Sueño demasiado con el lugar en el que vives. Me imagino yendo a lindos cafés, comprando algo de pan, caminando de vuelta a casa al atardecer. En invierno. Porque de alguna manera sé que esa ciudad es más linda en noviembre. Casi puedo ver las luces de neón cegándome, la multitud caminando a mi lado. Veo los autobuses llenos de gente, las bocinas de los autos, los restaurantes ocupados. Huelo la comida de los vendedores ambulantes, quiero comprar algo también. Te veo caminando frente a mí, una bolsa en tus manos. ¿Es algo de comida? ¿O la bufanda que decías, necesitabas comprar? Porque sé que no te gusta el frío. Desearía que lo hicieras, para que sintieras como yo, imaginándome caminando en esa ciudad, cubierta con tu abrigo, un gorro en tu cabeza, manos frías y una sonrisa cansada.