Tatuajes de tus besos llevo en todo mi cuerpo, tatuados sobre el tiempo, el tiempo que te conocí...
Como todo buen abogado el alcohol no faltaba en mi oficina, era necesario para quitar un poco de estrés, hasta para cerrar negocios, tenía mucho tiempo que no lo utilizaba para callar mis pensamientos pero alguna parte de mi pensó que era buen momento para utilizarlo de nuevo, con Joan Sebastián de fondo comencé a tomar, escuche ruidos pero en serio no quiero saber nada.
Manuela.- Buenas tardes, necesito ver a la señorita Regina Régil...
Susana.- Buenas tardes, disculpe pero ésta en una reunión y no la puedo interrumpir.
Manuela.- (Insistente) Si pero sucede que es una vieja amiga y solo estaré aquí unas horas, si no es ahora, no podré verla después, soy su amiga he venido ayer.
Susana.- (se levanta de su asiento) No puede pasar lo siento.
Manuela.- (se pone a la defensiva) Compermiso.
Susana.- Señorita lo siento no puede pasar (sale de su escritorio para detener a Manuela).
Manuela.- (enojada) De verdad tía que he tenido un mal día hoy, estoy muy enfadada y en serio tengo que pasar, te golpeare de ser necesario mujer...
A jalones y empujones sacaron a Manuela de la oficina, prácticamente la sacaron cargando de ahí no se rendiría tan fácil, necesitaba verla ser sincera sobre lo que había pasado y sobre todo avisarle lo peligrosa que podía ser su ex pareja, primero se pondría ella antes que Adela pudiera hacerle algo a Regina.
Llamada Renata
R: ¿Qué onda Manu? Jajaja te vi hace unos días y ya me extrañas...
M: ¡Eso siempre mi vida! Oye necesito la dirección de Regina tengo algo muy importante que hablar con ella.
R: Claro vive conmigo, pero que pasa, ¿ésta todo bien?
M: Si, bueno te cuento cuando llegue, no tardo...
Al llegar Manuela no dudo ni un segundo en contarle todo a Renata, si no veía a Regina antes del vuelo alertaría a su hermana pues efectivamente sabía los alcances de su ex prometida.
Narra Regina.
Después que se me bajo un poco el efecto del alcohol me retire a casa cuando llegue el auto del tonto vecino estaba estorbando como siempre para colmo, lo sucedido con Manuela no me fue grato, tenía mucho coraje.
Regina.- (llega a su casa, gritando) ¡Oye Renata puedes decirle al vecino una vez más que su estúpido auto no va a fuera de nuestra puta puerta!
Renata.- (Se levanta rápidamente) ¡Hermanita llegaste temprano!
Regina.- Si, ¿y?
Manuela.- (Nerviosa) Hola Regina. (le da una breve sonrisa).