¿Por qué lo amaba tanto? Por eso, porque vivir con él, compartir el universo, era todo. Porque escuchar las melodías del jazz cuando lo miraba, era lo que necesitaba. Y dolía, porque era sólo imaginación, porque quizá estaba en otros brazos en ese mismo momento, porque no me pertenecía ni a nadie en realidad, pero el pretendía que lo hacía. En qué mentira lo metimos. Pero estaba agradecida por esa mentira, porque fue eso lo que me dejó verte, porque hizo crecer todos estos sentimientos hermosos que me movieron, que me hicieron reír y llorar. Que me hicieron crear y convertirme en alguien que peleaba todos los días para hacerte sentir orgulloso. Nunca vas a saber de mis logros pero lo hago de todos modos. Duele menos, pero el vacío sigue ahí. Espero que nunca tengas que sentir eso. Espero que todo el amor en tu vida sea recíproco. Espero que no sólo tengas que ver el mundo con tus ojos en blanco y negro. Espero que veas colores. Espero que sientas colores. Espero que viajes a los lugares a los que me gustaría viajar contigo. ¿Por qué te amaba tanto? Si esto no lo explica, entonces no sé qué más decir.
