Se levantó de la cama para ir hasta el umbral de la puerta. Se asomó por el pasillo observando hacía ambas direcciones. Tras asesorarse de que no había nadie cerca, fue rápidamente hasta un lado de Cinco.
—Eso te harán creer— Susurró cerca su rostro— Me refiero a que fue sólo un sueño... pero en realidad pasó, Cinco. Todo lo que recuerdas pasó.
El chico le observó ofuscado.
—¿Y por qué nos quisieran hacer creer lo contrario?— Cuestionó con el entrecejo fruncido.
Ocho lo observó fijamente con aires ponderado.
—Traman algo—Avisó— Y nosotros averiguaremos el qué.
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