Capítulo 1

115 4 1
                                    

   "Día 100. Año 2015. Arica. Todo marcha a como lo predije. Otra mancha se hace presente en tus hojas querido diario, representando a una de las tantas víctimas que mis manos quisieron tomar. Ha estado bien desde que comencé con esto, me ha llegado cada trabajo por parte de "el jefe" donde solo cumplo con poner a dormir a gente que solo ocupa aire que les sirve a los demás. Cada carpeta con cada nombre tachado son mis logros, "el jefe" dice que soy una de sus preferidas y me tiene como su mano derecha. Puede tener miles de personas en su "negocio" pero yo soy quien hace mejor su trabajo.

Desde que entré aquí por voluntad propia, siento cada vez esta es como "mi casa" algo así como familia, pero no tanto, recuerda diario que nos escapamos de casa muy tempranamente y solo tú sabes todo lo que he pasado en todos estos días. Ahora todo es diferente. Quizás es un trabajo sucio lo que hago, pero soy bien recompensada, tengo mi casa, ni grande ni tan pequeña, la que siempre quise tener. Tengo todas las cosas que anhelé y puedo decir que estoy bastante feliz, aunque sé muy bien que mis padres y hermanos nunca quisieron esto para mí....el teléfono suena, tendré que dejarte pero no te preocupes que muchas manchas llegaran a ti. Hasta luego. Alex"

Dejé la tinta de lado y fui a contestar. El teléfono estaba en la sala, y yo había estado recostada escribiendo sumando mi nuevo logro, solo una playera larga me cubría hasta un poco más debajo de mis muslos, después de cada trabajo lo mejor es sentirse en casa. Logré llegar y contesté, por la voz ronca pude deducir que era el jefe.

-¿Sí?

-Qué bien has trabajado hoy Alex- me comentó con un toque de enorgullecimiento en su voz- recuérdame darte una mayor recompensa algún día por lo bien que sirves en el negocio.

-Sabe bien que lo hago porque es mi trabajo y me encargo de hacerlo bien.

-Me gusta que digas eso, porque te tengo otra persona que tenemos en mente en el negocio.

-¿ah sí?-la propuesta me pareció interesante, busqué lo más rápido un lápiz y papel para anotar lo que el jefe me diría- ¿quién será mi víctima?

-No puedo decírtelo aquí, necesito que vengas para entregarte más información- "rayos" pensé, y yo que tenía mis días libres.

-Estoy allá en 20 minutos.

-Te espero- y colgó.

Tuve que hacerme el ánimo otra vez y fui por unos pantalones limpios, cambié la playera por una sudadera algo ajustada, a la vista de cualquiera pasaría desapercibida... espero.

Salí como de costumbre a la ciudad, al lugar donde suelo reunirme con el jefe para que me de la información de mi siguiente víctima. En estos casos somos como cualquier persona que se junta en un lugar público a hablar, solo que no sería del todo cierto.

Llegué a un café cercano, entré y al fondo pude divisar al jefe leyendo unos documentos. Me acerqué a un mesero mientras caminaba a la mesa.

-Dame un café, por favor, el señor de allá lo pagará.

-En seguida.

Pedido mi café fue cuando el jefe me vio y me sonrió de inmediato. Me senté en frente de él y la charla empezó.

-Aquí me tienes, espero que sea alguien digno de ser mi víctima, la última vez conseguiste a un niñato que no sabía ni defenderse...fue aburrido.

-Veo que nunca cambias Alex- soltó una risa que se fue por un momento al ver que el mesero traía el café- vaya, ¿no invitas uno?

-La verdad es que este me lo invitaste tu- tomé un sorbo mientras su risa volvía.

-Lo tramposa tampoco se te quita.

Mi diario manchado en sangreWhere stories live. Discover now