La Oveja Negra En La Familia Malfoy // Harry Potter & Tú

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- Una horrible voz aguda se reía mientras mis padres desaparecían en un rayo de luz verde.

- Dumbledore tenía razón. Ese espejo puede volverte loco - dijo Ron cuando le conté.

- Pues no lo sé, es un espejo extraño - intervino ____.

- ¡No puedo creerlo! ¿Cómo se les ocurrió vagar de noche por el colegio? Y ni siquiera encontraron información útil sobre Nicolas Flamel - nos reclamó Hermione.

____ me había pedido que guardara su secreto. Le pregunté por que no se lo quería decir a Ron y a Hermione, y dijo que se alarmarían y harían un escandalo. Terminé aceptando.

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POV ____

Solo me puse a reír mientras veía las caras de espanto de todos y cada uno de los miembros del equipo cuando Wood anunció que Snape sería el árbitro.

Al finalizar la práctica, Harry y yo nos dirigimos a la sala común.

- Uy, ¿por qué esa cara, Potter? - dije intentando no soltar una gran carcajada.

Me volteó a ver con una mirada de entre cansancio, preocupación y como diciéndome "¿En serio, ____?".

- ¿Cómo puedes reírte cuando Snape va a ser el árbitro en el partido?

- Pues... simplemente pienso que soy reserva y que Angelina, Alicia y Katie son lo suficientemente inteligentes como para no lastimarse - sonreí con suficiencia.

Rodó los ojos.

- Ja ja, que graciosa.

- Vamos, ¿acaso el gran Potter le tiene miedo a un profesor de pociones?

- ____, si no lo recuerdas, Snape trató de tirarme de la escoba en el anterior partido.

- Ahí va otra vez... - esta vez, yo rodé los ojos.

- ¿Qué?

- Mira, Harry. No estás seguro de que fuera Snape quien hechizó tu escoba, te dije que vi a Quirrell también.

- Ahí vas tú otra vez...

- ¡Hey! Escucha, tu solo disfruta el juego, no lo sé. ¿Qué tal que Snape solo está ahí para favorecer a Slytherin y ya?

- ¿Y si no?

- Pues ya moriste - respondí en broma.

- Gracias, no sé que hice para tener una amiga como tú - dijo sarcásticamente.

- Yo tampoco se que hiciste, pero considéralo un privilegio - respondí orgullosamente.

Rió.

- A lo que iba, tu solo juega, diviértete. Hermione, Ron y yo estaremos ahí por si algo pasa, ¿ok? - dije para tranquilizarlo.

- Gracias, ____.

- Si, agradéceme cuando decida devolverte tu escoba.

Aproveché su distracción para arrebatarle su escoba, montarme en ella y dar la vuelta en el siguiente pasillo.

- ¡____! - escuché su gritó mientras corría hacia donde estaba.

Me bajé de la escoba y me escondí detrás de un pilar.

- ¡Buuuuu! - grité cuando el estuvo cerca de mi escondite mientras yo saltaba para darle un buen susto.

- Nunca vuelvas a hacer eso - dijo cuando nuestras risas cesaron.

- No prometo nada.

- El profesor Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago tenebroso Grindelwald en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón ¡y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolas Flamel! - Harry leyó la lámina de la rana de chocolate que Neville le dio.

Di un salto. Antes de poder reaccionar, Hermione ya había subido al dormitorio y volvió con el libro que habíamos sacado de la biblioteca.

- ¿Cómo no pensamos en buscar aquí? - dije.

- No lo sé - respondió y luego se volteó a Harry y Ron - ____ y yo sacamos este libro hace semanas, para tener algo ligero para leer.

- ¿Ligero? - dijo Ron.

Hermione empezó a buscar frenéticamente entre las páginas murmurando.

- ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! - exclamó una vez que encontró lo que buscaba.

Me incliné sobre el libro para leer. Abrí los ojos por lo que leí.

- La Piedra Filosofal... - susurré más para mi misma que para ellos.

Increíble. ¿Será eso lo que tiene Fluffy escondido?

- ¿La qué? - salí de mis pensamientos por la pregunta de Harry y Ron.

- Si leyeran un poco...

- Miren, lean aquí - Hermione les señalo los párrafos que nosotras ya habíamos leído para que ellos también leyeran:

El antiguo estudio de la alquimia está relacionado con el descubrimiento de la Piedra Filosofal, una sustancia legendaria que tiene poderes asombrosos. La piedra puede transformar cualquier metal en oro puro. También produce el Elixir de la Vida, que hace inmortal al que lo bebe.

Se ha hablado mucho de la Piedra Filosofal a lo largo de los siglos, pero la única Piedra que existe actualmente pertenece al señor Nicolas Flamel, el notable alquimista y amante de la ópera. El señor Flamel, que cumplió seiscientos sesenta y cinco años el año pasado, lleva una vida tranquila en Devon con su esposa Perenela (de seiscientos cincuenta y ocho años).

- ¿Ven? El perro debe estar custodiando la Piedra Filosofal de Flamel. Seguro que le pidió a Dumbledore que la guardase, porque son amigos y porque debe saber que alguien la busca - habló Hermione cuando Harry y Ron dejaron de leer.

- ¡Por eso quiso que sacaran la Piedra de Gringotts! - dije algo sorprendida.

- ¡Una piedra que hace oro y evita que uno muera! - esta vez quien habló fue Harry - ¡No es raro que Snape la busque! Cualquiera la querría.

- Cofcof, o Quirrel, cof cof - intervengo.

Los tres rodaron los ojos ante lo que dije.

- ¿Qué? Dices que cualquiera la querría. Quirrell y Snape entran en la categoría de "cualquiera".

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POV HARRY

- Si yo tuviera la Piedra Filosofal, me compraría mi propio equipo de quidditch.

Estábamos en clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Ron y yo hablábamos de lo que haríamos si tuviéramos la piedra, sin prestar mucha atención a la clase. Y lo que dijo Ron me hizo recordar al partido en el que Snape sería árbitro.

- Jugaré - me decidí y les informé a Ron, ___ y Hermione - Si no lo hago, los Slytherins pensarán que tengo miedo de enfrentar me Snape. Voy a demostrarles... Voy a borrarles la sonrisa de la cara si ganamos.

- Siempre y cuando no te borren a ti del terreno de juego - dijo Hermione.

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Holaaaaa

Después de como un mes subo otro capítulo.

Se que es algo corto en comparación a los que normalmente escribo. Pero últimamente me han atacado unos horribles bloqueos de escritor y también bloqueos lectores. Ya entenderán lo fastidiosos que son.

A parte de eso, me han dejado cantidades inexplicables de tareaaaa Y PROYECTOS. Y les cuento que soy de esas personas que dejamos todo para el último minuto. Así que ahí me ven, a las doce de la noche del día anterior a la entrega, escribiendo el ensayo que tenía una semana para hacer. *Aplausos por favor*

Bueno, ahora les informo que oficialmente estoy de vacaciones y quizás (si los bloqueos me dejan de una vez por todas) me vean más activa aquí escribiendo.

Por su atención, gracias.

Los dejo y una vez más gracias por leer.