veintinueve

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Fue como si un balde de agua fría le hubiera caído encima,asi se sintió el dios de la destrucción, al revivir aquel pasado tan remoto y tan latente a la vez.

Que devastador debió ser para ese joven shin-jin descubrir que ese ser al que le dijo lo amaba,no sólo le mintió por años respecto a quien era,sino que también era el directo responsable de la muerte de sus compañeros ¿cuanto dolor experimento por su mano aquel ser que tanto amaba?¿como fue capaz de causarle tanto daño? No se lo propuso,pero lo hizo.Habia lastimado de una forma horrorosa a Shin y nunca tuvo el valor de pedir perdón por todo eso.

Respiro profundo una vez y luego de dejó caer de espaldas sobre el agua y se quedó allí flotando,nunca antes tan conciente de todo cuanto hizo.

En el planeta supremo Tapion veia con preocupación a su hermanito,que se veía muy deprimido últimamente.Trataba
de animarlo jugando con él, practicando algo de esgrima o simplemente pasando tiempo juntos,pero eso no parecía ser suficiente. Se lo comentó al supremo kaiosama mientras lo ayudaba a organizar los nuevos registros y este le sugirió visitar el planeta Kanot,quizás estar entre su gente lo haría sentirse mejor. A Tapion le pareció una buena idea y acordaron ir al día siguiente,aunque antes lo consultaron con el Antepasado quien sólo les advirtió que no debían dejarlo apartarse de la ocarina.

A la mañana siguiente se fueron temprano para volver temprano. El primer lugar al que llegaron fue el templo, donde fueron recibidos por el sumo sacerdote.
El líder de los monjes se les ofreció unos apocentos para que usarán durán su estancia allí,pero ellos le dijeron que sólo estarían ahí un día y querían recorrer la ciudad.

El supremo kaiosama había notado el recelo que el pequeño Minotia le tenía y entendía bien el motivo así que le sugirió a Tapion que fuera solo con su hermano a dar un paseo,
mientras él hablaba con el sumo sacerdote,asi podría actualizar los registros de ese planeta y aún que Tapion quería pasar el día con él también,entendio el motivo y acepto.

El supremo fue llevado por el sumo sacerdote a un jardín interior donde durante gran parte del día, lo mantuvo retenido hablándole de la historia del planeta Kanot. Por muy paciente que era y amable, después de cuatro horas de un monólogo aturdidor de datos inagotables,el supremo sólo deseaba que alguien lo sacara de ahí,pero eso no pasó hasta la tarde,cuando Tapion regreso.

Minotia se veía de buen ánimo y en vista de eso,Tapion le pidió al supremo quedarse hasta el día siguiente y él aceptó.Se hizo una gran cena en su honor y después de eso Tapion y su hermano se retiraron a descansar,pero al supremo lo mantuvo retenido el sumo sacerdote un par de horas más.Cuando por fin pudo ir a descansar descubrió que estaba perdido en los pasillos y puertas de ese enorme complejo,
finalmente logro ubicarse con ayuda de una doncella que servía en aquel lugar,o eso pensó.

La habitación era bastante amplia,pero sencilla. La cama exageradamente grande para alguien de su talla.Se sentó en ella y contempló el cielo atraves de la ventana un momento,
cuando de una puerta que había en el muro lateral salió Tapion con una toalla blanca envuelta en la cintura y otra en la cabeza pues estaba secándose el cabello.

Cuando él uno noto la presencia del otro se quedaron viendo un instante con una expresión un tanto boba,luego el supremo bajo la vista,se puso de pie y camino hacia la puerta.

-lo siento,crei que está era mi habitación-le dijo ya de espaldas a Tapion.

-espere-exclamo él tomándolo de la mano-no se vaya...

El supremo volteo a verlo,pero tener el torso desnudo de Tapion frente a él lo hacía sentír algo incómodo,aun que no tanto como para provocarle algún pudor. Se atrevió a mirar con atención ese cuerpo esbelto y trabajado que él siempre mantenía oculto tras ese atuendo pesado y completamente cerrado.Tenia varias cicatrices, huellas de contiendas seguramente. No pudo evitar sentir una leve tristeza al ver esa marcas,hasta una de las cuales llevo su mano para hacer una caricia que fue como el toque de una pluma;ligero y suave,pero que erizo la piel de Tapion quien con llevo la mano que sostenía del supremo hasta su boca para beserla amorosamente.

Ecos del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora