Dorado

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Le Brown estaba encantado con su relación, de nuevo era visitado por su hombre cada semana incluso más, ya no se limitaban a la hora de estar juntos, nada parecía impedirle a ese hombre tomar de su cuerpo lo que le complaciera, le Brown se entregaba por completo si pensar en nada, y Derek parecía haber olvidado que en ese cuerpo de hombre joven aun residía un niño.

Le Brown se dedicó a su hermano y a llevar la casa como se le indicaba, aprendió a cocinar y hacer los quehaceres del hogar, organizando su tiempo entre los estudios y sus deberes, visitaban a la señora Flynn todas las tardes para merendar, pero ya no dormían en su casa o cenaban a diario, Derek era un hombre severo que esperaba que estuviera en casa cuando a él se le antojara pasar a visitarlo y en los últimos años su humor era muy volátil, a veces era un hombre dulce y un amante considerado, pero otras veces parecía descargar en el cuerpo de Le Brown el estrés acumulado en todos los días que no lo visitaba, pasaba de ser un hombre educado y mesurado a uno cínico y prepotente.

Él aprendió a lidiar con ambos, aprendió a ser un amante complaciente en todos los sentidos, desde un joven divertido y alegre a uno sumiso y servicial, aprendió a jugar los roles que su amo le imponía y a disfrutarlos.

En algunas ocasiones alguna mujer u hombre llegó a insinuarle sus afectos, pero Le Brown los rechazaba en el acto, nunca más se dejó llevar por su curiosidad ni se atrevió a mirar a nadie que no fuera Derek, mantenía sus atenciones en su hombre y su querido hermano.

Solo había un pequeño ruido en su calma, que era tan ligero como el zumbido de un mosquito, pero igual de molesto y es que su amado hermano, fiel a su palabra era el mejor amigo del hijo de Derek, el pequeño James, que era un niño dulce y confiado, que seguía como sombra a su hermano, lo había visto en cada reunión del colegio, cada festival y celebración a la que acompañaba a su hermano, en esos eventos Le Brown baja la mirada frente al padre del niño y se portaba tímido y torpe, Kobe estaba bien educado, jamás llamó a Derek otra cosa que no fuera Señor frente a otras personas, incluso en casa cuando llegaba a encontrarse con el amante de su hermano le hablaba con respeto, para Kobe ese hombre era como un padre y a veces pensaba para si mismo que James era su hermano y lo amaba como tal.

Cuando Le Brown se graduó de la preparatoria y fue aceptado en la universidad, Derek le regaló un auto, era un hermoso Copo Camaro negro con detalles en plata, el joven no podía creerlo cuando lo vio en su puerta el día de la graduación cuando salía con su hermano para la ceremonia, pero la felicidad terminó cuando al llegar al lugar el asiento que había reservado para su amante estaba vacío, esos eran los momentos que lo regresaban a la realidad y le rompían el corazón.

Esa tarde cuando volvieron a casa, le pidió a su hermano que pasara la noche en casa de la seora Flynn, la mujer estaba más frágil a causa de su vejes y Le Brown quería sufrir su dolor solo.

Abrió la puerta de su casa y sin encender las luces se encaminó a su recamara, desprendiéndose una por una las prendas que le sofocaban, la corbata negra quedó colgada del barandal de la escalera y los zapatos regados por el pasillo, se desabotonaba la camisa cuando notó que la puerta de su habitación estaba entreabierta y se quedó pasmado mirando con sorpresa al hombre en su cama. Su hombre estaba denudo entre las sabanas blancas acariciándose su enorme verga, que se erguía orgullosa, brillante y gorda, Derek tenía los ojos cerrados y Le Brown pudo apreciar detenidamente sus hombros y pecho amplios que se sacudían con el vaivén de su mano en su miembro, pudo apreciar sus fuertes piernas que se extendían a lo largo de las sabanas blancas y de sus labios entreabiertos el suspiro de deseo que seguro era pensando en su cuerpo.

En todos esos años nunca lo había vito así y quería guardar en su memoria cada detalle, no se dio cuenta cuando Derek abrió los ojos.

Mientras Le Brown se deleitaba con el fuerte y maduro cuerpo de ese hombre este a su vez encontraba muy sexy al joven con su ropa desordenada y descalzo

LA VIE DE COULEURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora