Noir et Blanc

1.4K 180 18
                                    

            "Despierta, él te espera"

Abrió los ojos de nuevo, estaba en una habitación similar a la anterior, tan blanca y llena de luz artificial, con ese olor a desinfectante que le quemaba en la nariz.

Había algo diferente en esta, una sensación de paz y una presencia cálida a su lado, extendió su mano y tocó, esa piel caliente y firme a su lado, el corazón por poco le estalla en el pecho, pero esta vez de regocijo.

Era tan desconocido es sentimiento últimamente que le mareó un poco, le dio vértigo, se sintió volar y solo el toque de esa mano lo mantenía unido a esta tierra.

Era él, sabía que era él.

Se permitió estudiar el tacto de esa piel contra la suya, acarició como nunca lo había hecho esas manos que tantas veces lo tocaron que le hirieron y le sanaron, acaricio cada pliegue, suave y calloso, manos grandes y fuertes, inertes.

- Sus signos son estables, a pesar de las múltiples fracturas y heridas, se aferra a la vida, es un hombre fuerte.

Esa voz era del abogado, no quería saber de abogados, quería quedarse allí con el calor de Derek a su lado, sólo eso.

Se giró a mirar al hombre a su lado, fue una gran hazaña su cuerpo estaba entumecido, con mucho esfuerzo logró girarse y cuando vio al hombre a su lado se horrorizó.

- ¿Qué le pasó?

- Fue muy extraño, fue como si él hubiera formado un capullo a tu alrededor, los encontraron en la orilla al día siguiente, estaban abrazados, Enredados uno con otro, mientras tú no tenías ni un rasguño, él... Bueno él se llevó la peor parte.

Derek tenía un gran rasguño que atravesaba su rostro que parecia que estaba sanando lentamente, estaba vendado la mayor parte de su cuerpo y en las zonas descubiertas tenía un montón de arañazos ya con costras que lo hacían ver tan... cómo puedo hacerlo, cómo pudo saltar por él. Una lagrima comenzó a rodar por su mejilla sin percatarse de que estaba llorando, acarició esos rasguños con reverencia, como si fueran las heridas del Cristo en la cruz.

- Fueron las ramas, el río estaba lleno de ramas que rasguñaron su piel, están sanando, ese día era prácticamente imposible reconocerlo.

- Él saltó, saltó después de mí.

Una de sus piernas estaba en un cabestrillo llena de clavos y tornillos, al igual que el brazo derecho,

- Múltiples contusiones, brazo y pierna rotos, una rama le atravesó el hombro, otra en un costado del estómago, una gran erida en la pierna izquierda por la que perdió gran cantidad de sangre, que afortunadamente no tocó ningún nervio, es un milagro que este con vida.

Le Brown deseaba regresar el tiempo, ahora que el lienzo había sido borrado que todas esas capaz de pintura fueron raspadas y limpiadas, podía ver claramente su vida, fue un egoísta jamás se detuvo a dar gracias por lo que ese hombre hacía por él. Sin Derek le Brown hubiera quedado en la calle, en algún orfanato o casa de acogida y separado de su hermano cuando su madre murió, o hubiera sido prostituido por ella si siguiera con vida, probablemente seria un adicto al igual que ella y su hermano, talvez habría sufrido el mismo destino.

- Hemos sacado a la esposa de la casa, los niños ahora estan más tranquilos, le prometí que podrían venir a visitarlos, aunque al final es decisión suya si vienen o no.

Le Brown pensó en Kobe y James y se sintió culpable, eso niños ahora estaban solos por culpa de su estupidez, de su debilidad, tenia que ser fuerte, por los tres, ellos lo necesitaban.

LA VIE DE COULEURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora