Ecos del pasado

veintiséis

El humor del dios nunca estuvo peor después de aquel dia. Todo le molestaba y nada lo dejaba satisfecho. Dormía apenas uno o dos días y se quedaba otros tantos despierto. Apenas hablaba y siempre eludia al ángel. Caminaba por los pasillos de su palacio,con las manos en la espalda pensando y murmurando,a veces jugando con el potara saqueado al supremo kaiosama. Ese pequeño objeto era ahora su mayor tesoro y precisamente en un descuido,a raíz de sus tormentos,lo perdió y fue el inicio de dos días de colorá.

Buscaba desesperadamente esa joya,destruyendo todo lo que le resultara un obstáculo.Fue a reiz de las insistencia del Pez oráculo, que argumento que a ese paso el dios destruiría el planeta entero, que el ángel término por intervenir. Sin más se le presentó delante,pero él dios lo ignoro.

-¿busca esto,señor Bills?-le pregunto luego enseñándole el arcillo.

El dios lo miro con desagrado y luego trato de arrebatarle el potara al ángel,que sólo levantó su brazo para ponerlo fuera del alcance del dios.

-regresamelo,Whis-le dijo casi como una advertencia.

-¿no cree que es ridículo que conserve esto?-le pregunto calmadamente sin ánimo de provocar al dios-usted y Shin ya  terminaron su historia,no se aferre a esta clase de recuerdos.

-devuelvemolo,Whis-reitero el dios y extendiendo su mano para que el ángel depositará,en ella, el potara.

-Shin ya está con Tapion,lo mejor que puede hacer es resignarse y seguir su vida.¿Por qué no duerme unas cuantas décadas?

-¿Shin?-repitió el dios con su habitual perspicacia-¿desde cuando tú y él se llaman por sus nombres?

-desde que somos amigos-respondío con toda naturalidad.

-¿amigos? ¿como pasó eso?-inquirió.

-desde que tuvimos una cita,pero por favor no ponga esa cara. Fue algo inocentemente y el supremo ni se enteró.-señalo un tanto frustrado por eso-quería sólo darme el gusto de tenerlo para mi,aunque fuera un

-¡eres un atrevido,Whis!-exclamó el dios -como te atreves a...-no acabo la frase,pues el potara voló hasta su mano.

-quiero que entienda una cosa  señor Bills-le dijo el ángel y avanso unos pasos hacia él- sólo dos cosas me detuvieron realmente para no intentar conquistar a Shin (algo que hubiera logrado,estoy seguro)
la primera es que siempre supe que lo amaba a usted y la segunda mi lealtad a su persona.

Los ojos del dios mostraron una leve sorpresa,al tiempo que las manos del angel caían sobre sus hombros.

-cuando traje a Tapion, lo hice porque quería que usted se diera cuenta que ese chico,como usted lo llama,puede despertar el amor en cualquiera. Quería que se diera cuenta que mantenerse lejos de él,era ridículo. Más sabiendo lo mucho que él lo amaba-hizo una pausa en la que el dios bajo la cabeza-pero nunca imaginé que Tapion sería tan audaz y se jugaría la vida en esta oportunidad que le brinde. Nos ganó a usted y a mi. Tapion pudo más que un dios de la destrucción y un ángel.En un par de meses hizo más que nosotros en cinco millones de años y sabe ¿por qué?

-porque lo ama -dijo el dios alicaido.

-porque ama libre de culpas y remordimientos que provengan de sus errores-le dijo el ángel-ya es tiempo de que usted haga las paces con sigo mismo,señor Bills.

Sin más que decir apartó sus manos de los hombros del dios y haciendo aparecer su báculo restauro el lugar antes de irse.

El dios quedó en un estado de meditación por así decirlo. Podía culpar a Whis,pero cierto era que el único responsable era él. Tal vez por eso estaba tan enojado, porque pudo detenerle y no lo hizo,porque pudo hacer las cosas bien y no las hizo. Vivía arrepentido por lo que debio hacer ese dia ¿viviría ahora arrepentido por no decirle que lo amaba y pedirle perdón? ¿perdón? Que extraña era esa palabra. La pronuncio en voz alta "Perdón" "perdóname"
Tan fácil era decirlo,mas le sonaban tan huecas.