《Siete》

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La felicidad que sentía en estos momentos era tan tan... ni siquiera tenía palabras para describirla.

Seguía sin poder creer todo lo que había sucedido el día de ayer. Habíamos estado sentados uno a lado del otro, escuchamos música juntos y lo mejor fue que pude escuchar su linda risa y ver una vez mas su perfecta sonrisa.

Aunque aún seguía sin saber cuál era su nombre. Y sí, lo sé, fui estupido al ni siquiera hacer la pregunta pero es que todo pasó tan rápido que en menos de lo que pensé ya tenia que bajar en mi parada. Así que solo me pare de mi lugar y lo único que pude decir fue un "nos vemos" que ni siquiera estoy seguro que el lindo rizado haya escuchado, ya que sonó más a un susurro.

Con pasos apresurados y nerviosos llegué a la estación.

Me quedé helado al verlo parado ahí. Lucía tan relajado, tan tranquilo y lleno de paz. Él siempre lucia de esa manera. Sin poder evitarlo una sonrisa se posicionó en mis labios.

Me pregunto que es lo que este lindo chico rizado me había hecho para hacerme incluso sonreír con solo verlo. Tal vez era una especie de efecto que este chico tenía, algo así como quedar totalmente hipnotizado y enamorado con tan sólo verlo. No lo sé. Lo único que sé es que realmente me gusta.

El tren llegó y por lo tanto la masa de personas comenzó a dispersarse a través del vagón. Una parte de mi esperaba que el asiento a lado del chico también estuviera disponible, sin embargo la otra parte de mi sabia que eso era casi imposible y también sabía que posiblemente estaría hecho un  manojo de nervios en dado caso de que me sentara a su lado como el dia de ayer.

Mientras que las personas comenzaban a tomar sus asientos pasé mi vista a través del vagón y pude divisar un asiento disponible sin embargo también me di cuenta que había un lugar disponible a lado del rizado. Mi mente comenzó una pelea. Una pelea en donde una  parte de mi pedía estar a lado del chico, hablarle y preguntar su nombre, hablar más sobre wallows, pero  la otra parte, la parte más nerviosa y vergonzosa pedía que me fuera de ahí, y me sentara en el primer lugar que había visto el cual estaba lejos de él. Tenía que tomar una decisión antes de que ocuparan ambos asientos.

Así que obedecí a la parte más nerviosa y vergonzosa de mi ser, elegí sentarme en el primer lugar que había visto. Me apresuré lo más rápido posible antes de que ese lugar fuera ocupado, sin embargo antes de que mi trasero pudiera siquiera tocar ese lugar, alguien tomó mi muñeca. Volteé y ahí estaba él. Con su cabello alborotado cayendo sobre su frente, tomando mi muñeca y una mirada que simplemente no pude descifrar.

-Humm hola ¿te gustaría sentarte conmigo? - preguntó. ¿A caso estoy en el cielo?

-Yo... - tosí un poco tratando de encontrar mi voz- quiero decir, por supuesto- me sonrió e instantáneamente le devolví esa sonrisa. Me senté a su lado y puse mi mochila en mis piernas.

-Así que ¿escuchando a wallows?

-No realmente- contesté-. Ni siquiera he escuchado algo desde que salí de casa.

-¿Vives muy lejos de aquí?

-No, solo unas cuantas calles. Creo que lo que me queda más lejos es mi colegio, por eso debo tomar el tren.

-¿Asistes al colegio?

-Síp -dije pronunciando exageradamente la "P"-. Este es mi último año- no sabia si hacía bien al contarle este tipo de cosas  al rizado con el cual a penas ayer había tenido una charla normal, pero bueno ya lo había hecho-. ¿Y tú?

-¿Yo qué?- me respondió con una mirada de confusión.

-¿A qué asistes?

-Ah, eso- el rizado se incorporo en su lugar y volteó su cuerpo de manera que ahora nos encontrábamos frente a frente-, asisto a la universidad. Voy en primer año- bueno al menos una de mis preguntas ya tenia respuesta.

-Wow, un universitario. Eso es genial.

-Ni tanto- me sonrió-. A veces siento que terminaré por aventarme de un edificio o a las mismas vías del tren- solté una risa que no salió como me hubiese gustado, así que cubrí mi boca con mis manos tratando de que mi risa esta vez no saliera-. Hey, no cubras tu boca- me quitó las manos y las bajó hacia mí mochila que mantenía aún en mis  piernas-, no ocultes tu risa. Me gusta. Es linda- mencionó aún con sus manos sobre las mías. Un sonrojo se apoderó de mí-. También es lindo verte sonrojado- dijo con una sonrisa. Y yo simplemente sentía que en cualquier momento me volvería un tomate por completo. Después de un tiempo, quitó sus manos y un sentimiento extraño se apoderó de mí cuando el chico hizo esa pequeña acción.

-Asi que la vida de un universitario no es tan buena ¿eh?

-No todo es malo. Pero sí, algunas veces se vuelve un poco complicado.

-Vaya, acabas de hacer que todas mis ganas por seguir estudiando se fueran- esta vez ambos reímos. Dentro de mi mente aún seguía rondando la pregunta acerca de su nombre. Tenia que hacerla. Pero en vez de eso dije otra cosa-. Nunca te había visto por aquí.

-Supongo que eso es porque es mi primer año tomando este tren.

-¿En serio?

-Sí. Digamos que mi colegio solía quedarme cerca de mi casa por lo que no había necesidad de tomar algún tipo de transporte, sin embargo no corri la misma suerte con la universidad. Así que desde ahora tengo que tomar este tren si quiero llegar a tiempo.

-Eso explica todo.

-Supongo que tu llevas tiempo tomándolo.

-Sí, mis padres no siempre podían llevarme al colegio por los horarios de sus trabajos, así que cuando tuve la edad suficiente para poder viajar por mi cuenta, mis padres dejaron de hacerlo.

-Wow, chico independiente entonces.

-Algo así- sostuve mejor mi mochila en mis piernas.

-Me gusta tu pulsera- señaló mi muñeca en donde colgaba una pulsera tejida por hilos azul y rojo-. Los colores son muy lindos. Me gusta esa combinación.

-Gracias- toqué mi pulsera con las puntas de mis dedos ocasionando que se moviera un poco-. Mi hermana me la obsequió hace algunos meses cuando fue a un viaje escolar.

-Eso es un gesto muy lindo. Mi hermana suele hacer lo mismo- tocó mi pulsera y un escalofrío recorrió mi cuerpo, él lo notó-. Lo siento- se disculpó.

-No, está bien. Creo que entro alguna corriente de aire por algún lado o...

-En serio que si te ves muy lindo sonrojado. Tenia que decirlo- dijo con una media sonrisa.

-Yo...- no supe que decir. Así que no dije nada. Bajé mi mirada y comencé a jugar con mi pulsera.

-Creo que ya llegaremos a tu parada.

-¿Mmm?

-Tu parada. Es la siguiente- levanté mi rostro. Era cierto. Mi parada era la siguiente. Tomé mi mochila de entre mis piernas y apresuradamente me incorpore colocando la mochila en mis hombros. Y el tren paró. Di un paso hacia el frente y antes de que diera otro más el rizado jalo mi playera llamando mi atención-. Oye, ¿Cuál es tu nombre? - preguntó mirándome a los ojos con una sonrisa ¿tierna? Pude notar también un pequeño rubor en sus mejillas.

- Joaquín. Mi nombre es Joaquín- contesté.

-Emilio. Un gusto conocerte, niño bonito- sonreí y avancé hacia la salida del vagón con una sonrisa colgando en mi rostro.

Rosas  {Emiliaco}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora