Violetas

1.5K 172 10
                                    


Fue una tarde al salir de la escuela especialmente temprano que James no quería volver a casa e insistió en pasar a casa de Kobe, fue una jugada del destino.

Ese día quien los traía de la escuela no era le chofer habitual, era el joven latino que se encargaba de atender los imprevistos en el horario de los muchachos, el chofer que conocía todos los secretos del padre de James este día estaba con él en su oficina o eso pensaron los chicos, el conductor siguió las ordenes de su pequeño jefe y los llevó a casa de Kobe, al principio la preocupación de este era que su hermano no soportara la presencia de James y fuera grosero con él, lo que no esperaba era ver el auto de Derek estacionado frente a su casa y a este saliendo de ella.

Era uno de esos días en los que su hermano se ponía pegajoso con Derek y se atrevía a abrasarlo en el umbral de la casa mientras este intentaba volver a su oficina después de la hora de la comida, Derek estaba de frente a ellos y los vio de inmediato, no hizo nada por quitarse a Le Brown de encima y este aun no se daba cuenta de nada.

James se veía sorprendido y bajó del auto al encuentro de su padre, Derek no se inmuto, contempló a su hijo con resignación, como quien ya se espera en algún momento la alineación de los planetas en el cielo y acepta su destino con calma, quien no lo esperaba era Le Brown pues al levantar la vista para ver qué era lo que distraía a su amante se topó con ambos niños y eso fue incómodo

- Papá, quiero conocerla papá.

Le Brown miró a James, quería odiarlo, pero ese niño era tan parecido al hombre que amaba que no pudo, además este le sonreía encantado.

James debió pensar que la madre de Kobe era la amante de su padre, siempre que este le preguntaba por ella Kobe le decía que no quería hablar de eso, por lo tanto, James no sabía que estaba muerta, Kobe no quería que pensara que compartían una misma pena, ya que para él la muerte de su madre no significó nada, no podía comprender los sentimientos de James por su perdida.

En la cabeza de James ya se formaba una historia, quería pensar que James y Le Brown eran los hijos de la amante de su padre y por lo tanto sus hermanos, por ello los invitaba a pasear con ellos y Le Brown era tan serio con él, seguro estaba avergonzado de que James supiera que era su hermano mayor, un hijo de una mujer que no era la esposa, a James esto no le molestaba, estaba feliz de tener una familia.

- ¿Discúlpeme, puedo conocer a su madre?

A la mención de su madre Le Brown sintió arder las entrañas y se olvidó de quien era ese joven y de que su padre estaba a un lado y el veneno corrió por su boca.

- Ella murió hace mucho hijo.

Derek se dio cuenta de la situación, se sentía curioso por la reacción de Le Brown, siempre era manso y obediente, pero en ese momento se le veía celoso y molesto.

- No lo llames asi Le Brown.

Kobe pensó que Derek le pegaría a Le Brown o a James, pero no lo hizo, solo veía de uno a otro con curiosidad.

- ¿Piensas que su madre es mi amante? No chico, no hay una mujer aquí.

Estaba tan sorprendido de que Derek parecía divertido, que se quedó observándolos en silencio, él sabía de las ganas que tenía James de tener una familia, pero no sabía cómo reaccionaría a esto.

Por su parte Le Brown precia una estatua de ébano flanqueado la puerta de esa casa como si al entrar James reventara la burbuja de su mundo feliz, su hermano siempre veía el convivir con el hijo de su amante como un recuerdo de su realidad, sólo aceptaba pasear con ellos porque Derek se lo ordenaba.

LA VIE DE COULEURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora