Mi Amor Por Ti [Zen Wistaria y tu]

Capítulo 23

"El comienzo de una guerra y de un hermoso romance"

Narra ___

Sin pensarlo mucho me levanté, pero en ese momento mis piernas fallan y caigo al suelo, gracias a los rápidos reflejos de Zen evite estamparme contra el suelo, pues el me había atrapado en el momento exacto, quedando nuestros rostros muy cerca.

Aunque había algo en él, como si no hubiera dicho algo, y tampoco me había dado cuenta de que sus ojos estaban hinchados y rojos como si... hubiera estado llorando.

Algunas preguntas llegaron a mi mente, y no eran fáciles de responder.

¿Habré muerto realmente?, ¿Por qué habían dos Zen?, ¿Por qué Zen se veía así?.

Esas y muchas más preguntas pasaron por mi mente, desconcentrandome del lindo momento que Zen y yo estábamos viviendo.

Inconscientemente acerque mi mano a una de sus mejillas acariciándola, su piel es tan suave. El por su parte mostró una expresión de asombro, para luego poner una tierna sonrisa en su rostro y tomar mi mano con delicadeza, ese momento fue precioso, y quería mantenerlo en mi mente, por el resto de mi vida. Al separarnos nos miramos fijamente, sin pensarlo mucho lo abraze.

- Prometo, Protegerte -Le prometí mientras lo abrazaba de manera cálida, mostrándole mis más sinceros y puros sentimientos.

- Eso... debería decirlo yo, aunque no sea tan poderoso, ni bueno como tú, confía en que también voy a protegerte -Contesto mientras correspondía mi abrazo y acariciaba mi cabello de manera suave y delicada como si acariciase lo más preciado para él.

En ese momento nos quedamos abrazados un buen rato, no se cuanto. Pues sentí como si todo parara, el tiempo dejó de avanzar para nosotros. Muchas cosas nos esperaban afuera, Pero, tenía fe en que las sobrepasariamos y llegaríamos a nuestro paraíso. Juntos.

Luego de prepararnos, y de analizar nuestra estrategia, nos dispusimos a reunirnos hacia el campo de batalla. Mis poderes estaban más fuertes que nunca y planeaba demostrarlo.

El plan era simple, yo me encargaba de cualquier trampa que esos tramposos quisieran poner y al mismo tiempo de proteger a Zen. No me habían dicho mucho, al parecer Zen estuvo todo el tiempo conmigo y no pensó en un plan totalmente serio. Pero era lo suficiente factible como para que podamos ponerlo en acción.

Me puse la capucha y un plan algo loco, pero efectivo se me ocurrió, me acerqué a Zen y al ver que el también iba a llevar una capucha solo que él no se la pondría, y mi plan iba de algo completamente diferente.

Sin previo aviso le quité su capucha y lo bajé del caballo, le puse la mía y yo me puse la suya.

- Espera, Zen. Tengo una idea. -Le expliqué el plan con detalle, al principio no quiso hacerme caso, por lo peligroso que sería pero al final terminó aceptando.

Me subí a su caballo y avancé junto con la armada hacia el campo de batalla. La capucha de Zen me cubría lo suficiente para que nadie supiera que era yo, y eso era perfecto.

Cuando logre divisarlos, note a más guerreros que la última vez, rey astuto...

- Nos encontramos de nuevo, príncipe Zen. -Exclamó con burla el rey que en ese momento era nuestro enemigo.

- Así parece -Dije imitando la voz exacta de Zen, un poder que adquirí hace poco, antes de despertar.

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