Verte bien me hace bien. Saber que tus noches no son tan tristes ni solitarias, que quizá las cosas están más en control, que tus sonrisas son sinceras. Que el demonio que te perseguía, por ahora se quedó detrás.
Entiendo que no fue simple decir que estás bien, pero para mí con eso bastó para recuperarme también. Mis noches no son tan tristes ni solitarias, las cosas están un poco más bajo control, mis sonrisas son sinceras. Los demonios que me perseguían se quedaron atrás.
Para mí tampoco fue fácil estar bien, pero hora tras hora, abrazo tras abrazo, palabra tras palabra, mis heridas se fueron curando ¿Tú también así lo hiciste?
No importa en realidad qué clase de existencias estemos viviendo, siempre y cuando yo sepa que estás allá, del otro lado del mundo, viviendo, haciendo todas esas cosas que te hacen bien. Porque al fin de cuentas, que vos estés bien hace que yo también lo esté.