El dolor de cabeza me ha estado persiguiendo desde hoy muy temprano. Al principio pensé que era por las lágrimas suprimidas, las que me rehusé liberar porque no quería parecer exagerada. Pero lloré. Lo hice y mucho. Lloré como quería hacerlo. Porque creía que era la demostración de amor más sincera, especialmente cuando duele. Quiero decir, a la gente no le gusta decirlo pero lo hace. El amor duele.
El dolor de cabeza no se detuvo. Estoy comenzando a pensar que es de preocupación. Estuve pensando en cómo va a ser, estar en un nuevo ambiente con pobres habilidades sociales. Cómo van a ver sus tatuajes. Estuve pensando si su ansiedad va a empeorar en algún momento. Si va a extrañar a su perro.
