La lluvia no paraba, por la radio decían que el rio estaba a punto de desbordarse, que pronto tendrían que cerrar el viejo puente que lo atravesaba pues se estaba volviendo peligroso, las clases serian suspendidas si eso pasaba pues media ciudad tenía que atravesar ese puente para ir a clases, Derek vivía del otro lado del puente.
Sería imposible para él ir a ver a Le Brown si algo pasaba.
No podía seguir soportando esta incertidumbre, cuando llamaba por teléfono este nunca era contestado y estaba perdiendo la paciencia, no ayudaba que James estuviera enojado, desde el día de su cumpleaños que no le dirigía la palabra, trato de acercarse, pero su hijo lo veía con rencor, al parecer Derek no entendía que le había arrebatado su nueva familia.
Sabía que tampoco habla con Kobe, pues el chofer le dijo que James se sentaba en el asiento del copiloto sin hablar con su amigo, no soportaba ver a su hijo asi, no se supone que eso pasaría, dejo que todo se le saliera de control por ser tan blando con esos tres, desde un principio debió dejar las cosas en claro, tenia que ir arreglarlo con Le Brown antes de que el rio se desbordara, no debía dejar pasar más tiempo.
Cundo llegó a la vieja casa sentía un extraño nudo en sus entrañas, como si e acercara a una madriguera oscura y peligrosa, el cielo estaba gris y no se filtraba ni un solo rayo de sol, en la casa de al lado la hierba crecía sin control, nadie se hacía cargo de las rosas, la señora Flynn estaría muy decepcionada.
Kobe lo estaba esperando en la entrada parecía que no fue a la escuela, se veía cansado y ojeroso. Estaba nervioso, se retorcía las manos y mordía su labio con desesperación Derek se imaginó que todos seguía igual
- ¿Cómo esta?
- Sigue igual, no me deja acercarme y a dejado de comer por completo.
- Iré a verlo.
Derek se propuso entrar en la casa, olía mal, a suciedad y alcohol como si un vagabundo estuviera allí, Kobe le tomo por la manga del saco.
- Si usted quisiera yo podría...
- ¿Qué? ¿Qué podrías hacer tu?
- Remplazarlo.
Derek soltó una carcajada sin humor, era una broma cruel la de ese chico, en verdad lo creía un pervertido, en verdad creía que todo ese tiempo el se follaba a Le Brown por ser un niño, hace mucho tiempo que Le Brown dejo de ser un niño frágil e inocente y aun asi Derek no podía arrancárselo de la piel.
- ¿Tú... tú te crees capaz de remplazarlo? Mírate estas temblando.
tú no entiendes, no entiendes cuanto me desprecio a mí mismo, te crees capaz de hacer lo que hizo tu hermano cuando tú nunca has tenido que sufrir por nada, Le Brown soporto la mierda por ti, yo te di de comer por mi mano, tú no te has ganado nada, si te crees capaz de abrirme las piernas para inculparme de algo piénsalo dos veces, porque no te creo, no eres capaz de cuidar de tu propio hermano, no eres capaz de nada. Muchacho, no soy un estúpido sé que es lo que quieres, pero no fue porque era un niño, no me interesan los niños.
Derek entró en la casa dejando a Kobe temblando en la puerta, estaba arto de esos chiquillos, él fue mas que generoso con ellos, pudo tomar lo que quisiera de ambos y después botarlos y dejarlos podrirse en su miseria, sin embargo, cuidó de ellos y les dio una vida que estúpida perra adicta no podría darles.
Y ahora ese chiquillo intentando atraparlo, intentando seducirlo, si él hubiera querido algo de Kobe lo hubiera tomado hace mucho tiempo, no a él no le interesaban los chiquillos, no le interesaban los hombres, desde que ese chiquillo lo miro aquella noche con eso enormes ojos tristes y hambrientos no el importaba nada.
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LA VIE DE COULEUR
DragosteLe Brown cuando era un niño sólo conoció la generosidad de su mano, el amor en sus caricias y el calor en su brazos. Nadie le dijo que el precio que ese hombre pagaba por él la vida se lo cobraría con creces, que la pasión consume, las caricias son...