Manuela.- (se levanta, le extiende la mano a Regina) ¿Me acompañaría a cumplir con una encomienda abogada Régil?
Regina.- (sonríe) Cuanta seriedad licenciada Gandía jajaja vamos (le da la mano)
*En el auto*
Manuela.- (emocionada) ¡Ya llegamos!
Regina.- (extrañada) ¿Qué hacemos aquí?
Manuela.- Es una sorpresa (se baja del auto y le abre la puerta a Regina) Ven (le da la mano)
*Fundación Huellitas Felices*
Manuela.- Buenas tardes, vengo a recoger a una perrita (le extiende unos documentos).
Recepcionista.- Claro (toma los documentos) espere un momento por favor.
Regina.- (se dirige a Manuela) A ¿recoger?
(5 minutos después, va entrando un entrenador con una perrita negra de patas traseras blancas)
Regina.- (Mira a Manuela y después a la perrita) ¡Mi amor! (le da un beso y se inca a ver a la perrita) ¡Es hermosa! (se emociona, como niña chiquita) ¡Tiene su plaquita y sus moñitos!
Manuela.- (queda a la altura de Regina) Es solo el inicio de nuestra familia... (La mira con amor).
Pasó el tiempo finalmente se casaron, Matilde y Renata también hicieron su vida juntas, las amigas de vez en cuando se reunían y llevaban a sus hijos con ellas, Regina de vez en cuando pensaba en el momento en que sería madre, sin embargo no le preocupaba esperar ya que aunque sabía que ese día llegaría, por el momento disfrutaba ser la tía consentidora de todos y en especial de las bebés de su hermana.
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Mil gracias por leer y comentar esta historia, de verdad que con sus comentarios me animaba a seguir escribiendo cuando se me acababan las ideas... xxoo