Voy a guardar las pequeñas cosas que me hacen feliz en la parte de atrás de mi teléfono, junto a tu foto. Voy a guardarlas ahí como un recordatorio de que vas a volver un día y voy a poder hablarte en mi imaginación, contándote cómo ha sido la vida en esos años. Voy a guardarlas como la promesa de que alguna vez voy a estar en tu tierra.
Las voy a guardar como mis sentimientos. Las voy a guardar como la nostalgia que estoy sintiendo en estos momentos, cuando tus horas de libertad están descontándose y hay un millón de cosas en tu cabeza. No quiero que te preocupes demasiado. Quiero que vayas, hagas lo que debes y regreses. A mis brazos. A sus brazos.
No sé cómo va a ser mi vida en los próximos años pero las promesas son las garantías que tengo para ti. Para decirte que voy a estar aquí. Yo y todas las cosas que voy a guardar en la parte de atrás de mi teléfono.
