¿Te haría feliz saber que está aquí otra vez? La misma emocionante cálida sensación, la estoy sintiendo otra vez. El temblor de mis manos y la velocidad en los latidos, listos para amontonarse contra el teclado y crear el camino de lo que sea que se estuvo escondiendo en mi pecho por no sé cuánto tiempo. Porque realmente te extrañé, crearte con mis palabras y darte la forma de algo que no va a desaparecer tan pronto como mi mente se canse y se olvide que hay algo más en la vida que obligaciones y objetivos que cumplir antes de los treinta. ¿Dónde estabas? Tengo que preguntar, porque no hay forma de saberlo, sabiendo que eres como las estaciones, yendo y viniendo tan rápido como suelo perder las esperanzas. Supongo que fue la música, la que me gusta pretender que escuchas a todo volumen en la oscuridad, mirando a través de esa enorme ventana, tomando un sorbo de agua antes de dormir. Quizá el aire frío entrando por mi ventana, diciéndome que el calor del sol va a ser un privilegio a partir de ahora. Quizá el hecho de que aunque vivas en completa ignorancia de la persona que escribe esto en este momento, puedo a través de esto, hacerte hacer todas estas cosas, hacerte sentir de determinada manera, soñando que te gusta lo que escribo. Te extrañaba y a la inspiración que me das. No seas estúpido como yo y trates de alejarte como yo intenté escapar de ti. No vale la pena. Ninguno de nosotros obtiene nada de ello.