treinta y seis

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El supremo kaiosama volvió a su planeta junto a Minotia y apenas se presentó con Kibito y el antepasado,este último lo tomo de un brazo para obligarlo a sentarse y examinarlo,con la mirada,detenidamente.Pronto sólo le dijo lo que Shin,ya sabia;la escencia de Tapion no estaba.

Oír eso fue como ponerle el dedo en la herida y fue peor para Minotia con quien,mas tarde el supremo kaiosama,debió tener una conversación un poco dolorosa. Minotia no era ningún tonto y entendío pronto lo ocurrido.No pudo evitar llorar al sentirse responsable de todo,
pues él era sólo un niño a pesar de que simpre lo trataron como un guerrero,sobretodo en su planeta al mismo al que el supremo le sugería volver.

-no quiero que estés solo.Alla,en tu mundo,estarás con tu gente y podrás vivir en el templo bajo cuidado del monje,te convertirás en un guerrero tan noble,
valiente  y fuerte como tú hermano-le dijo el supremo en tono condenciente.

-¿promete que irá a visitarme?

Esa petición tomo por sorpresa al supremo kaiosama,quien tras una breve reflexión le sonrió.

-lo prometo,Minotia-le dijo.

El pequeño se abrazo a su cintura y se quedó ahí un momento.
Al día siguiente el supremo llevo a Minotia al planeta Konats y tal como dijo,lo dejo al cuidado de los monjes del templo y pidió de forma muy firme que tratarán muy bien a Minotia,pues él personalmente iría a cerciorarse de que le dieran los cuidados y atenciones necesarias.Después de eso se despidió de el pequeño y como regalo,le dejo la espada negra de acero Katchin que antes le había dado a Tapion.

-cuidala bien,Minotia-le dijo y tras besar la frente del muchacho se fue.

Volvió al templo,a su habitación y allí en la pacífica intimidad de su espacio se quitó ese pañuelo azul que le envolvía el cuello,
único vestigio del atuendo de Tapion. Lo dobló cuidadosamente y lo puso en el interior de una caja metálica verdosa  que matamerializo.

Se quedó con las manos sobre la tapa de aquel cofre,
contemplando aquella prenda mientras cada recuerdo de su dueño venía a su cabeza y uno en particular se apoderó de toda su memoria,habia ocurrido poco antes del cumpleaños de Trunks.

Estaban descansando en la hierba mientras hablaban de cosas sin importancia,cuando una mariposa fue a posarse en la nariz de Tapion y este la atrapó entre sus manos. Muy entusiasmado se sentó y susurro algo sobre la jaula que había creado para la mariposa con sus enguantadas manos.Despues de un rato la dejó ir con una jovial sonrisa.

-¿qué fue eso?-le pregunto él.

-en el planeta kanots se dice que las mariposas son la única criatura del universo que no emite sonido alguno. Y que si le susurras tu más preciado deseo, ellas lo llevaran a los oídos de los dioses en el más absoluto secreto y este se hará realidad.

-Tapion,yo soy uno de los dioses de este universo y eso que dices...-le dijo él algo confundido.

-entonces escuche con atención-le dijo Tapion interrumpiendolo.

"Quiero estar a su lado para siempre"

Escuchó el supremo,pero no de labios de Tapion sino desde su pensamiento y bajo esa mirada ligeramente sugerente,no pudo evitar sonrojarse.

-ve como si funciona-le dijo Tapion y luego de eso lo besó.

-Tu deseo se a cumplido,Tapion-dijo el supremo a aquel pañuelo que desde ese momento pasaba a ser un recuerdo.

Apartó sus manos de la caja una vez la cerro y dejo su habitación en el más solemne de los silencios.

En su templo,el dios miraba por una de las ventanas de la sala hacia algún lugar. El ángel tomaba un té sin apartar los ojos de Bills, con ganas de hacer una pregunta,pero no quería interrumpir la quietud que había en ese momento,aunque su curiosidad pudo más.

Ecos del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora